Un año de gobierno municipal. Primer aniversario de la gestión de María José Catalá como alcaldesa de Valencia y con ello de la gestión cultural ... en manos del Ayuntamiento. El resultado, un cambio de gestión, un nuevo enfoque para abordar y resolver problemas enquistados que formaban parte de la herencia recibida del gobierno del Rialto. Pero pocas novedades, escasa por no decir inexistente la aportación propia. Quedan tres años y está prácticamente todo por hacer, ya se sabe. Pero no cabe duda de que se echan en falta propuestas innovadoras para los museos de titularidad municipal.
Publicidad
Huellas de la ambición cultural del Consistorio no se han visto más allá de la solución de problemas recibidos y alguna corrección sobre algunas actuaciones del gobierno del Rialto. Silencio en torno a la recuperación de bienes patrimoniales como 'La Ceramo', entre otros. Y una de las grandes preguntas en el aire ¿Cuándo llegará la licencia para que finalmente pueda avanzar el proyecto de la apertura del Museo de Bellas Artes a los Jardines de Viveros? La cuestión viene de lejos, y lo cierto es que solventar este asunto es capital para que el san Pío V, uno de los máximos valores culturales de Valencia, pueda abrirse paso en el futuro.
Catalá se mostraba el pasado sábado «satisfecha» por este primer escalón en su mandato. Y entre los logros conseguidos destacaba la reapertura del Palau de la Música. Este reto alcanzado es sin duda el que podría llamarse el buque insignia de la gestión en el ámbito cultural, aunque también habría que incluir la reactivación del Consell Local del Disseny, que esta misma semana celebrará su primera reunión, la constitutiva, con una composición renovada en busca de pluralidad, una cualidad que si se ha predicado todo apunta a que responde a que en su periodo anterior no existía. Ha cambiado en la gestión del festival de cine La Mostra del Mediterrani, además de devolver la paz a la Banda Municipal. Ha decaído la amenaza de que la centenaria formación dejara de estar adscrita al Ayuntamiento de la ciudad.
Noticia relacionada
El seis de octubre de 2023, el Palau de la Música reabría sus puertas y recuperaba la programación en sus instalaciones. La inauguración llegó unos tres meses después de que Catalá tomara la vara de mando.Había estado cuatro años cerrado y sumergido en obras. El desprendimiento, en el periodo del gobierno del Rialto, de los techos de las salas Iturbi y Rodrigo obligó a cerrar y desplazar la actividad a otros escenarios con la consiguiente pérdida de abonados.
Publicidad
El equipo de la alcaldesa Catalá se había propuesto la reapertura como objetivo prioritario y la meta no tardó demasiado tiempo en alcanzarse. Aunque meses después, en abril de 2024, saltó la noticia: el Palau va a necesitar otros tres años de obras porque la actuación anterior, acometida bajo el mandato de Glòria Tello -directora del espacio en el anterior gobierno-, se había quedado corta,la restauración era incompleta. En este caso no será necesario cerrar el auditorio municipal. Se verán algunas clausuras de salas puntuales, pero nada más.
La vuelta del Palau, ahora bajo la dirección del concejal José Luis Moreno, no sólo trajo consigo el regreso de la Orquesta de Valencia, y otros intérpretes, a su espacio natural, como todos esperaban. Permitió también que La Mostra de Cine del Mediterrani regresara a su escenario habitual o al menos tradicional del que también había tenido que escapar. Y La Mostra, además, se ha encontrado con la decisión municipal de disolver el Organismo Autónomo «para mejorar en eficiencia» la cita audiovisual.Ello ha comportado que será el auditorio el que se encargará de gestionar el festival en busca de mayor eficiencia. Cambio sustancial.
Publicidad
Otro de los quistes de la gestión del Rialto se encontraba sin duda en el Consell Local del Disseny. Aquel órgano nacido a la sombra de los grandes fastos de la Capitalidad Mundial del Diseño de 2022, se reunió en muy pocas ocasiones bajo el mandato de Ribó,sin que se facilitara el presupuesto que iba a tener y con dietas de 150 euros por miembros y sesión. El único fruto que dio un órgano consultivo e independiente -pese a estar directamente vinculado al entonces alcalde- sólo dio como fruto 'La ciudad deseada', título del resultado de seis meses de trabajo con reuniones ordinarias y extraordinarias del Consell del Disseny. Era un trabajo «diagnóstico» que ni siquiera se hizo público, cuyo coste económico no se facilitó. Las propuestas para «mejorar el bienestar de los valencianos» pasaban por ocurrencias como instalar «farolas que alumbren pero no deslumbren».
Catalá trajo una remodelación de este órgano consultivo cuyos miembros ya no van a percibir dieta alguna, más allá de pagar viajes y hospedajes si fuera necesario con cargo al presupuesto municipal. Catalá decidió hace poco más de un mes remodelar el Consell. Añadió miembros en busca de «pluralidad», confesión velada de que no la hubo, y para actuar en el contexto de la Capitalidad Verde que este año ostenta la ciudad. El jueves d esta semana, 20 de junio, se celebra la primera reunión. El futuro está por ver.
Publicidad
Y volvió la paz a la Banda Sinfónica Municipal de Valencia. Los profesionales de la centenaria formación habían pasado muy malos momentos, incluidos enfrentamientos con el director que llegó a dimitir y lanzar sonadas críticas al entonces alcalde, Joan Ribó. No faltaron las continuadas protestas de los músicos. Todo era consecuencia de que el gobierno del Rialto planteó un proceso de absorción de la BSM por parte del Palau de la Música que desencadenó el malestar. La llegada de María José Catalá al Ayuntamiento trajo consigo el carpetazo a los intentos de que la formación fuera absorbida por el Palau. Lo anunció el concejal José Luis Moreno en noviembre de 2023. La decisión no llegaba sola. traía consigo un manual de instrucciones a seguir que incluían un proceso de selección para elegir un director que acabara con la interinidad en la que se encontraba la orquesta, y también con un subdirector.
Un nuevo rumbo para la BSM. Y sin dejar la música de banda, un impulso a una de las citas culturales más arraigadas en la ciudad : El Certamen Internacional de Bandas, que este año celebra su 120 aniversario. El evento contará con un responsable, dentro del servicio, que se encargará de gestionarlo exclusivamente durante los 365 días del año. A lo que se ha sumado mayor presupuesto.
Publicidad
Quedan tres años y varios interrogantes sin resolver. ¿Qué tiene previsto para espacios como el Museo de Historia? Un atractivo espacio que parece no acabar de llenarse de contenido. ¿Y para el Museo de la Ciudad se guarda alguna sorpresa? ¿Llegará la restauración del palacio de Montortal o de la Casa del Americano? Por lo resuelto, satisfacción manifestó la alcaldesa, pero queda mucho por resolver.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.