El exilio intelectual se asienta en el MuVIM

La exposición ofrece al visitante la posibilidad de viajar al universo de los intelectuales españoles exiliados en París tras la Guerra Civil, donde crearon Éditions Ruedo Ibérico. Nicolás Sánchez-Albornoz, Ramón Viladás, Vicente Girbau, Elena Romo y José Martínez Guerricabeitia, impulsaron la editorial que publicaba lecturas orientadas a los lectores de este lado de los Pirineos.

La propuesta que la Diputación ofrece en el MuVIM también pone al alcance del público una selección de pinturas, dibujos y grabados de los fondos de la colección permanente de algunos de aquellos artistas, muy destacados, que participaron dando un enfoque creativo diferente a una editorial que, como han destacado desde la organización de la muestra, supuso un desafío crítico a la represión intelectual que se vivía en España.

Por las páginas de 'Ruedo Ibérico' pasaron Manuel Castells, Joaquín Leguina, Pascual Maragall, Manolo Miralles, Antonio Saura, José Ortega, Ricardo Zamorano o José María Gorriz aportaron su calidad estética a la revista, fruto de la amistad que mantenían con Antonio Pérez, uno de los impulsores más destacados de la iniciativa.

Con esta propuesta el MuVIM, consolida y acrecienta una relación que se inició el pasado año con la itinerancia de tres exposiciones de la sala valenciana en espacios de la Fundación Antonio Pérez de la Diputación de Cuenca. La relación entre ambas instituciones permite ahora complementar la exposición '¿25 años de paz?'.

Hasta 1977, la editorial publicó desde su sede en París, y posteriormente, ya en democracia, se trasladó a Barcelona, donde desarrolló su actividad hasta 1982. Una etapa difícil, tanto por la situación económica de la editorial, como por la pérdida de su identidad y su función en el contexto político de la Transición Española.

'Ruedo Ibérico' consiguió durante dos décadas que la historia más reciente de España fuera contada desde una perspectiva ajena a la censura. Desde la organización han destacado que constituyó un puente de diálogo entre la oposición en el exilio y la que permanecía en España, entre la cultura silenciada y la cultura perseguida.

Entre 1962 y 1982 se llegaron a publicar más de 150 libros y una revista de muy notable calidad, Cuadernos de Ruedo Ibérico, en la que se trataron temas políticos, económicos y sociales, junto a algunos textos literarios, en 62 números.