Alerta por el aumento del consumo de un anestésico como droga entre los jóvenes

No se trata de una práctica nueva. En Canals detectaron en las farmacias que aumentó la demanda de este medicamento especialmente entre menores y advirtiendo que podría tratarse de un grave problema decidieron actuar. Hicieron frente común y acordaron no vender el producto a menores.

Sin embargo, en los últimos meses agentes policiales y servicios sanitarios están comprobando un incremento en el consumo. Y es que, como explica el jefe de la Policía Local de Canals, Aritz Escobar, los jóvenes adquieren el producto por internet. En los controles rutinarios que realizan de tráfico o de drogas han podido comprobar que es un producto muy consumido.

«Un chico que iba en un ciclomotor al que paramos en uno de los controles llevaba diez botes que acaba de comprar 'online' para repartirlos entre sus amigos y los mismos responsables de establecimientos de ocio nos comunican que todos los jóvenes los llevan en los bolsillos de sus chaquetas como si fuera un paquete de cigarrillos», indica.

En los alrededores de la zona de ocio también se pueden ver los domingos por la mañana no sólo botes, sino cajas de botes de cloretilo tirados en el suelo.

Al tratarse de un producto que no está prohibido, que además se puede adquirir sin receta médica, las fuerzas y cuerpos de seguridad no pueden hacer nada al respecto, ni siquiera requisar los botes de aerosoles. «Ni podemos requisarles ni actuar contra ellos», subraya el jefe de la Policía Local de Canals, quien apunta que incluso ya hay un mercado negro con este producto. «Gente que está comprando por internet el producto a 6 euros y los vende por 24 a chavales que no disponen de tarjeta de crédito para realizar la compra».

Un problema que, como apunta Aritz Escobar, es común a otros muchos municipios con los que están en contacto para sopesar la magnitud de la situación. Y que no sólo se trata de un problema social sino sanitario, puesto que los mismos centros de salud están atendiendo a estos jóvenes consumidores por los efectos que produce. Un joven de Montroi ingresó en coma y en Canals varios tuvieron que ser atendidos por brechas producidas tras desmayarse y caer al suelo después de inhalar el anestésico.

Es por ello que desde el consistorio, la alcaldesa, Mai Castells, mantenía este miércoles una reunión con representantes del centro de salud, farmacias y cuerpos policiales locales para abordar el tema y acordar posibles soluciones en las medidas de sus posibilidades. «Vamos a iniciar una campaña informativa y a realizar charlas para advertir de los peligros del consumo de este medicamento y especialmente entre los padres, para los que puede pasar desapercibido al ser un producto utilizado por los deportistas», explica Castells.

Además, van a remitir a los organismos competentes un informe oficial para que actúen y pongan más difícil poder acceder a este producto.

Desde el centro de salud, los sanitarios elaborarán una ficha informativa donde se explicarán las secuelas tan graves que pueden sufrir los jóvenes con el consumo del cloretilo, como la demencia.

La ingesta de esta nueva droga se realiza mediante la inhalación por la boca, con la ayuda de un trapo donde se vierte el producto, para aumentar los efectos inmediatos como son las risas y la pérdida de la noción del tiempo.

El cloretilo provoca alteraciones en el comportamiento, siendo las más frecuentes la agresividad, la impulsividad y el juicio alterado.

También se producen arritmias, depresión del sistema nervioso, asfixia, convulsiones que pueden llevar al coma e incluso a la muerte súbita.

Desde el Consistorio canalí se apela a la ciudadanía para poner freno y estar alerta para prevenir que continúe incrementándose el consumo.