La razón por la que el 26 de junio es un día clave para presentar la Declaración de la Renta

La campaña de la Declaración de la Renta finaliza el próximo lunes 1 de julio y los contribuyentes apuran los días para realizarla. Aquellos despistados que no la hayan hecho tendrán que estar atentos ya que de no presentarla pueden enfrentarse a duras sanciones.

Hay una fecha, el 26 de junio, que es fundamental para aquellos que la renta les da a ingresar con domiciliación bancaria. En este caso, se adelanta cinco días el final de la campaña ya que el último día de plazo es el miércoles 26 de junio.

Si se domicilia el pago, existe la posibilidad de fraccionarlo. En el primero de los casos harán dos cargos en cuenta (el 60 % el 1 de julio y el 40 % restante el 5 de noviembre), mientras que si se paga todo de golpe el cargo llega el 1 de julio.

Además, aquellos contribuyentes que tienen una declaración a devolver y que no han recibido el dinero en su cuenta, todavía están en plazo ya que la Agencia Tributaria tiene un plazo de hasta seis meses para realizar esa devolución.

Las personas que (por despiste o porque no han querido) no han presentado la Declaración de la Renta, se enfrentan a importantes sanciones. En las declaraciones a ingresar, se pagará un recargo que será del 1% del importe, más un 1% adicional por cada mes completo de retraso desde el fin del plazo y siempre que no haya requerimiento previo por parte de Hacienda.

Si Hacienda ya había enviado un requerimiento de Hacienda la infracción conlleva una multa de entre el 50% y el 150 % del total de la deuda. La cantidad puede aumentar si Hacienda considera que ha sufrido un perjuicio económico o si ya ha ocurrido en otras ocasiones

Por otro lado, presentar la Declaración a devolver fuera de plazo supone también una sanción de 100 euros, que se rebajan a 75 si se paga en periodo voluntario.

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