Una de las radios coleccionadas por Vicente Tarazona que se vieron arrasadas por el lodo en el garaje de su casa de Paiporta. LP

El tesoro de las 200 radios antiguas que se llenó de barro y lodo

La extensa colección de piezas históricas de Vicente Tarazona, un vecino de Paiporta de 82 años, se vio asolada por la DANA el pasado 29 de octubre aunque los responsables del Museo de la Telecomunicación de la Politècnica las han rescatado para intentar recuperarlas y que vuelvan a sonar

Noelia Camacho

Valencia

Martes, 3 de diciembre 2024, 18:48

Vicente Tarazona se rompe al hablar. Este vecino de Paiporta de 82 años perdió hace apenas unos meses a su mujer. Y el pasado 29 de octubre, su casa fue afectada por la DANA. La riada fue otro duro golpe para él. Pero ... no sólo por la devastación sino porque el fango y el lodo inundaron su garaje, en el que conservaba una colección de radios con más de 200 aparatos que se vieron devastados por el agua. «Ha sido un desastre», asegura a LAS PROVINCIAS con la voz entrecortada. No se muestra muy optimista porque, desde que perdió a su esposa, la tristeza le invade. Aún así ha habido una rendija de esperanza. Él daba ya por inservibles sus radios, que coleccionaba desde hace años. Pero su hijo intentó hallar una solución, que ese patrimonio histórico, testigo de la evolución de los medios de comunicación y mucho más que un 'hobby' para su progenitor, se salvara.

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Y así será. En gran parte. Porque hace apenas unos días, responsables del Museo de la Telecomunicación 'Vicente Miralles Segarra' de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), se aventuró a rescatar la colección de radios de Vicente Tarazona. El proceso comenzó el miércoles 20 de noviembre y continuó el lunes 25 de ese mismo lunes. Los técnicos, encabezados por la directora del museo, Carmen Bachiller, accedieron al garaje para valorar la magnitud de los daños y evaluar el estado de conservación de cada pieza, determinando así, cuáles presentaban un estado más óptimo para poder ser intervenidas. Además, trasladaron algunas de las piezas a una ubicación momentánea y con mejores condiciones para garantizar que no iban a sufrir mayores desperfectos.

«Lo primero que tengo que hacer es dar las gracias. A ellos y a todos los voluntarios que han venido a ayudarnos. A todos. Mi agradecimiento y el del pueblo de Paiporta a todas esas buenísimas personas», quiere reiterar Vicente. A él le gustaría que su colección de radios no quedara en el olvido. «Aunque para recuperarlas hay que ser muy manitas. Ojalá en el museo lo consigan. Pero es que se necesitan buenos técnicos, con mucha paciencia y que entiendan de bobinas, de lámparas...», cuenta. Entre sus fondos, radios muy valiosas como tres aparatos de las denominadas 'radios de Hitler', aquellas que se confiscaron en la Alemania nazi para impedir que se escucharan informaciones de otros país como Inglaterra y Francia; de marcas como Phillips de los años 20; las simples pero efectivas radios de galena... Toda una colección que sumaba 200 objetos y que, además, le 'obligaban' a tener una mesa llena de herramientas que era su taller, en el que reparaba y hacía funcionar -porque funcionaban todas- las joyas que ha atesorado Vicente durante años.

La colección de Vicente cuenta con aparatos históricos, con más de cien años, de modelos como Phillips y las denominadas radios de galena

¿De dónde viene una pasión, la de coleccionar radios, que le hizo atesorar joyas con más de cien años de antigüedad y auténticas rarezas y modelos excepcionales? Vicente Tarazona se retrotrae a su juventud, a sus 18 años, y cómo sus padres le pagaron un curso de radio por correspondencia. «Te enseñaban la parte teórica y también la parte práctica. Durante tres años, reparé algunos aparatos. Pero me casé, tuve hijos y había que vivir de algo y de las radios no se podía. Así que abandoné la afición», narra a este diario. Hasta que llegó la jubilación, la suya y la de su mujer, y una visita al rastro.

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Los técnicos y voluntarios del museo, con Vicente Tarazona, transportando las radios para recuperarlas. LP

«Allí encontré una Phillips 'xicoteta' en un puesto que tenía seis meses de garantía. Estaba deseando llegar a casa para desmontarla. Y así fue. Me vinieron a la mente muchos recuerdos. Luego volvimos otra vez y allí me contaron que existía un foro, el 'Válvulas', donde compartir impresiones con aficionados. Me apunté y allí retomé la afición y empecé a coleccionarlas. Aprendí mucho», asegura. Porque las radios no sólo se convirtieron en su pasión. También, un mundo en el que, como explica, hallar grandes amigos. Fue el caso de Juan Orenga, señala Vicente, quien se emociona al recordar a un «amigo que se convirtió en familia». Ahora, vive un nuevo golpe que ha llenado de lodo y barro unos objetos que son parte de su vida.

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Sin embargo, según los responsables del Museo de la Telecomunicación de la UPV, «las pérdidas han sido mínimas, gracias al esfuerzo conjunto de un grupo de estudiantes voluntario de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación y dos conservadoras y restauradoras, quienes han trabajado bajo la supervisión de Carmen Bachiller, que ha coordinado todas las labores de rescate para garantizar que la colección de Vicente no se pierda ni quede en el olvido». Ahora, el siguiente paso será restaurarlas para que esa memoria radiofónica que pertenece a este vecino de Paiporta pueda ser disfrutada por las futuras generaciones.

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