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Imaginen a la actriz Rossy de Palma como a una de esas «divas insoportables» del Hollywood de los 50 sobre un escenario en el que ... merodea el fantasma del conocido cantante Luis Mariano. Además, transpórtense al rodaje de una película que se lleva a cabo sobre un decorado que recuerda inevitablemente a una monumento fallero. Y descubran que la trama pasa del jazz al valls pasando por la música popular mexicana sin ningún tipo de disimulo. Así es este «parque de atracciones» que se titula 'El cantor de México' y es la primera opereta -un género de la zarzuela- que se programa sobre escenario del Palau de les Arts de Valencia en sus más de 15 años de existencia.
El montaje, que se estrena el próximo viernes y estará en cartel durante cinco funciones hasta el 13 de noviembre, aterriza en el coliseo de ópera para «romper prejuicios» aparejados a la zarzuela y sacar una sonrisa al público. Lo hará con un espectáculo «coral» que, además, es «divertido, hilarante, con tintes de culebrón e interpretado por una diva insoportable», que en este caso es la reconocida actriz española. Pero Rossy de Palma no está sola sobre las tablas de una obra que también recuerda a la revista y tiene tintes del Hollywood clásico y los musicales de Broadway.
En este título compuesto por el vasco Francis López en exclusiva para la voz del conocido cantante Luis Mariano (Irún, 1914 - París, 1970) y que se estrenó en el Théatre du Châtelet de París en 1951, el encargado de tomar las riendas del rol principal es José Luis Sola, quien ha asegurado durante la presentación de este lunes que tiene todas las grabaciones habidas y por haber del popular intérprete, quien «tenía una voz increíble».
Francis López creó para el tenor Luis Mariano 'El cantor de México', cuyo título original es 'Le chanteur de Mexico', y que se estrenó, con un «éxito arrollador», el 15 de diciembre de 1951 en el teatro parisino. En 2006, la obra regresó a ese mismo escenario de la mano del director Emilio Sagi, para poner de nuevo al público francés en pie con su «brillante» adaptación de la obra, en una aplaudida producción con Rossy de Palma, que once años después, traducida y adaptada al español y con la polifacética actriz, causó también sensación en la inauguración de la temporada del Teatro de la Zarzuela de Madrid en 2017. Ahora, y convertida en la primera opereta que se programa en Les Arts, llega a Valencia para convertir al auditorio en un «auténtico teatro musical» en el que «todo el público encuentre su propio espacio», ha asegurado el director artístico de la institución, Jesús Iglesias.
Para ello, se presenta un montaje que cuenta el rodaje de una película interpretada por la actriz Eva Marshall, una gran intérprete que es, en palabras de la propia Rossy de Palma «una diva insoportable». «Le echa las culpas a todo el mundo», ha bromeado la artista durante la rueda prensa. «Aunque yo no soy nada diva en la vida real, a ella la estoy haciendo cada vez más insoportable», ha insistido. «Este espectáculo lo gocé desde el principio», ha dicho antes de resaltar que la escenografía es «muy fallera». «Ojalá podamos volver para quemarla en Valencia», ha vuelto a bromear. Lo cierto es que el escenario se llena de un diseño colorido y muy «kitsch» que fue realizado en la Comunitat por la empresa valenciana Odeón Decorados.
De Palma, o en este caso Eva Marshall, se enamora durante la filmación Vicente Etxebar, el apuesto tenor vasco y aspirante a estrella que está interpretado por Sola. Les acompañan en el elenco artístico Enrique Baquerizo, en la piel del productor Riccardo Cartoni, Sylvia Parejo (Cricri, su secretaria), Toni Marsol (Bilou), José Luis Martínez (señor Boucher), Ana Goya (señora Cécile), María José Suárez (María), Nagore Navarro (Lupita), Miguel Huertas (el maestro del coro) y Eduardo Carranza (Tizoc).
Asimismo, la dirección musical de 'El cantor de México' recae en el maestro Óliver Díaz, que ya dirigió el estreno en Madrid y que en este caso toma la batuta de la Orquesta de la Comunitat y el Cor de la Generalitat, de quien ha destacado su «calidad». Díaz ha calificado el espectáculo como «un delirio de colores» al que acompaña una partitura «sumamente versátil», en la que se suceden estilos y géneros tan variados como boleros, 'swing', mambo, canción vasca o folklore mexicano«. Por su parte, la directora de la pieza -en sustitución de Emilio Sagi- y coreógrafa de toda la opereta, Nuria Castejón, ha resalta que la obre »te hace fluir desde el primer momento entre los diferentes estilos que aparecen en él«. »Es una montaña rusa, un parque de atracciones«, ha aseverado.
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