Chicote en el restaurante La Habana: lágrimas, reproches y gritos

El chef visita un negocio en el que el dueño quiere jubilarse y la hija no toma las riendas de forma adecuada

LAS PROVINCIAS

Jueves, 6 de febrero 2020, 20:40

Fue un lugar destacado, con suma popularidad por sus platos y ahora se enfrenta a un futuro oscuro, sin que esté asegurado que la nueva generación tome las riendas de forma adecuada para un restaurante que ha recibido a tantos clientes. Su situación es de declive, con problemas que provocan que los comensales incluso abandonen el local antes de acabar de comer o cenar. Las broncas se suceden y las culpas se reparten entre los camareros y la hija del dueño. Alberto Chicote vive una auténtica 'Pesadilla en la cocina' en el restaurante La Habana de Gijón.

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Alberto Chicote viaja hasta un restaurante en el que todo el a lo grande. Las raciones son de dimensiones mayores a las normales, incluso el local es de más de 500 metros cuadrados. Ante un escenario así, el chef busca reflotar un local que deslumbró en épocas anteriores. El problema no está del todo en la calidad de los platos, como suele ocurrir en la gran mayoría de restaurantes que participan en 'Pesadilla en la cocina'. Chicote destaca que los platos están acertados, que incluso están «buenos» y con «cocciones correctas», por lo que la 'pesadilla' está en otro lugar.

El verdadero problema del restaurante La Habana no está en los platos que le encumbraron, sino en el trabajo que se encuentra entre los fogones y las mesas. El dueño vive su etapa final en su restaurante. Va a jubilarse y tomará las riendas su hija Gema, centro de las críticas de los camareros, pero ella considera que es el servicio el que no cumple. Ahí está el problema que acaba con lágrimas, reproches y gritos.

Mientras Gema y los camareros se chillan, el dueño contempla con dolor el declive del local. No hay solución aparente y sólo Chicote puede intentar salvar el negocio familiar. Ante este escenario, los comensales viven situaciones tan atípicas como que en una misma mesa algunos ya han acabado mientras que otros aún no tienen sus platos. Con toda esta coctelera Chicote estalla ante la pasividad de Gema: «yo he hecho mi trabajo, tú no has hecho el tuyo».

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