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B. González
Canals
Lunes, 30 de mayo 2022
Luto en Canals y en el pueblo de Sula, municipio de Macuelito, en el departamento de Santa Bárbara de Honduras, de donde eran originarios Jesús Córdova y Bessy García, los jóvenes de 30 y 33 años, respectivamente que fueron atropellados mortalmente por un conductor en Canals.
La familia, al otro lado del Atlántico, a más de 8.200 kilómetros de distancia, aún no se cree lo sucedido y lloran de dolor por la pérdida de sus seres queridos. «Mi hermano era un joven entusiasta, muy educado. Nunca tuvo un problema particular con nadie. Era la alegría de la familia. El tío más chistoso para sus sobrinos», explica la hermana de Jesús, Chirley.
Rezan para que todos los trámites salgan bien y los cuerpos de su hermano y su cuñada sean pronto repatriados a Honduras. También esperan que «se haga justicia y que la persona que lo hizo pague por su delito», y como ha comentado la abogada sí se personarán en el caso.
Jesús y Bessy llegaron a Canals hace 2 años con la ilusión de forjar una vida nueva. Jesús era agente de negocios en un banco de Honduras y desde que llegó a España trabajaba en el campo, recogiendo fruta. Estaba esperando poder formalizar sus papeles para aspirar a un un empleo de mejor calidad, por su preparación. Ese era su objetivo.
Bessy estaba interna en una casa de un municipio de la Canal de Navarrés de lunes a viernes, y volvía con su marido para pasar los fines de semana. Sobre ella, su cuñada asegura que es «la mejor compañera que pudo haber escogido mi hermano». «Fue una cuñada muy especial, que se ganó el aprecio de nuestra familia» y recuerda que «ambos estaban juntos desde que eran adolescentes y se han ido juntos».
Educada, respetuosa, prudente. Son algunos de los calificativos que Chirley dedica a su cuñada. Calificativos que también se aplican a su hermano y que se pueden ver por redes sociales de amigos y conocidos de la pareja, tanto de Honduras como de Canals.
Aquí, en el municipio de la comarca de la Costera, pocos lo conocían, pero aquellos que habían tenido la oportunidad de hacerlo insisten en que eran muy educados y respetuosos. Una de las personas que más contacto ha tenido con Jesús ha sido su casera, Julia González, que también está en shock por lo ocurrido. «Era el inquilino ideal. Todos los meses antes del día 5 me pagaba el alquiler y charlaba un ratito conmigo, porque era encantador. Nunca he tenido problema con él en el año que llevaba viviendo en mi casa», asegura.
A Julia, además de su manera de ser, le sorprendió la valentía de este hondureño que se vino a miles de kilómetros a pasar de trabajar de un banco en el campo, «allí la situación no está muy bien, según me decía», explica. «Es muy injusto lo que le ha pasado, una desgracia muy grande», asegura.
Jesús tenía una niña que en julio cumplirá un año, no cuatro meses como en principio se informó. «Fue el mayor tesoro de mi hermano y le dio mucho amor y cariño», subraya Chyrley, su hermana, quien explica que la bebé no es hija de Bessy. «Jesús tuvo un fallo en su matrimonio y de allí nació la pequeña. Él se hizo cargo y responsable de su hija y siempre le ha dado lo que ha necesitado».
Según apunta, este hecho no destruyó el matrimonio. Bessy lo aceptó, superaron como matrimonio esta etapa e incluso les unió más. Ahora, la niña, huérfana de padre, está con su madre.
Mientras tanto, en Canals, de luto oficial hasta el miércoles, el suceso ha conmocionado a los vecinos. Pocos son los que quieren hablar del tema y prefieren callar. Los que lo hacen son los que fueron testigos de gran parte de lo sucedido que aún se emocionan al recordarlo.
Matilde Garrido es vecina de la calle Valencia, donde ocurrió el atropello. Hacía apenas una hora que había pasado por el mismo sitio donde fueron atropellados los jóvenes. «Veníamos de cenar mi marido, mis hijos y yo. Llevábamos media hora acostados y escuchamos como una explosición. Nos levantamos, salimos al balcón y al momento vino un coche de la Policía Local que lo cogieron y esposaron».
Explica que el detenido no paraba de gritar que tiene un hija de 4 años y que cogieran las cámaras del bar y miraran lo que le habían hecho. Ella no conoce personalmente al autor de los hechos, pero sí a los padres. «Me da pena por ellos. Todos los días tras salir del gimnasio coincidía con ellos en una terraza de la Avenida Ferri. Hoy, como es normal, no estaban».
A Jesús, dice, estuvieron reanimándole durante mucho tiempo sin conseguirlo y a Bessy se la llevaron al hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva, donde poco después murió dada la gravedad de las lesiones.
El hombre,de 48 años de edad, conocido como 'El Manchego', nació en Madrid, pero vivió prácticamente toda su vida en Canals hasta hace unos años que se trasladó a Xàtiva. Algunas fuentes indican que se estaba separando y como él gritó a los policías, tiene una hija de 4 años.
El hombre no cuenta con ningún antecedente policial, ni tampoco consta como persona conflictiva.Todo comenzó en un pub de la localidad cuando este hombre, según sus declaraciones, fue agredido tras una discusión y se dispuso a perseguir a los agresores con su coche.
Conducía a casi el triple de velocidad de lo permitido por la vía, en dirección contraria por la Avenida de Valencia de la localidad. En ese momento, Jesús y Bessy, junto con un grupo de amigos, se disponían a cruzar la vía por el paso de peatones, cuando fueron arrollados por el vehículo.
Los jóvenes fallecidos volvían de ver el partido de la Champion League junto a sus amigos cuando la fatalidad se cruzó por su camino. El Ayuntamiento ha anunciado un minuto de silencio este martes, en su memoria.
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