Guillermo Vives: «Las empresas vamos a pasar un valle duro hasta la llegada del nuevo modelo de Ford»

-¿Cómo resumiría la situación que atraviesa la industria auxiliar de la automoción valenciana en este momento?

-Son momentos duros y difíciles aquí en el parque. Hay una bajada de producción importante y al mismo tiempo existe un anuncio de Ford de que en los próximos tiempos vendrá un coche nuevo de 300.000 unidades. Esto supone que todas las empresas de parque industrial de Almussafes vamos a pasar un valle duro hasta su llegada, además de ajustes importantes.

-Ante ésta situación, ¿qué pesa más ahora mismo: la esperanza de saber que el futuro está garantizado o la incertidumbre de tener que esperar hasta 2027?

-Siempre alienta más el optimismo. La vida continúa. Tenemos un anuncio muy importante y no podemos decaer. Debemos de ser optimistas. Pienso que funcionará, pero los empresarios lo seguimos viendo lejos. Dos años y medio es mucho tiempo, pero es lo que cuesta montar toda la instalación. En ese espacio debemos intentar no perder talento y aguantar esta situación.

-¿Se le ocurre alguna medida concreta para tratar de conseguir esos objetivos que comenta?

-En Grupo KH estamos intentando hablar con otros clientes con los que trabajamos además de Ford e intentando recuperar producción ajustando los márgenes comerciales. En definitiva estamos intentando ser más competitivos. La empresa no está pensando en ganar más dinero, sino en obtener margen que nos permita mantener el empleo y guardar la formación que tenemos.

- Desde el clúster de la automoción y la movilidad de la Comunitat (Avia) aseguraban que la diversificación es vital para la supervivencia del sector auxiliar. ¿Cree que el empresariado está trabajando para encontrar nuevos sectores o destinatarios?

-Nosotros, por ejemplo, trabajamos para otras cinco multinacionales más y para quince modelos de coches distintos. Ahora mismo la palabra que más suena en el parque es la diversificación, porque es lo que nos va a permitir aguantar. Nosotros teníamos una dependencia de Ford cercana al 65%, pero hace unos siete u ocho años decidimos empezar una tarea de diversificación hacia otros clientes y eso nos permite ahora contemplar el futuro con más optimismo. Seguimos trabajando para Ford, pero ahora tendremos una dependencia del 25%.

-Aún así todo lo que sucede en la factoría de Almussafes termina salpicando a las empresas auxiliares. Más allá del nuevo coche, ¿cómo esperan que pueda afectar al sector el nuevo ERE?

-Es indudable que la bajada de producción de Ford afecta a toda la empresa auxiliar, en mayor o menor medida. Eso dependerá de la vinculación exclusiva que cada empresa tenga con Ford o con otros proveedores. Sin duda habrá empresas que tendrán que cerrar porque están dedicadas exclusivamente a modelos que han dejado de existir, como pasa con la Transit o antes pasaba con el C-Max. Aún así creo que todo el sector va a estar necesitado de ayudas para aguantar este tiempo al que nos enfrentamos.

-Al hablar de ayudas resulta inevitable preguntarle por el Mecanismo RED, ya que desde UGT-Ford se reclama la puesta en marcha de esta medida para la planta de Almussafes. ¿Considera que la industria auxiliar también podría acogerse a este proceso para garantizar el mantenimiento de empleo?

-No pienso que para la industria auxiliar fuera tan importante, ya que nosotros nos movemos más en temas de logística u otros campos más que en aspectos específicos que requieran de tanta formación.

-Quizás la formación hubiera sido más necesaria si el nuevo coche de Ford hubiera sido 100% eléctrico, ya que supondría un panorama nuevo para toda la industria de la automoción valenciana. ¿Qué le parece la decisión de la compañía de adjudicar un modelo híbrido y retrasar los plazos de electrificación?

-Fíjate que tanto Ford como Mercedes han renunciado a los Pertes del vehículo eléctrico. Eso es porque ya no confían sólo en los coches eléctricos. Yo pienso que la llegada del coche eléctrico se dará sí o sí, pero su implantación va a ser más lenta de lo que la gente pensaba. Todavía no hay suficientes garantías de autonomía, no hay suficientes puntos de recarga, el público aún no tiene la confianza y los precios todavía siguen siendo muy altos.

-Pese a ello el proceso de descarbonización continúa. ¿Cree que llegaremos a ver un sector de la automoción totalmente eléctrico en la próxima década?

-La electrificación va a llegar seguro. Pero yo creo que pasará como sucedió con los primeros móviles o con el cambio al VHS. Estamos todavía en los inicios, aunque la industria automovilística china está pegando fuerte y están empezando a venir muchos coches con características técnicas muy aceptables. Eso también es un problema competitivo para Europa.

-Entiendo que llegar a entablar relaciones, precisamente con los mercados que están al alza, como es el caso del asiático resulta complicado, ¿no?

-Muy complicado. Ellos tienen una industria mucho más barata que la europea y eso dificulta mucho ser competitivo frente a ellos. Además, según cuentan, esa fabricación de coches puede estar subvencionada por el estado y aquí no contamos con esas ayudas.

-Uno de los objetivos que se marcaba para este año su empresa era el de impulsar su centro de empleo, que pretende dar empleo a 100 personas en el parque de Almussafes. A pesar de la situación actual, ¿sigue en pie ese propósito?

-Lo que hemos hecho es darle una oportunidad a gente que pueda colaborar con nosotros, haciendo un ejercicio de integración social e intentando ser más competitivos de cara a mejorar los costes. Actualmente tenemos 28 trabajadores, que reciben formación antes de que puedan entrar a trabajar en algún puesto de trabajo. Son todo faenas sencillas, como selección de piezas o pequeños montajes. Ahora mismo estamos pensando en la industria del automóvil y en otros montajes que se puedan dar. Ya no estamos solo pensando en el automóvil, sino en buscar actividades para estos dos años y medio como sea. El objetivo es que Grupo KH no despida a nadie y pueda aguantar esta etapa