Es el 'Cinema Paradiso' valenciano. Dos generaciones para mantener el que es el cine de verano más antiguo de la Comunitat. Está en la localidad de Serra y tiene tras de sí una historia que vertebra, a su vez, la vida de una familia ... caracterizada por su amor al séptimo arte.
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Porque el cine de verano de Serra, que funciona desde el año 1958, está ligado a Ramón Navarro y a su hijo Leví Navarro, el encargado de contar ahora, como si de una película se tratara, cómo se mantiene una sala de proyección al aire libre, situada en un antiguo trinquete donde se jugaba a pilota y que nació como cine parroquial hace 65 años. «Fue el sacerdote de la localidad Vicente Aliaga quien a través de la donación de un vecino de unos campos, fundó un pequeño cine parroquial para el verano. Mi padre, por aquel entonces, era adolescente, tendría unos trece años. Y construyó el cine siendo peón de albañil. Así, se encargó de enlucir la pantalla, que era muy rudimentaria», relata Leví Navarro unas pocas horas antes de que el cine de verano de Serra abra sus puertas a los espectadores para estrenar 'Barbie', la película de Greta Gerwig que está arrasando en taquilla.
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La primera cinta que se pudo ver fue 'El puente sobre el río Kwai', una producción del cineasta David Lean que había llegado a las salas apenas un año antes. Pasado un tiempo, ya en el año 1961, el siguiente párroco del municipio, José María Granell, decidió convertir el espacio en el trinquete que hoy en día se mantiene. «Está tal cual, aunque ahora no se juega a pilota», cuenta el gerente del espacio. «Como trinquete es muy ancho, pero como cine de verano es estrecho. La pantalla donde se proyectan las películas ya la construyeron con curva para que el enfoque fuera óptimo», señala Leví Navarro. Lo hace acompañado de su padre, quien no sólo fue el constructor de esa estructura rudimentaria sino también el primer proyeccionista. Porque empezó como albañil pero luego fue el encargado de mostrar las copias que llegaban a Serra.
«Fue Vicente Aliaga quien le dijo que se quedara de aprendiz bajo la tutela de 'El tío Madriles', el proyeccionista oficial del cine. Así lo hizo hasta que con 22 o 23 años, se juntó con tres amigos más y le arrendaron el cine al cura de aquel momento. Estuvieron varios años gestionando la sala, hasta que esos amigos abandonaron el negocio y mi padre se quedó al frente. Es él, hasta que yo tomé las riendas, el que ha estado toda la vida en este cine», relata Leví. Se da la circunstancia de que los protagonistas de este 'Cinema Paradiso' valenciano –la cinta dirigida por Giuseppe Tornatore que es todo un canto de amor al séptimo arte– tuvieron desde siempre tan interiorizada que su vida estaba ligada a esta sala al aire libre, que no guardan fotografías de su vida en el cine de verano de Serra. Pero no importa, ya que la segunda generación que tutela el espacio, hijo de ese albañil que luego fue proyeccionista y más tarde empresario del enclave, sólo tiene que echar mano de sus recuerdos para rememorar cómo han sido estos 65 años.
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«Tengo un hermano mayor, Ramón, y nos hemos criado en la cabina. Todos los veranos, todos los días, hemos hecho de todo lo que te puedas imaginar aquí. Recuerdo a mi abuelo, que también se llamaba Ramón, llevándome al cine. Nosotros veraneábamos en Serra, arriba justo de la casa de mis abuelos. Cuando él falleció yo tenía apenas seis años. Imagínate si mi vida está ligada a este cine», asegura entre risas el actual responsable, quien también recuerda «como hemos montado las películas de 35 milímetros, venían en seis o siete rollos, como enhebrábamos en el proyector...».
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Muchas son las anécdotas aparejadas a este trinquete que es pantalla y en el que los espectadores se sientan en sillas blancas de plástico para disfrutar de la proyección. Es un espacio familiar, que también se erige como punto de encuentro de vecinos y amantes del cine. De hecho, el cine de verano de Serra fue la primera sala de estas características que se digitalizó. Fue en 2011 y «hasta ese momento, ningún cine al aire libre utilizaba esta tecnología».
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Pero aún hay más. Y pese a nacer como espacio parroquial en el 58 y haber sido tutelado por distintos sacerdotes, además de haber estado en funcionamiento durante el Franquismo, «aquí nunca se ha censurado ninguna película».
¿Más recuerdos del enclave? «Mi padre siempre cuenta que uno de los hitos del cine de verano de Serra fue la proyección del filme 'Le llamaban Trinidad'. En aquella época (los años 70), de las películas apenas había una copia. Y esta había estado durante mucho tiempo en el cine Rialto de Valencia. Así hasta un año. Pero la cinta debía abandonar Valencia un miércoles. Mi padre preguntó si se la podía dejar lunes y martes. Aunque los exhibidores no estaban muy convencidos, accedieron y la película se vino a Serra. Fue la primera población de fuera de la ciudad que mostró a los espectadores el filme de Bud Spencer y Terence Hill», asevera.
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El cine de verano de esta localidad valenciana también tiene su listado de películas más taquilleras. Entre los recuerdos de Leví Navarro se encuentra el éxito y, sobre todo, el numeroso público que congregó el estreno de la primera 'Jurassic Park' de Steven Spielberg o las 500 personas que se reunieron en el enclave para ver a Russell Crowe en el papel de 'Gladiator', la reconocida cinta de Ridley Scott. «Con 'Titanic', que también fue un bombazo en la gran pantalla, recuerdo la sala llena», confiesa el responsable. En estos días, el 'boom' del cine de verano de Serra lo han compartido 'La Sirenita' y 'Barbie'. También 'Oppenheimer'. Como se puede comprobar, todo muy actual. Porque las películas que se proyectan suelen ser estrenos o que han llegado a las pantallas convencionales hace muy poco tiempo. «Yo he notado un cambio muy grande. Por ejemplo, en los años 90, las películas se estrenaban en noviembre y en el cine de verano llegaban en junio y llenaban la sala pese a que ya estaban accesibles desde hace meses», narra.
No obstante, la supervivencia de un espacio cultural como este no es fácil. Cuando Leví Navarro decidió mantener el cine de verano que heredó de su padre se dio cuenta de que en este tipo de empresas hay que ir más allá. Por ello, es responsable de más salas de verano y algunos cines de distintas localidades que ayudan a que su pasión por el audiovisual sea, además, su modo de vida. «Gracias a que hemos profesionalizado el cine de verano, que mantenemos un circuito de salas, el negocio (Exhicine) puede seguir hacia adelante. Además, el volumen de espacios que dirijo me permite mantenerlos», asevera.
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Leví y su padre Ramón son la memoria viva de lo que un cine de verano simboliza para muchas personas. Porque como a Totó, ese niño que gracias al proyeccionista Alfredo descubrió su amor por el cine, este 'Cinema Paradiso' valenciano también forma parte de los recuerdos varias generaciones de cinéfilos.
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