SOS del azulejo ante la «peor coyuntura» de la historia para la industria

Y lo ha hecho durante la presentación de dos estudios económicos realizados por PwC España -en el marco de un convenio con la Conselleria de Hacienda- que han servido para, por un lado, reflejar el impacto que la industria azulejera tiene sobre las economías valenciana y española y, por otro, analizar el impacto de la escalada de costes energéticos y de materias primas en el sector. En este último caso, un dato: la previsión es cerrar 2022 con unos ingresos de 5.700 millones frente a unos gastos superiores a los 6.600 millones. De ellos, el 45% corresponden a los costes energéticos, tanto de gas como de electricidad.

De ahí la insistencia del presidente de la patronal azulejera en lanzar una llamada de SOS y reclamar (como hicieron la semana pasada ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez) unas ayudas que palíen la situación que atraviesa la industria, pues el escenario a corto plazo es de pérdida de competitividad, destrucción de empleo y cierre de empresas. En este sentido, el informe elaborado por PwC pone de manifiesto que el 78% de las empresas, que concentran el 59% de la producción, presentan riesgo elevado, «lo que pone en riesgo el futuro del sector», según ha explicado la portavoz de la consultora, Anna Merino.

La actual coyuntura, ante la que consultora también ha alertado de que va a impactar «de forma notable» en las cuentas de resultados de las compañías, provocará que el impacto de la industria sobre el PIB de España y de la Comunitat se vea minorado entre un 7% y 19% mientras que, en el caso del mercado de trabajo, se dejarán de generar 8.206 empleos en España

En cuanto a las previsiones para 2023, los responsables del estudio han dibujado tres posibles escenarios según el tiempo que se prolongue la guerra en Ucrania y la evolución de los costes energéticos. En todos ellos se espera una reducción de la actividad y del empleo que se traducirá en un impacto negativo de entre un 10 y un 30% en el PIB y hasta un 16% en el mercado de trabajo.

Unos indicadores sectoriales para este ejercicio y el próximo que desdibujan los buenos resultados obtenidos por el sector en 2021 en comparación con 2019, que hubiera sido «excelente», en palabras de Nomdedeu, «si no hubieran cambiado las circunstancias externas», en referencia a la crisis energética (que impactó en el último trimestre del año pasado) y a la guerra en Ucrania.

Aun así, en 2021, el clúster cerámico tuvo una facturación aproximada de 6.900 millones, contaba con más de 23.000 empleados y situó a España como segundo país exportador del mundo y cuarto productor del mundo.

Así, la industria cerámica representa el 18,7% del PIB industrial de la Comunitat y supone más del 22% del total del PIB de la provincia de Castellón. El impacto total del sector sobre la economía española ascendió a más de 4.400 millones en 2021, lo que equivale al 2,4% del PIB industrial español. En el caso de la Comunitat, la repercusión sobre su economía es de 3.612 millones, el 3,6% del PIB de la autonomía.

Tanto el impacto del PIB en España como en la Comunitat se han incrementado de forma significativa respecto a 2019, con un 16,4% y un 28,5%, respectivamente. En este sentido, según recoge el informe, en términos de PIB, el sector energético es el principal beneficiado con 415 millones, lo que representa un 12,5% del impacto indirecto e inducido. En este sentido, el clúster tiene un efecto tractor y multiplicador muy importante, ya que por cada euro obtenido en el Ebitda el sector genera 11,8 euros de PIB en la economía española.

Además, representa el 13,3% del empleo industrial de la Comunitat (11,6% en 2019) y el 19,6% del total del empleo de la provincia de Castellón (17,9% en 2019). En total la actividad del sector generó más de 70.000 empleos directos, indirectos e inducidos en 2021 que supone el 2,6% del empleo industrial de España.

Por ello, en la presentación de los estudios, el conseller de Hacienda, Arcadi España, ha incidido en que es «un sector puntero en todos los ámbitos» que, hasta ahora, «ha necesitado muy poco de la administración». «Siempre ha hecho los deberes, nunca ha pedido nada y ha aportado empleo e ingresos impositivos», ha añadido, por lo que también ha reclamado más medidas de apoyo desde el sector público, como sucede en Alemania e Italia.