Una burbuja sanitaria que necesita del esfuerzo de Valencia

El éxito del Medio y Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP Elite Edition va más allá de las marcas. La velocidad de los atletas, de Legese o Jepchirchir, o las 2:26:51 que Marta Galimany piensa asaltar, serán la guinda a una carrera cuya excelencia depende, más que nunca, de la población.

El Ayuntamiento, Correcaminos y la Fundación Trinidad Alfonso como organizadores de la prueba se han esforzado en pedir a la ciudadanía que se quede en casa y que siga la prueba desde algún medio de comunicación. El modo de animar en este inusual año es con camisetas en los balcones, de hecho se invita a aquellos atletas que no han podido participar en la prueba a colgar sus camisetas.

Los atletas que participarán en el maratón, que arranca a las 8:30 horas, (30 minutos antes lo hará el medio) darán dos vueltas al recorrido, el trazado es por tanto un 50% menos extenso de lo habitual por lo que el impacto en la ciudad es inferior. También se ha cerrado el acceso a la salida y a la meta de las carreras que eran dos puntos en los que habitualmente se acumulaba mucha gente.

El objetivo, además de evitar contagio de la población, es mantener la burbuja sanitaria en la que se han mantenido las más de 250 personas que discurrirán durante la mañana por las calles de la ciudad. El estricto protocolo ha estado coordinado por Luis Cort, director médico de la carrera. Los atletas han estado controlados desde que pusieron rumbo a Valencia y se les sometió a pruebas PCR. Ayer, la organización informó de que los resultados habían sido satisfactorias y un «100% de las pruebas habían sido negativas. La élite internacional se dio un buen madrugón para estriar las piernas y probar sus sensaciones. Todos los participantes, se han mantenido aislados en sus respectivos hoteles. El único deseo de todos en el día de ayer era que el viento de una tregua, al menos, de 8 a 11 horas de hoy.