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Vicente Llimerá es el nuevo director del Palau de la Música. LP

Los retos urgentes del nuevo director del Palau de la Música de Valencia

El Ayuntamiento nombrará este miércoles a Vicente Llimerá como responsable del auditorio municipal | El titular, que sustituye a Vicent Ros, debe recuperar el prestigio de la institución, capitanear su reapertura y el regreso a la vida cultural de la ciudad tras el abrupto cierre de 2019 y alcanzar la paz con una plantilla que ha clamado por «la grave situación» del espacio

Noelia Camacho

Valencia

Martes, 1 de agosto 2023, 13:36

El Ayuntamiento de Valencia ha elegido al catedrático de oboe valenciano Vicente Llimerá como nuevo director del Palau de la Música. Este reconocido ... intérprete será el encargado de tomar las riendas de la institución cultural, en horas bajas tras su abrupto cierre en 2019 y posterior rehabilitación. Llimerá llega al cargo en sustitución de Vicent Ros, cuyo puesto ya estaba amortizado, sobre todo tras el cambio político en el Consistorio derivado de las elecciones autonómicas y municipales del pasado mayo. El titular, cuyo nombramiento será efectivo este miércoles cuando sea aprobado por la Junta de Gobierno, tiene ante sí una nómina de retos urgentes para devolver el prestigio musical y cultural a una entidad que, desde su cierre en julio de 2019, navega entre el ostracismo y la fuga de abonados.

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Así que Llimerá, catedrático de oboe del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia y con una extensa carrera desde que comenzara sus estudios en la Banda Primitiva de Llíria y en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, donde obtuvo el título de Profesor Superior de Oboe, tiene tras de sí una larga lista de retos urgentes que acometer en su puesto. Llega, además, cuando ya se han perfilado las concejalías en el Consistorio, lo que ha hecho que el edil José Luis Moreno pase a presidir la entidad musical.

El principal deber es encarar la reapertura del Palau de la Música tras cuatro años cerrado. El desprendimiento del techo de la sala Joaquín Rodrigo en junio de 2019, que se unía a un suceso similar ocurrido en la sala Iturbi, motivó que el edificio fuera declarado «inhabitable» por los bomberos. Desde entonces, la programación del Palau ha tenido que deambular por distintos espacios de la ciudad (Palau de les Arts, la Rambleta, el Almudín o el teatro Principal), a la espera de una rehabilitación integral que ya se está ultimando y que, según las previsiones de la anterior presidenta del organismo, Glòria Tello, se reinaugurará en octubre coincidiendo con el concierto del Día de la Comunitat.

El Palau de la Música de Valencia ultima las obras de su rehabilitación integral. IVÁN ARLANDIS

Si se cumple ese objetivo, el Palau reabrirá sus puertas y Llimerá ya será director. Pero este es sólo el primer paso porque estos cuatros años han dejado una factura importante en el auditorio que ha desprestigiado a una institución con más de treinta años de historia y un pilar en la vida cultural de la ciudad. No sólo su cierre y una oferta musical que ha obligado a la Orquesta de Valencia a moverse por distintos escenarios han dañado la imagen del Palau. Porque importante es su edificio, puntal de la vida del auditorio. También lo es su gestión, algo que tampoco ha estado exento de polémica en los últimos años (un ejemplo es el robo de 5.500 euros que sufrió el espacio y que se cerró sin culpables).

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Frenar la marcha de abonados

Entre las tareas urgentes, el nuevo responsable deberá recuperar el aval de los abonados a la institución. Si bien es cierto que en la pasada temporada el espacio logró frenar la sangría de fieles (alcanzó lo 706 abonados), que había llegado a niveles nunca vistos en un auditorio que sumó cifras récord como los más de mil abonados de la temporada 2014-2015 (gestionado por el entonces Consistorio en manos del Partido Popular). Esa complicidad con los abonados pasa también por darles a conocer la oferta musical para 2023-2024, el año de la reapertura del Palau. De momento no se ha hecho pública (el Consejo de Administración tiene pendiente aprobar la programación), pero se sabe que quedó cerrada por parte de la anterior presidenta Glòria Tello. El nuevo director tiene también el reto de hacer que las grandes formaciones musicales del planeta y los solistas más prestigiosos regresen a Valencia.

Pero en el Palau de la Música de Valencia ha habido más de un incendio, dicho de manera figurada, que el nuevo titular debe apagar. Uno de ellos se sitúa en los puestos de la plantilla que el auditorio tiene sin cubrir. La hoja pasa por la entrada de un gerente. No será una persona externa al auditorio dado que esa plaza existe, pero está vacante. Esta no es la única jefatura por cubrir, dado que la institución también carece de jefe de Recursos Humanos. Son plazas a cubrir de forma inmediata en un espacio que tampoco cuenta con subdirector musical desde años.

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Una reforma de más de 11 millones de euros

La rehabilitación del Palau asciende a 11,4 millones de euros. Las obras comenzaron el pasado abril y el resultado, tras más de un par de meses de trabajo, empieza a ser visible. La retirada de los andamios exteriores ha comenzado. Sin la estructura metálica en el acceso principal se observa el nuevo alicatado gris de la fachada que recae al Paseo de la Alameda. Se han cambiado las placas de piedra natural exteriores y ya se ven las nuevas. Esta partida asciende a 607.903 euros. La reforma actual se acomete a priori para mejorar las salas de música pero la reforma incluye todo tipo de mejoras. Con el presupuesto en la mano, el grueso de la inversión se lo ha comido el acristalamiento del vestíbulo, que asciende a 3.069.310 euros. El nuevo acristalamiento está a la vista de cualquier ciudadano. El aluminio blanco de la cristalera ha dado paso al color negro.

Y, quizás, otro de los retos más urgentes y necesario es recuperar la paz con la plantilla del Palau de la Música, muy crítica con la gestión del auditorio en los últimos años. La lista de sus reclamaciones es casi infinita y en una carta remitida al anterior alcalde de la ciudad, Joan Ribó, las denuncias fueron desde «la grave situación» por la que atraviesa la institución cultural, sumida en el «ocaso», hasta la falta de recursos para, incluso, comprar uniformes a los miembros de la Orquesta de Valencia; la falta de planes de formación; la cantidad de plazas sin cubrir; la «preocupación por una gestión y programación que no es capaz de aumentar y ni de retener el público abonado»; o una programación de alto riesgo acústico «que no se ajusta a los espacios escénicos de trabajo y está provocando lesiones auditivas en nuestras compañeras y nuestros compañeros», entre otras.

Aunque en la otra cara de la moneda, Llimerá se encuentra un auditorio que en lo musical parece que ha encontrado la estabilidad de manos del director de la Orquesta de Valencia, Alexander Liebreich, tras haber visto como en la última década han pasado hasta tres titulares por la formación. Tras la marcha de Yaron Traub, llegó a la formación el que fue un fichaje estrella de la anterior presidenta, Glòria Tello: el valenciano Ramón Tebar. Este profesional tomó las riendas de la agrupación musical con las expectativas muy altas, que no se cumplieron. Desavenencias con los músicos provocaron que la situación se tensionara hasta tal punto que en febrero de 2021 se anunciara el reemplazo de Tebar, sustituido por Liebreich. Desde entonces, las aguas se han calmado y la relación del alemán con los miembros de la Orquesta es buena (lo que se traslada a la calidad que ha imperado en los conciertos en los últimos tiempos).

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Sin concurso público

El ya exresponsable del Palau, Vicent Ros, recibía un salario bruto anual de 77.921,25 euros, el mismo montante que, según la documentación a la que ha tenido este diario, recibirá Llimerá. No obstante, el nuevo titular ha accedido al puesto de forma directa, sin pasar por un procedimiento abierto -concurso público- como sí hizo Ros en 2016. No en vano, ese proceso no estuvo exento de polémica accedió al cargo en 2016 mediante un procedimiento que no estuvo exento de polémica.

El proceso de selección acabó en los tribunales tras el recurso de uno de los quince aspirantes al puesto, que llegó hasta la justicia por no estar de acuerdo con la puntuación que el comité evaluador había dado a su proyecto. Por ello, la votación se tuvo que repetir en octubre de 2020 -habían pasado cuatro años desde el nombramiento de Ros-, como así lo recogió una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana y en la que se obligaba al auditorio a realizar de nuevo el proceso. Se llevó a cabo y Ros fue ratificado como director del auditorio, en referencia al periodo de 2016 a 2019, que era el plazo de tiempo al que hacía referencia el concurso. Después, en 2019, el Palau prorrogó el contrato del responsable del auditorio, que ha tenido diversas renovaciones hasta la fecha. Llimerá tiene, según las fuentes consultadas por este diario, un contrato que no tiene una delimitación temporal concreta al ser de libre designación.

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