BURGUERA
Lunes, 29 de abril 2019
A lo largo de la tarde de ayer, los partidos que integran Compromís y la Ejecutiva de la propia coalición realizaron un primer análisis de unos resultados electorales que se miran con una mezcla de alivio y amargura. Se ha perdido pero el contexto era muy complicado para los nacionalistas, con escasa visibilidad a causa de la coincidencia entre las elecciones nacionales y autonómicas, una conjunción que ha beneficiado con claridad a los partidos del Botánico con marca nacional, PSOE y Podemos, que capitalizaron los votos de la Comunitat para los comicios nacionales, lo que generó un efecto arrastre que lastró las opciones de Compromís tanto en el Congreso, donde pasa de cuatro a un diputado, como en Les Corts, donde pierde dos parlamentarios. La proximidad de una nueva cita con las urnas, el mes que viene, de cara a decidir los ayuntamientos, con el de la ciudad de Valencia como gran objetivo de la coalición, además de la necesidad de mantener la cohesión de cara a las próximas negociaciones para configurar un nuevo acuerdo de gobierno autonómico silenciaron el reproche interno que, de modo anónimo, sí se barajó ayer entre los dirigentes de la formación.
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Compromís se buscó ayer un enemigo común para achacarle sus pobres resultados. Los socialistas valencianos. Varios dirigentes señalaron el excesivo riesgo que ha corrido el Pacto del Botánico al adelantarse las elecciones, si bien es cierto que tampoco se sabe lo que resultaría si los comicios se hubieran celebrado dentro de un mes en mayo. No obstante, para Compromís se ha producido un cambio de fechas sin más interés que el de Puig para que su partido se beneficiase, siempre según fuentes de la coalición nacionalista. Ese análisis respecto a la culpabilidad «del secretario general del PSPV» (en este tema se evita calificarlo de presidente de la Generalitat por considerar que no ejerció como tal cuando anticipó los comicios) se repite tanto por parte de los dirigentes de Iniciativa del Poble Valencià (IPV) que lidera Oltra como desde el Bloc, la formación nacionalista mayoritaria en la coalición.
Desde el Bloc más ortodoxo se mira con preocupación los apoyos recabados en Alicante. En la provincia, más allá de Alcoi y la comarca de La Marina, Compromís ha recibido un duro varapalo. En la capital alicantina, en Elche, los resultados de la formación son decepcionantes. Toda esa zona de la Comunitat se considera que está bajo la influencia de IPV por tratarse de los municipios de donde son oriundos algunos de los más destacados dirigentes de la formación que lidera Oltra. Igualmente, la posición muy crítica de Compromís respecto a Gabriel Echávarri, el que fuera alcalde socialista de Alicante que tuvo que dimitir para dejar la vara de mando al PP, también ha sido penalizada, lo que igualmente se atribuye a la posición de Oltra y sus afines en el consistorio alicantino. Desde el sector nacionalista se opta por hacer como «si aquí no hubiera pasado nada» y negociar con los socialistas con planteamientos «realistas. Oltra ha conseguido menos votos que Toni Cantó», el candidato a la Generalitat de Ciudadanos. Por todo ello, se opta por una negociación «rápida, no sea que en Madrid se produzca algún cambio de planes, Sánchez opte por Rivera o Iglesias decida ponerse duro», y eso condicione el pacto con los socialistas valencianos y los podemistas de la Comunitat. Pero incluso entre los críticos del Bloc con Oltra hay discrepancias. Un alto cargo del Consell aboga por negociar «con tranquilidad, después de las elecciones municipales, para demostrar que nosotros mantenemos nuestra fuerza en los ayuntamientos y, además, contar con más bazas a la hora de pactar, no atarnos las manos».
Desde el entorno de Oltra, además de considerar que hay que estar moderadamente satisfechos por los resultados «teniendo en cuenta el contexto electoral», se recuerda a los críticos del Bloc que la diferencia de resultados de Compromís en cuanto a las dos elecciones señala un refrendo a la gestión de los miembros de la coalición que integran el Consell, encabezados por la vicepresidenta de la Generalitat. Como hay críticas para todos, también hay voces que consideran que habrá que «reflexionar» en torno al papel del grupo parlamentario de la coalición, «para que sea más activo, más protagonista». El joven nacionalista Fran Ferri, síndic de Compromís en Les Corts y cercano a la órbita de Marzà y de la secretaria general del Bloc, Àgueda Micó, deberá ejercer mayor liderazgo en su grupo, muy disperso durante la pasada legislatura.
«Tiene que haber un pacto del Botánico 2. Entre otras cosas porque los ciudadanos y ciudadanas de la Comunitat han dejado bien claro que es la única opción que suma», señaló ayer Oltra durante un descanso de las reuniones de los dirigentes de Compromís. «No hay ningún otro experimento posible. No hay ninguna otra posibilidad numérica. Las tres derechas no suman. De eso se han encargado los ciudadanos con su voto. Lo que la gente ha dicho es que está contenta con este gobierno, que ha puesto en el centro a las personas, las políticas de protección social y de medio ambiente para cuidar nuestra tierra», indicó la dirigente de Compromís, quien insistió: «Lo que nos han dicho los valencianos es que quieren seguir con este Consell y con estas políticas. La proyección de cara a las elecciones municipales es positiva, y en el más emblemático, la ciudad de Valencia, gana Compromís. El PP pasa de 55 escaños en 2011 a 19 ahora porque la gente le da la espalda a la corrupción».
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