La campaña se centra este fin de semana en Alicante, la provincia que puede ser clave

Los partidos políticos pueden pecar en ocasiones de prestar demasiada atención a Valencia. Es una realidad que la capital representa un 16% del voto total autonómico y que la circunscripción acumula 40 de los 99 diputados de Les Corts, pero la provincia vecina del sur, Alicante, también tiene un peso fundamental y lo que ocurra en ese territorio puede decantar la balanza a un lado u otro. Por ello, no es de extrañar que las principales formaciones se centrasen en este territorio en el primer sábado de campaña electoral.

Con una Valencia focalizada en los actos del centenario de la coronación de la Virgen de los Desamparados, la maquinaria pesada desembarcó en las ciudades alicantinas, que acogieron a cuatro de los seis candidatos a la presidencia de la Generalitat durante la jornada. El más madrugador fue Carlos Mazón, que jugaba en casa y aprovechó para ir al mercado de Benalúa y al mercadillo de Teulada antes de su primera acto en la provincia. El único líder de procedencia alicantina celebró su mitin central en la capital de la provincia –donde aún es presidente de la Diputación– junto al candidato a la alcaldía y actual primer edil, Luis Barcala.

El PP da por descontado que mantendrá la alcaldía y la Diputación ya que las ha conservado en los peores momentos electorales y ahora va al alza, pero su objetivo es lograr la mayor parte de los 40 escaños en liza para acercarse a la Generalitat. Sin embargo, Cs aún cuenta con algo de músculo en la provincia y Vox aspira a crecer en ella. Por ello, Mazón no se cansa de repetir que la alternativa al Botánico son ellos. Y nadie más. Un mensaje que reiteró en Elda, donde acudió a mediodía para celebrar una comida, y que complementó con las críticas a los recortes del trasvase, un tema capital en la agricultura local. «Puig mintió; el PSOE se abstuvo cuando nos recortaron el trasvase del Tajo-Segura», denunció el aspirante popular, que señaló que el PP «está a favor de un Pacto Nacional del Agua».

Ante la evidencia de que la derecha es fuerte, la izquierda diversifica su estrategia en la provincia. El PSPV no quiere dar nada por perdido y durante este sábado su candidato y presidente, Ximo Puig, apostó por un acto en Dénia. Hay varios enclaves de la costa alicantina como este donde ostentas alcaldías y, al coincidir elecciones autonómicas y municipales, confían en el efecto arrastre. Pero también en exhibir la figura moderada de Puig con el objetivo de rascar votos en ese electorado centrista que puede terminar en el PP o en los restos de Ciudadanos. Porque si no se logra un resultado decente se puede perder la mayoría de izquierdas, que ahora es más fuerte en Valencia y Castellón, pero no suficiente.

Conscientes de que la derecha se llevará el grueso de los votos y que el PSPV obtendrá la mayor parte del trozo de tarta que le quede a la izquierda, Unidas Podemos y Compromís se disputan el resto de votos. A diferencia del resto de la Comunitat, en el sur la formación morada puede mirar cara a cara al proyecto que lidera Joan Baldoví. ¿Por qué? Pues por la pata nacionalista, que genera mucho más rechazo en estos municipios, en especial en la Vega Baja.

Ante esta situación no es de extrañar que el único acto de los podemistas que contará con la presencia de la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, sea justo aquí, ya que la provincia es esencial para superar la barrera del 5% y entrar en Les Corts, algo vital si se quiere revalidar la mayoría de izquierdas. De cara a esta cita, el candidato a la presidencia de la Generalitat, Héctor Illueca, visitó el sábado tanto Alicante como Elche en diferentes actos acompañados de candidatos locales.

Por su parte, en Compromís se niegan a dar por perdida la batalla en Alicante y, por ello, después de que Baldoví apostase por abrir la campaña en la noche del jueves al viernes en la ciudad este sábado volvieron a la misma. Fue en un mitin en el que estuvo acompañado por la vicepresidenta del Consell y sustituta de Mónica Oltra, Aitana Mas, en el paseo marítimo. Un acto que quedó algo empañado por la lluvia, pero que se siguió celebrando y que evidencia que Alicante y toda la provincia es una plaza imprescindible para todos.

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