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El consenso político, social y empresarial que había despertado el desembarco de Volkswagen en Sagunto con su gigafactoría de baterías se ha roto en ... pleno mes de agosto. Compromís, a través de la Concejalía de Urbanismo del municipio, ha arremetido ahora contra la estructura del proyecto al considerar que generará un gran impacto ambiental.
El concejal delegado de Urbanismo y dirigente nacionalista, Quico Fernández, ha emitido un comunicado que ha sorprendido por sus críticas ya que, hasta el momento, ningún dirigente de izquierdas había puesto ningún reparo a un plan que implicaba tanto la fábrica de 250 hectáreas como una planta fotovoltaica del mismo tamaño para proveer energía renovable. Cuestiones desveladas a principios de mayo y que ahora se ponen en duda desde el Ayuntamiento.
Hernández revela que el consistorio «no preveía inicialmente que la gigafactoría se acompañara de una planta de estas características», una condición pactada en la negociación entre la Generalitat Valenciana y PowerCo, la nueva empresa de baterías del Grupo Volkswagen.
El que fuera alcalde de Sagunto admite directamente que no es de su agrado «una planta de las características planificadas actualmente porque supone la desaparición de centenares de miles de árboles» y propone trocearla en tres o cuatro parcelas. Además, aprovecha para reclamar medidas compensatorias a la Generalitat.
La administración encabezada por Ximo Puig es la que ha llevado en todo momento las riendas de las negociaciones de un proyecto que ha sido vendido en todo momento como un éxito de gestión al permitir crear 3.000 empleos directos de gran calidad.
Uno de los factores determinantes para que Volkswagen se decantara por la Comunitat Valenciana y no por otros emplazamientos como Extremadura o Aragón fueron las facilidades expuestas por parte del Ejecutivo valenciano. De hecho, Darío Moreno, alcalde de Sagunto y dirigente socialista, siempre ha mantenido la misma posición y ha abogado en todo momento por allanar el camino lo máximo posible. Algo que choca con la posición de su socio.
La posición de Fernández choca hasta con la de cargos de Compromís, que han avalado la viabilidad ambiental de una iniciativa que, aunque es una realidad que implica la tala de árboles, fomentará la sostenibilidad con las baterías para el coche eléctrico y la planta fotovoltaica. La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente que encabeza Mireia Mollà, respaldó la construcción en ese suelo al aprobar una declaración ambiental y territorial estratégica (DATE) para la segunda fase de Parc Sagunt.
En el comunicado Fernández también advierte de procesos especulativos. Por ello, pide que «no se hagan transacciones de parcelas mientras no esté definitivamente delimitado el ámbito de las plantas, puesto que no se han definido todavía las superficies que van a ser afectadas». A día de hoy los terrenos de la gigafactoría ya han sido expropiados y los que pueden quedar pendientes son los de instalaciones complementarias.
En el mismo comunicado el edil asegura que se está colaborando para agilizar todos los trámites. «Nuestro objetivo es mejorar las condiciones del parque industrial y sobre todo preservar el interés general», señala. La meta de la multinacional y de la Generalitat es desbloquear los procesos administrativos cuanto antes para que las obras empiecen en 2023. Para ello, Volkswagen pedía en todo momento evitar el ruido y movimientos de este tipo.
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