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La industria cerámica ha superado «con nota» un «complejo» 2020 gracias a la buena salud financiera y a los buenos indicadores que arrastraba de ... 2019, así como al tirón de las exportaciones, especialmente de mercados estratégicos como Estados Unidos, Francia y Alemania, según explicó ayer el socio director de Deloitte en la Comunitat y Murcia. Así se desprende del informe sobre el sector elaborado por la consultora (el tercero en apenas doce meses debido a la coyuntura económica), que refleja cómo la facturación creció un 2,3% en 2020 respecto al ejercicio anterior pese al Covid.
Las exportaciones experimentaron un crecimiento del 4,4% mientras que el mercado nacional registró un retroceso del 4%. Al mismo tiempo, se redujo la producción por tercer año consecutivo en un 4,3%, algo positivo por el exceso que arrastra y que se ha traducido en un ahorro de caja de unos 100 millones en el conjunto de la industria.
Especialmente significativo ha sido el comportamiento de la industria en Estados Unidos, con un aumento de un 17,7% de las exportaciones y que se convierte así en el primer mercado internacional. Según el responsable del equipo que ha hecho el informe, Alfredo Vasallo, «hay un triple factor de oportunidad que el sector debe aprovechar»: el crecimiento del mercado de la construcción y en el de las reformas, donde gana cuota de mercado en «soluciones para el suelo frente a productos como la moqueta» y la política 'antidumping' de EE UU frente a China.
No obstante, los responsables de Deloitte también hicieron un llamamiento a la prudencia dado que algunos comportamientos (como la política 'antidumping' o el desbloqueo comercial en Arabia Saudí) que han impulsado los datos de 2020 se normalizarán en los próximos años. Asimismo, frente a la competencia de países como Italia, abogaron por avances en «diferenciación y calidad y en marca España» por parte de la industria azulejera.
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Un sector que también tiene retos a corto plazo, como el aumento de los costes de las materias primas y del transporte marítimo (un 156%), así como los elevados gastos de los derechos de emisión de CO2, que en un periodo de diez años podría suponer unos 300-400 millones para las azulejeras, según Manuel Donat. Es en este ámbito, el de la descarbonización, donde entran en escena los fondos europeos, cuyas «expectativas son de expectación», apuntó Gerardo Yagüe, ya que ningún PERTE incluye al sector cerámico, que dependería de los programas de ayudas que convoque el Gobierno. Por ello, planteó que se hagan las inversiones hacia tecnologías eficientes «haya o no fondos».
La consultora también auguró la reactivación de operaciones corporativas, especialmente en el segmento intermedio, que podría ser absorbido por el 'premium', además de posibles cambios accionariales en las 10-12 grandes empresas mediante procesos de integración. Tampoco descartaron que surjan grandes corporaciones que incluso opten a cotizar en bolsa.
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