Furor de última hora para vestirse de falleros

De hecho, son muchos los comercios donde ya se registran colas para adquirir prendas nuevas que se acoplen a las tallas actuales o incluso para comprar complementos de última hora, como rosarios, calcetines, espardeñas y sin olvidar las mantillas para la Ofrenda.

En firmas como Homens Homenets, en la calle Garrigues, este miércoles y jueves el flujo de clientes ha sido incesante. Si 'ellas' quieren salir como un pincel en la Ofrenda, 'ellos' también quieren demostrar que se preocupan por la indumentaria tradicional. En la cola se encontraba este jueves Roberto Hernández, de la falla. «Soy fallero desde 2010. Mi mujer ya era antes y lógicamente me apunté. Tengo el traje de torrentí, pero quería comprarme el pañuelo de seda y he venido a probarme a ver cuál me queda mejor», explica.

En esta tienda no sólo le presentan una muestra colorida para seleccionar, además le ofrecen trucos para saber pornerse el pañuelo de forma tradicional.

Otra clienta, Marí Carmen Carot, fallera de Montortal-José Esteve, explica que estaba buscando unoas espardeñas para su marido «y luego iré a buscar para mí unos zapatos negros».

Otra joven acude para buscar nuevas piezas para su hijo. «Tiene siete años, ha dado el estirón y hemos esperado a última hora para asegurarme que le venía bien. Vengo a por un traje de huertano, un blusón, la faja, la camisa y el lligacames», indica Lorena Jarque, de la falla Luis Cano de Benimàmet, que acude con su madre para que le asesore.

Justo enfrente, en la tienda de telas y complementos Dalila el público es principalmente femenino. «Busco unas peinetas nuevas en color oro para la Ofrenda. Me visto de valenciana desde que mis nietas de siete y nueve años salen en la Ofrenda», detalla María José V.

El propietario de esta firma, Salvador Pérez, detalla que estos días «la gente viene a buscar mantillas para la Ofrenda, pero también pololos, enaguas, aderezos...». Entre las clientas se encuentra Arantxa , de la falla Vicente Castell Maiques. «El año pasado me apunté a la falla y ya encargué en abril pasado el aderezo, pero vengo ahora a por él y de paso me llevo la enagua, los pololos y la mantilla».

Otra mujer, María Lázaro lleva en mano la falda del traje de valenciana «y busco una tela para que me haga una persona como un favor a última hora un corpiño porque el del año pasado no me viene y he traído mi traje para ver qué tela le podría ir bien». Es fallera de Parque Alcosa, una de las zonas afectadas por la dana.

Asegura que «este año no tenemos ni casal, celebraremos las Fallas en la carpa» y añade que la comisión cumple el 50 aniversario «y como invitan a participar a las falleras mayores de todos estos años y yo fui dos veces, pues me renuevo la indumentaria», añade.

En Artesanía Fidela también atienden la demanda de estos días. «Buscan muchos corpiños lisos de manga larga para la Ofrenda, porque también hay gente que se ha dado cuenta de que lo que tenían ya no les viene, y mantillas y faldas. Para ellos, estamos vendiendo muchos chalecos», indica Ita Sánchez.

En la firma 'Per a lluir' de Álvaro Moliner, donde tienen trajes ya confeccionados, listos para ponerse, explican que vienen «hombres para comprar pañuelos y chalecos y también hay clientes que buscan trajes completos a última hora». Para 'ellas, «nos piden mucho corpiños negros de manga larga», comentan.

Además, relatan que han tenido muchas visitas «de falleras que han perdido sus trajes por culpa de la dana en sus casas y vienen a comprarnos los trajes enteros para poder seguir participando de los actos falleros».

También en la tienda de toda la vida de Álvaro Moliner explican que han vendido muchos complementos para personas afectadas por la dana «y ahora se venden mucho peinetas, aderezos y pañolones y ya nos están comprando telas para hacerse trajes el año que viene».

Amparo Morales Fabra, indumentarista con sede en el Ensanche, explica que ahora mismo es «época de hacer los justillos de la Ofrenda para las falleras mayores que ya se han llevado sus trajes, porque cada vez empiezan antes los actos. Después del verano ya van estrenando la indumentaria y ahora se centran en las piezas de la Ofrenda».

También reciben la visita de clientes «que son de Madrid, Barcelona o de Inglaterra y van aprovechando los fines de semana para venir y hacerse las últimas pruebas», añade Amparo.

Jorge Fabuel de 1700 Indumentaria Valenciana comenta que este año «ya hemos entregado más de 300 trajes completos y ahora toca centrarse en los justillos para la Ofrenda». También describe que muchas clientas vienen en Ave de Madrid, donde residen, para recoger sus trajes por estas fechas.

El indumentarista Edu Cervera también ha entregado ya los trajes que tenía agendados para este año. «Habremos cosido en el taller más de 270 cuerpos y unas 180 faldas». Comenta que en su taller «tengo tres empleadas que viven en la zona de la dana y dos que no podían llegar durante esos días desde Alzira y Enguera y tuvimos que reestructurar la agenda para llegar a tiempo. Ha sido un esfuerzo colectivo y las clientas también han sido muy comprensivas», indica.

Si la venta en las tiendas no cesa estos días, en un portal de venta de prendas de segunda mano, como es el caso de Wallapop tampoco cesan las compras de piezas de indumentaria. Muchas de ellas duran horas porque la gente busca trajes ya hechos listos para lucir.

La variedad de precios, de telas y colores es muy amplia y en muchos casos se acompañan las fotos donde se describen hasta las tallas de las prendas. Así, por ejemplo, se puede encontrar un traje de valenciana de color rojo con la explicación de que es para una persona de entre 1,72 y 1,77 metros de altura, para tallas entre la 42 y 46, porque se puede ajustar, y se acompaña con dos pares de zapatos, talla 41 y 42.

También son muchas las fotos con trajes para niñas, ya que crecen rápido y ya no les vienen y lo ponen a la venta. Hay precios muy variados desde los 120 euros hasta 700 euros en caso de niñas y de varios cientos más en casos de mayores.