La fiebre de los extranjeros por comprar casa en el barrio del Cabanyal de Valencia dispara los precios

Es así como lo ve Vicente Díez, vicepresidente y portavoz del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia. «Hay una demanda muy fuerte en esa zona. Hace unos años había mucha incertidumbre urbanística con la prolongación y eso terminó. Desde entonces, se está valorando mucho la fachada marítima, incluyendo la Malvarrosa, sobre todo por parte de la gente de fuera», explica el experto inmobiliario.

La ecuación es sencilla: poca vivienda en oferta y cada vez más demanda, acrecentada por aquellos que fueron turistas y quieren venirse a vivir a Valencia, algunos durante todo el año y otros en los meses de verano. «Es una presión en el sentido de que hasta hace diez años te podías encontrar pocos extranjeros compradores, pero conforme van viniendo el boca a boca influye mucho», agrega Díez, que no deja de lado tampoco el mayor interés por parte de compradores locales en esta zona de Poblats Marítims, algo en lo que incide también Nora García, presidenta de Asicval. «También hay mucho interés local y nacional. A final son barrios donde la gente quiere vivir pero hay muy poca oferta», indica la experta.

El director de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV, Fernando Cos-Gayón, subraya que la rehabilitación que se está realizando en viviendas de la fachada marítima le está dando más visibilidad. «Si tuviéramos una oferta sana, estos movimientos no serían tan desequilibrantes y la subida de precio en una zona no sería tan exagerada«, explica el experto, quien incide en que el encarecimiento de la oferta está haciendo inasequibles las viviendas para los locales, pero es asumible para los compradores foráneos. »Siempre hay alguien que está dispuesto a pagarlo y los que pueden pagarlo son rentas de otros países de Europa, que vienen con otro nivel, tanto en edad laboral, con salarios más altos, como pensionistas, con pensiones mas altas que la nuestra«, señala.

Cos-Gayón advierte de que esta tendencia se replicará en otros barrios debido a que Valencia es más asequible que Madrid y Barcelona, lo que la hace «más atractiva a ojos de ciudadanos que residen en Ámsterdam, Londres o Berlín». «Va a pasar con los barrios más simbólicos y bonitos de la ciudad de Valencia. Son precios que para nosotros son disparatados pero atraen un público que ya no puede acceder a las dos grandes capitales. Al compararnos con ellos, pues evidentemente es mucho más atractiva Valencia por calidad de vida y sobre todo por precio. Y es lo que está sucediendo con zonas que hasta 15 años estaban muy degradadas», explican.

En cuanto a las principales nacionalidades, Díez destaca en especial a residentes europeos, pero subraya que cada vez están más repartidos. Según los datos del último informe 'Mercado Inmobiliario de Valencia', elaborado por el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, en 2023, los que más vivienda compraron en la ciudad de Valencia fueron británicos, que acaparan el 10% de las operaciones, seguidos de belgas, holandeses, alemanes, franceses, rusos y suecos.

Pero, ¿qué hay de los fondos de inversión? Según los expertos, no son un factor actualmente que contribuya al incremento del precio, puesto que son muy residuales. Es más fuerte el peso que tienen inversores particulares, ya sean extranjeros o locales. «El pequeño inversor considera atractiva esta zona para invertir. Lo reforman y lo ponen en alquiler convencional y turístico. Incluso, algunos comprar para tener segunda residencia durante el verano y el resto del año lo alquilan», explica Díez.

«Es la tormenta perfecta porque se junta que es un barrio con muy poca densidad, con bastante vivienda unifamiliar, y con poca oferta. Hay menos pescado para todos», indica el portavoz de Coapiv. En cuanto al perfil de este tipo de inversores, señala que suelen adquirir inmuebles que estén por debajo de los 130.000 euros. «En esas cifras compran todo porque les sale rentable. Más de esa cifra hay algo, pero nunca sobrepasan los 200.000», agrega.

Según explican, Cabanyal se ha puesto de moda del mismo modo que lo hizo Ruzafa por su ubicación y arquitectura. «Aún quedan zonas marginales como el bloque de portuarios, las casitas rosas, toda la zona de la prolongación sigue degradada. Si las fachadas no cuentan con protección lo más probable es que los compradores derriben y levante de nuevo», puntualiza. «Valencia en general cuenta con mucho tirón para el comprador foráneo, pero especialmente Ruzafa y la fachada marítima están sufriendo la presión extranjera de aquellos que quieren venirse a vivir», cuenta.