Victoriano del Río, broche de lujo a los encierros de Onda

Onda vive los días más álgidos de sus fiestas taurinas. Un trepidante final de semana sobre el que recae toda la atención del mundo del toro, que incluso traspasa las fronteras de la Comunitat. Uno de sus atractivos son sus encierros. Ayer tuvo lugar el de Couto de Fornilhos, que resultó todo un espectáculo por su trapío y belleza; hoy es el turno de la Asociación Guarismo 2, con tres toros de Oliveira Irmaos y tres de Palha; y mañana cerrará este ciclo de encierros la divisa de Victoriano del Río, que por la categoría del nombre y la presentación de los astados reseñados, ha levantado una expectación enorme, por lo que se espera que este sábado sea uno de esos días de máxima afluencia.

Mañana, los aficionados al bou al carrer tendrán la oportunidad de disfrutar de una de las mejores ganaderías de los últimos años, pues la de Victoriano del Río es hoy en día una de las divisas predilectas por las grandes figuras del toreo. Está presente en todas las ferias de postín de España y Francia, con una regularidad arrolladora, una ganadería que, además, convence a los aficionados más exigentes al ser animales encastados y que venden cara su bravura. Existe unanimidad en la seriedad del encierro reseñado, categoría que supone un aliciente para el aficionado. No escatimado esfuerzos el Ayuntamiento, que este año ha cuidado con mimo la presentación de los astados escogidos.

Según el ganadero Pablo del Río, «el veedor, Adrián Pallarés, lleva mucho tiempo detrás de nosotros para poder reseñar un encierro para Onda y este año se han dado todas las circunstancias para que sea posible. Ya desde el mes de marzo se apartaron cuatro toros y el resto, a lo largo de la temporada, pues algunos de ellos han sido sobreros de plazas de categoría como Nimes, en concreto los toros número 63 y 83». El ganadero madrileño asegura tener total confianza en los toros enviados. «Hay algunos que provienen de sementales muy contrastados que dan mucha bravura, pero como son del guarismo 4 y empezaban ya a entrar en edad, nos hemos visto obligados a tener que llevarlos a la calle porque no se merecían acabar en el matadero sin más». A todo ello se suma el aval que tienen toros de la misma familia en las calles de la Comunitat. Según desvela el ganadero, «hay hermanos de dos toros que corrieron el encierro de Vall d'Uixó hace cinco años y que se llevaron todos los premios por su juego y presentación. También hay dos toros hermanos de un número 73 de nombre Jaro adquirido en 2017 por la comisión 7 de Septiembre de Puçol, que dio un resultado muy bueno. Hay otros dos hermanos de un toro muy bravo que ha dado buen juego en Silla este año. Por eso tenemos confianza, Onda es como una plaza de primera y vamos con las máximas garantías posibles».

En cuanto a la presentación del mismo, admite que este sexteto podría lidiarse «en cualquier plaza de primera categoría, incluso hay algunos toros de Madrid. Son fuertes de hechuras, de gran alzada y remate, con unas encornaduras que gustan mucho en la calle pero menos en la plaza, donde se ha llegado a un grado en el que se busca la perfección. Es un encierro muy compensado».

Sobre el posible comportamiento en el encierro, adelanta, según la experiencia vivida en los Sanfermines de Pamplona, donde es una ganadería habitual, que puede ser «muy rápido, porque son toros preparados y fuertes. Lo lógico es que vayan hermanados y se dejen correr bien, aunque me preocupa cuando corren por las calles más anchas porque tienden a abrirse».

El ganadero madrileño habla con respeto hacia los festejos populares de bous al carrer. Y admiración. «Es un caldo de cultivo de futuros aficionados a la tauromaquia. En nuestra casa, mi padre y nosotros sentimos un respeto y cariño muy grande hacia esa afición, que siempre está ahí y que tantas veces ha salvado al ganadero de los momentos duros y complicados. Vamos a Onda con la misma responsabilidad que a cualquier feria de categoría», concluye Pablo del Río.