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Un museo está en constante evolución. No es una fotografía congelada de la colección. Los fondos están vivos. Así se desprende de la gestión de Pablo González Tornel. El director del Bellas Artes de Valencia no sólo contribuye a incrementar las pinturas del centro (desde el legado del mecenas Gerstenmaier hasta la colección Lladró) sino que imprime nuevos recorridos artísticos con las piezas conservadas en el almacén.
¿Recuerdan el edificio reformado en la V fase de ampliación? El inmueble, bautizado como Rafael Pérez Contel, se inauguró en 2019, aunque las obras concluyeron en 2017. La Conselleria de Cultura optó por esperar a la aprobación del plan museográfico para dotarlo de contenido. El Ministerio de Cultura ni ha dado el visto bueno al plan museográfico ni se le espera. González Tornel tiene planes para el edificio, que acogió la exposición temporal 'El inicio de la pintura moderna en España: Sorolla y su tiempo', que se inauguró en 2019 pero estuvo en cartel hasta 2022.
Donde se exhibió esta muestra, comisariada por Rafael Gil, se alzará la sala Joaquín Sorolla, donde ya está instalado el colosal 'Yo soy el pan de la vida'. Los visitantes del Bellas Artes de Valencia pueden observarlo ya después de ser expuesto en el edificio de Correos, donde recaló la colección Lladró en 'De la foscor a la llum'. No es la primera vez que Sorolla tendrá espacio propio: en la última legislatura del PP se creó con préstamos y cesiones de instituciones y particulares. La nueva sala será diferente, con fondos propios y visión del siglo XXI, según González Tornel.
El edificio Pérez Contel «se destinará a salas monográficas», ha avanzado González Tornel. Sorolla, Muñoz Degrain, Pinazo y Benlliure son los afortunados. La última revolución del Bellas Artes pasa reivindicar «la edad de plata del arte valenciano», en palabras de su director. Después de estos espacios de autor, llegarán las salas de género: paisaje, evolución del retrato, pintura costumbrista... Todo se materializará este año y en 2024.
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El primero en instalarse de forma permanente en el inmueble de la V fase de ampliación es Muñoz Degraín. Desde este viernes el autor de 'Amor de madre' tiene espacio propio o, para ser más precisos, lo recupera. El director del San Pío V recordó durante la presentación de la sala que Muñoz Degraín donó 56 pinturas y objetos personales al centro de arte valenciano. Se exhibieron primero en el antiguo Convento del Carmen y luego en el edificio del San Pío V, donde se desmanteló para iniciar unas obras. Los fondos regresaron al almacén y ahora salen. La sala está compuesta de 25 pinturas de «paisajes sublimes», «colores no convencionales» (como rosas y violetas) y «la grandeza del mundo natural ante un hombre completamente empequeñecido»,.
González Tornel defendió la relevancia de la figura de Muñoz Degrain y su vinculación con el Bellas Artes. En el marco del centenario del fallecimiento de Muñoz Degrain, que se conmemora en 2024, González Tornel ha avanzado que el Museo de Bellas Artes realizará una gran exposición temporal en colaboración con el Museo de Málaga, que también tiene una buena cantidad de obras del artista. La muestra se trasladará posteriormente a Málaga y también se desarrollarán iniciativas en la Biblioteca Nacional y El Prado.
La colección de obras de Antonio Muñoz Degrain del Museo de Bellas Artes de Valencia es la más importante del mundo sobre el autor en cantidad y variedad. La mayoría de las piezas proceden de la propia donación del pintor, que en 1913 proporcionó al museo algunas de sus obras más importantes, junto a otro tipo de objetos.
Muñoz Degrain pasa ahora a ser una «seña de identidad del museo». Es hora de reivindicar «la gran figura española de entre siglos, al nivel de Joaquín Sorolla» dentro de su género, «poco conocido fuera de Valencia».
El presente del museo pasa por el edificio Pérez Contel. El futuro, como otras instituciones artísticas públicas, deberá despejarse tras la formación del nuevo Consell. González Tornel se ha mostrado cauto. La compra bloqueada de 'Cristo portacruz' de Paolo de Sanleocadio o la composición del patronato tras la marcha de Fernando Delgado tendrán que esperar.
El Bellas Artes ha despegado con González Tornel en la dirección, pero el museo necesita aliados. Requiere el apoyo del Ministerio, la Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento. La autonomía en la gestión fue un compromiso de la Conselleria de Cultura en mayo de 2015 y sigue sin cumplirlo (ni fundación, ni consorcio, ni ley). Y algo similar sucede con el plan urbanístico para embellecer y adecuar el entorno del museo, un proyecto que nunca se materializa por parte del Ayuntamiento y del Ministerio.
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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