El cambio en las tarjetas de crédito que afectará a todos los usuarios de Mastercard

El mundo de los pagos electrónicos está en constante evolución, y una de las transformaciones más relevantes en este ámbito acaba de ser anunciada por Mastercard. La compañía ha decidido eliminar los tradicionales 16 números impresos en el anverso de sus tarjetas de crédito, en una medida que busca reforzar la seguridad de los datos, mejorar la experiencia de los usuarios y reducir los riesgos asociados a fraudes y robos de información.

Uno de los principales objetivos de esta actualización de Mastercard es avanzar hacia un futuro en el que la autenticación de pagos sea más segura y sencilla. Según Gregorio Trimarco, director de aceptación digital para Latinoamérica Sur y Caribe de Mastercard, la compañía espera que, para 2030, los métodos tradicionales de validación, como la introducción manual de números de tarjeta o contraseñas, sean completamente sustituidos por tecnologías más avanzadas. Entre ellas, destacan la biometría y la tokenización, sistemas que ya tienen una adopción global superior al 30% y están disponibles en casi todos los emisores de tarjetas de América Latina.

Este cambio supone una transformación en la infraestructura de los pagos digitales. Actualmente, al realizar compras en línea, los usuarios deben ingresar manualmente los 16 dígitos de su tarjeta y un código de seguridad, lo que supone un reto en términos de seguridad y agilidad del proceso. Con la implementación de la tokenización, los datos sensibles se reemplazarán por identificadores digitales únicos, lo que minimizará los riesgos de fraude y facilitará las transacciones.

Tal y como han publicado desde el portal 'infobae', la eliminación de los datos impresos en las tarjetas ya ha comenzado a ser adoptada por otras entidades del sector financiero. Compañías como Visa y bancos como BBVA en Colombia o Banco Santander en Chile han implementado estrategias similares, apostando por reforzar la confidencialidad de la información y reducir la exposición de los datos en medios físicos.

Este movimiento está directamente ligado a la transformación digital que viven los sistemas de pago a nivel mundial. La simplificación de los procesos de pago y la migración hacia métodos más seguros no solo requerirán cambios en las infraestructuras de pago electrónico, sino también una estrecha colaboración entre emisores de tarjetas, bancos y desarrolladores tecnológicos. La evolución de estos sistemas marcará un antes y un después en la manera en que los usuarios realizan transacciones, ofreciendo mayor seguridad y comodidad en cada compra.