Carles Claver, a la Politècnica tras un sobresalto

Pasó varios años como autónomo: «Hice comunicación de empresas, sobre todo con vídeos promocionales. Hice muchos vídeos para el Centre de Cultura Contemporània del Carme. Gracias al cierre de Canal 9 me tuve que espabilar mucho, me puse al día en Internet y redes sociales, también con el tema de la cámara y hacer yo mismo las grabaciones... Salí de la zona de confort para ofrecer más y ser polivalente».

Luego se reenganchó a los medios de comunicación al colaborar con la delegación de Antena 3 en la Comunitat Valenciana: «Estaba en la plantilla de refuerzo. Luego alterné con La Sexta. Cuando había más coberturas de las habituales o en fines de semana me solían llamar. Así estuve dos o tres años». Y el proyecto de À Punt supuso un espaldarazo. En primer lugar, trabajó durante tres meses en una productora que grabó un programa para la nueva televisión pública, que todavía no había comenzado las emisiones.

Y justo antes de que À Punt echara andar, Claver se incorporó a la plantilla: «Primero haciendo labores de redactor. Y luego en deportes con una función doble de editor y presentador, con una redacción nueva de gente muy buena y entregada. Mi objetivo principal como editor era sentir que el producto que hiciéramos fuera digno. El inicio fue muy costoso. Éramos muchos menos de lo que en su día fue la plantilla de Canal 9. Teníamos ganas de trabajar y de demostrar que valíamos. Yo sentía que debíamos justificar nuestra vuelta a las ondas. Muchos nos pusimos un nivel muy alto de exigencia. Yo iba a echarme a la espalda todo lo que tenía que echarme».

Entonces, un problema de salud se cruzó en su camino. Sufrió un ictus que le obligó a parar: «A nivel personal noté mucha responsabilidad y mucho estrés. Igual demasiada carga emocional, pero no nos arrepentimos». Mientras, se replanteaba el modo de vida: «En este impasse estaba abierto y me presenté a un proceso en la Universitat Politècnica de València. También eché solicitudes para opositar a varias cosas, incluso Policía Nacional. Estaba en la bolsa de trabajo de la Politècnica y, a los cinco meses del ictus, ya estaba bastante bien».

Claver decidió aparcar la televisión: «Estaba tratando con Ricard, jefe de deportes de À Punt, qué funciones podía hacer porque desde el primer momento estuvo muy pendiente de mi evolución. Entonces surge la ocasión de un contrato de seis meses en el Centro de Cooperación al Desarrollo en la Politècnica. Me gustó el trabajo y luego pude pasar al departamento de comunicación de la Politècnica, que es donde estoy desde hace un año y medio». Próximamente, se presentará a una oposición en la UPV. Echa la mirada diez años atrás y se siente satisfecho: «Ahora lo veo como algo que me puso a prueba y estoy contento de cómo salí adelante».