Si bien es cierto que, antes de pensar en quién de los dos, -si la ilicitana Blanca Paloma, que el jueves dejó a propios y extraños con la boca abierta al convertirse en la mejor propuesta de la semifinal (por la que obtuvo la mayor puntuación); o un Agoney que se pensaba que las tenía todas consigo para vencer y hacer 'arder' a los eurofans (pese a que hace meses, antes de todo esto, dijo que no le interesaba Eurovisión) y que ahora ve cómo su propuesta se va desinflando ante los cada vez más enteros que gana la valenciana-, puede ganar y sacar ya el billete rumbo a Liverpool, hay que plantearse si realmente, cada una una de las canciones que nos proponen es realmente un 'chanelazo', es decir, si están a la altura de 'SloMo', un tema que ha hecho bailar a media Europa.
'Eaea', el tema que la artista valenciana Blanca Paloma ha presentado este año - ya lo intentó en la pasada edición y quedó quinta en la final con 'Secreto de agua', tiene consigo una gran escenografía, nos cuenta una historia y es todo un lucimiento para la voz de la cantante. Pero ese flamenco, que muchos celebran como toda una seña de identidad de España, puede que no llegue a conectar con el público europeo. Eso sí, el jurado del Benidorm Fest, formado por perfiles internacionales, sí captó -o al menos así nos lo han hecho creer al otorgarle la máxima puntuación de ambas semifinales- creen que sí, que es la mejor propuesta, que hacer que Europa palmee al ritmo de la canción, es buena idea. Es más, toman como referencia aquello que digo Lola Flores de «hacer la prueba y mandar a una que cantara una canción española a Eurovisión, verán cómo no quedaban en la cola, una canción de nosotros, porque si mandamos lo mismo que cantan en Italia, en Suiza o en Alemania...». Y no hay nada más español que el flamenco.
De Agoney, o amas su propuesta o no la entiendes. Hay eurofans que sostienen que el tema funciona mucho mejor por televisión que en directo. Es cierto que también derrocha voz y fuerza sobre el escenario (así lo vieron las votaciones del martes, que lo hicieron ganador de la primera semifinal). Se rodea de un buen cuerpo de baile y su canción tiene mensaje. ¿Será suficiente para repetir la revolución de 'SloMo'?
Lo que está claro es que si el año pasado la lucha era entre Chanel y Rigoberta Bandini, entre 'SloMo' y 'Ay, mamá', este Benidorm Fest tiene también dos claros favoritos. Pero quizás no llegue a esos mismos niveles. Cabe recordar la polémica del año pasado. Los votos del público prefirieron a Bandini y, sobre todo, a las gallegas Tanxugueiras. Pero el jurado se decantó por Chanel, inclinando la balanza hacia la artista cubana y decidiendo que ella era la vencedora y, por tanto, candidata a Eurovisión (luego quedó en tercera posición en el festival).
Aunque es complicado que la noche dé sorpresas y se cuele otro de los ochos finalistas como el ganador del Benidorm Fest. Es verdad que propuestas como la de la manchega Karmento, con 'Quiero y duelo', han encandilado al público y, además, hicieron que en la semifinal del jueves se viviera un conato de polémica como el de Tanxugueiras el año pasado. El jurado dio menos puntuación a Karmento que el público, al que se ha metido en el bolsillo. Esto provocó un abucheo cuando la portavoz de los expertos, la cantante Nina, dio los puntos a la actuación de la manchega. Ahí ha quedado la cosa y la artista reivindica que tiene el favor de los espectadores.
De Vicco, otra de las finalistas con el que es el tema más divertido de la noche, 'Nochentera', se espera que también tenga el favor del público. Aunque bien es cierto que su propuesta podría ser incluso más divertida y sacarle más partido a una letra con frases como «Tu boquita de fresa, mi mojito de menta...». Entre los candidatos también está otra valenciana, en este caso Fusa Nocta (de nombre Miriam Nares y nacida en Gandia) que con 'Mi familia' se ha colado en la final. El grupo Megara también ha llamado la atención por una propuesta rockera e irreverente que ha mostrado la puesta en escena más trasgresora de la edición. Y tampoco hay que perder de vista a Alice Wonder, una actuación que si bien no ha suscitado tanta expectación en España, puede ser una buena alternativa en Europa (allí sí podría entenderse).
Lo que está claro que este Benidorm Fest, que se ha desinflado con respecto a la edición anterior (la audiencia ha sido menor y no ha logrado crear bandos ni suscitar fuertes pasiones como las del año pasado), decide hoy quien se sienta en el trono de Chanel y quien hereda -o al menos lo intenta- el buen sabor de boca que la cantante nos dejó el año pasado.