![El turismo que quiere Valencia](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/05/31/turismo-RWRARw2OFTygMXy7BC9AfcK-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Valencia vive desde hace algún tiempo inmersa en un debate sobre el modelo turístico adecuado para la ciudad. El 'cap i casal' está experimentando un incremento en el número de visitantes que ha abierto varios interrogantes sobre qué turismo es el más adecuado. La prohibición ... de los megacruceros o la moratoria para la suspensión de licencias para los apartamentos turísticos aprobada por el pleno del Ayuntamiento esta pasada semana han introducido nuevos elementos en la polémica.
Los distintos sectores implicados coinciden en algunos puntos. Nadie se opone al turismo, pero sí abogan por una regulación que pasa por medidas como las que ahora se están debatiendo para conciliar los intereses de los residentes y de los visitantes. El turismo que quiere cada uno de los implicados es diferente pero también presenta una serie de elementos comunes.
Uno de ellos es la huida de las aglomeraciones. Ni los guías turísticos, ni los vecinos ni los hoteleros están a favor que se produzca una masificación en la llegada de visitantes. No puede pasar como en Venecia donde se han tenido que instalar tornos para controlar la entrada de visitantes y evitar así la visión de multitudes recorriendo la ciudad. Valencia no quiere eso. De hecho, ha empezado a controlar las despedidas de soltero para evitar dar esa sensación.
«Turismo sostenible» en palabras de Luis Martí, presidente de la Confederación de Empresas Turísticas de la Comunidad Valenciana,. De la misma opinión es Alessandro Girardi, de la Asociación de Guías Oficiales de la Comunidad Valenciana. También coinciden en esta apreciación desde el Ayuntamiento de Valencia, los vecinos y distintas asociaciones vinculadas al sector.
En esta línea, se encuentra la pretensión del Consistorio de limitar la llegada de megacruceros, como anunció la alcaldesa María José Catalá en LAS PROVINCIAS. Las obras que se van a acometer en el puerto van a frenar en los próximos dos años la entrada de estas grandes ciudades flotantes por lo que se puede abrir un periodo de reflexión sobre el futuro, punto en el que están de acuerdo tanto la Autoridad Portuaria como el consistorio valenciano.
Esta sintonía entre las autoridades municipales y el puerto se pudo ver en la reunión del consejo de administración de la autoridad portuaria que tuvo lugar el miércoles de esta semana. La propia alcaldesa, María José Catalá, se refirió a ella y apuntó que coincidía en el diagnóstico con la presidenta Mar Chao y en reflexionar sobre «qué tipo de cruceros, qué tipo de turismo, qué tipo de futuro queremos». En este sentido, Catalá apostó por un turismo de calidad y señaló que esas grandes embarcaciones «no convienen a la ciudad, generan un tipo de turismo muy poco interesante, con grupos muy numerosos que pasan pocas horas en la ciudad y con muy poca inversión por pasajero».
Los guías turísticos tienen claro qué tipo de turismo quieren. El resumen, como se ha apuntado más arriba, es un turismo sostenible. Así, Alessandro Girardi ha apostado por grupos con un máximo de 25 personas por cada uno, sin que haya aglomeraciones ni altavoces resonando en el centro de la ciudad. Y también ha apostado por luchar contra el intrusismo profesional. «Queremos poder trabajar bien y de forma que no se genere una turismofobia», ha expresado.
El guía turístico también se queja de la presencia de pisos turísticos ilegales. En este sentido, se ha referido a la moratoria aprobada por el Ayuntamiento de Valencia para este tipo de viviendas. Les parece bien en general pero el problema que encuentran es que si se limitan en un barrio concreto, se trasladan al de al lado. «La prohibición se tiene que extender a toda la ciudad pero no imponer una calle como frontera porque no se frena su expansión», ha destacado Girardi.
Desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia, indican que apuestan por un turismo de calidad y «que valore realmente nuestro destino turístico también por su producto gastronómico». El presidente de Hostelería Valencia, Manuel Espinar, indica que «siempre hemos valorado muy positivamente el efecto prescriptor que tienen los cruceristas, que aunque están unas horas en la ciudad, cuando vuelven a sus países de origen venden la ciudad de Valencia y eso aunque es un elemento intangible sin duda estamos convencidos que hace un efecto de prescriptor muy importante, para que decidan volver o llamen la atención de otros futuros visitantes».
Para Espinar «no nos gusta hablar de prohibir, nuestra ciudad que tiene una temperatura que la hace ideal para visitar durante todo el año lo idóneo sería que los cruceros pudieran contribuir a desestacionalizar, y que llegaran a lo largo de todo el año, pero teniendo lo que si hay que gestionar es la capacidad de carga, para evitar que en algunos periodos como de mayo a septiembre se produzca esa concentración más masiva». En este sentido, ha indicado que Valencia «tendría que aspirar a ser puerto base que eso si que genera un gasto tangible, ya que los cruceristas mínimo están dos noches de estancia en la ciudad antes de salir con el crucero y dirigirse a un perfil de compañías de cruceros de nivel alto».
Luis Martí ha apostado también por ese turismo sostenible con un mix de procedencia tanto nacional como internacional y donde cada vez haya más países. «Todos los turistas tienen un valor añadido», ha señalado el presidente de la CET en referencia a que no hay que limitar los visitantes «En Valencia hay pensiones y hoteles de una estrella a cinco y tiene que haber público para todos», ha puntualizado Martí que ha añadido que vienen a Valencia por sus bondades como destino.
En este sentido, Luis Martí se ha referido a que a la competencia hay que batirla por «la calidad del producto y no por el precio». Se ha referido que lo que distorsiona el mercado son los apartamentos ilegales «que son los que provocan ruido y molestias a los vecinos porque cuando un hotel se instala en un barrio es una bendición para esa zona de la ciudad».
A este punto, al de las viviendas ilegales, también se ha referido la asociación Aptur. Así, La Asociación de Apartamentos y Viviendas de Uso Turístico de la Ciudad de Valencia (Viutur), rechaza las razones por las que el Ayuntamiento de Valencia va a suspender las licencias de nuevos alojamientos del sector en la ciudad, con los propios datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística que demuestran su relativo peso en el parque residencial de la ciudad frente a los bloques de apartamentos y hoteles, excluidos de la moratoria municipal».
Desde la asociación indican que a pesar de la competencia desleal (de las que somos los primeros perjudicados), las alrededor de 6.700 Viviendas de Uso Turístico de Valencia legalmente registradas en la ciudad tan solo representan el 1,63% del parque residencial, y en 2023 apenas registraron 84 denuncias por alguna queja vecinal relacionada con alguno de los 738.770 turistas alojados, que generaron 561.558.935 euros a la economía local.
La presidenta de Aptur, Silvia Blasco, ha reseñado que «nosotros somos los primeros en luchar contra la actividad ilegal ya que la competencia desleal nos perjudica y desprestigia. Desde el 2018, Aptur trabaja con Turisme en campañas de fomento del asociacionismo y lucha contra el intrusismo».
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Álex Serrano López
Desde esta asociación han señalado que su objetivo también es promover un turismo en la misma línea que el expresado por los empresarios del sector. En este sentido, Blasco ha afirmado que existen «fórmulas para garantizar el turismo sostenible de estas viviendas turísticas, pero la administración, con la moratoria aprobada de un año, se ha alineado con el relato de la turismofobia y solo va a favorecer la concentración de la oferta hotelera».
Por otro lado, la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas (Avaec) han avanzado su apuesta por «un turismo en el que quien nos visite se sienta a gusto y quién los recibe lo haga con la sensación de que el intercambio es beneficioso para ambas partes. Para conseguirlo, vamos a sentarnos a decidirlo la administración, los vecinos y vecinas y el sector. Desde luego, la prohibición y la incoherencia no es el camino».
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Desde esta asociación recuerdan que «.a democratización del turismo es un hecho. Viajar ha dejado de ser un bien de lujo para convertirse en una posibilidad cotidiana porque ya no son los hoteles quienes marcan el precio y el lugar que visitar. La vivienda vacacional es una conquista social que, además, permeabiliza los beneficios del turismo hacia otros sectores. Pero, ahora se ponen barreras a quienes hemos hecho posible este avance y nos ponen una diana haciéndonos responsables de las externalidades negativas del turismo. Los mismos que aprueban más y más plazas de hoteles. Los mismos que reclaman más y más viajeros con la ampliación del aeropuerto de Valencia».
Ambas asociaciones han mostrado su rechazo a la moratoria aprobada por el Ayuntamiento de Valencia en contra de la concesión de licencias a nuevos apartamentos turísticos. Aunque todos los afectados se muestran partidarios de una mayor regulación de las actividades en contra de una mayor masificación, el control del intrusismo y de prácticas alegales o incluso ilegales.
El concepto de 'turismo sostenible' ha sido también manejado desde el Ayuntamiento de Valencia. La concejala de Turismo, Paula Llobet, ha apostado por dirigir la ciudad a un modelo «sostenible y sostenido en línea con la Capitalidad Verde».
El modelo turístico del actual equipo de gobierno pasa unas líneas que tienen que definirse con un plan estratégico que marcará el camino a seguir. Pero Llobet ha apuntado algunas características como el hecho de «gestionar el éxito». En este sentido, ha explicado que durante los últimos años no se ha sabido ordenar y planificar y la idea es definir la estrategia a medio y largo plazo.
En este sentido, ha señalado que para poder gestionar se necesitan datos. En esta línea, Llobet ha explicado que se van a poner sensores en determinados puntos de la ciudad para conocer cuánta gente los visita y «poder ordenarlos. Que el visitante pueda ver donde hay aglomeraciones y dirigir a otros puntos».
También ha apostado por la descentralización del turismo de forma que no se concentren en unos pocos puntos. «Para ello estamos creando rutas por los barrios para mostrar al visitante todo lo que pueden visitar de la ciudad», ha indicado.
Por otro lado, la promoción turística está poniendo el foco en países como Estados Unidos donde el visitante tiene un mayor poder adquisitivo y suele quedarse más tiempo ya que ha tenido que desplazarse desde otro continente y también es más respetuoso con el patrimonio y el medio ambiente. En la misma línea, se está incidiendo en países del norte de Europa en los que el turista tiene mayor capacidad económica.
Además, desde la Concejalía, según destaca Llobet, se está poniendo el foco también en promocionar la vertiente musical de Valencia que es un municipio incluido en la Red Internacional de Destinos Musicales. También se está difundiendo el turismo deportivo y el gastronómico poniendo el acento en la dieta mediterránea y en el producto de proximidad como forma de hacer más atractiva a Valencia.
La presidenta de la Federación de Vecinos de Valencia, María José Broseta, ha apostado también por evitar las aglomeraciones y por ello el veto a los megacruceros le parece muy bien. «Debe ponerse coto de entrada a estas ciudades flotantes», ha señalado y ha apostado por «un turismo de más calidad. Los cruceros no creen que dejen muchos beneficios en la ciudad. Como máximo compran agua mineral o unos pines y hacen que la ciudad se colapse». En este sentido, ha apostado por un «turismo de calidad y no por el deja contaminación y residuos».
Por otro lado, ha rechazado el aumento de los apartamentos turísticos y ha aprobado la medida secundada por todos los partidos políticos de una moratoria de estas viviendas. «Esto repercute en la ciudad y en el precio de los alquileres», ha recalcado y ha demandado «más inspecciones y controles».
En línea con esta moratoria, Luis Martí ha señalado que lo que ha hecho el Ayuntamiento es «parar y templar» para saber la oferta que hay en Valencia y saber si es lo que la ciudad necesita. «El problema son los pisos turísticos ilegales que distorsionan el mercado», ha indicado.
En este sentido, desde Aptur señalan que «el reto compartido de nuestro sector, de la administración y de la sociedad en general, es erradicar las malas prácticas de operadores ilegales, y promover un turismo responsable y sostenible».
Por otra parte, la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), indican que los apartamentos turísticos ya disponemos de una normativa reguladora y lo que es necesario es que se invierta en más recursos en inspección para luchar contra la oferta no reglada que provoca el intrusismo en el sector«.
En la misma línea han indicado que «viajar con el modelo de alojamiento en apartamento es una tendencia que se da en muchos países y que no vamos a poder frenar, ha venido para quedarse, pero debe ser de una forma sostenible, controlada, y que no sea una competencia desleal con las actividades regladas de alojamiento, para lo que es necesario disponer de medios adecuados para un efectivo control de los alojamientos ilegales».
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