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JORGE CASALS
Viernes, 26 de octubre 2018, 00:27
Onda es esta semana el corazón de bous al carrer. En las calles de este municipio castellonense late con fuerza una pasión desbordada por los festejos taurinos en su tradicional Fira, que este año cumple su 150 aniversario. Una semana repleta de toros desde la mañana hasta bien entrada la madrugada. Un referente para los aficionados, un escenario donde se dan cita los grandes recortadores que lucen sus mejores habilidades y se exponen con un valor sin límites para marcar diferencias. Es la última gran cita de la temporada, todo un reclamo para miles y miles de personas que peregrinan buscando esa explosión taurina donde el toro es santo y seña. Onda es Onda, con su personalidad, sus virtudes y defectos, si es que los tiene. Única.
Cuando mañana sábado se cierre al último astado, habrán corrido un total de 26 toros cerriles en cinco jornadas. Todo un récord. Es el mayor número alcanzado en las últimas ediciones, puesto que el año pasado fueron 23 y en 2016 un total de 24. De los 26, hasta 14 son patrocinados por el Ayuntamiento, volcado en su totalidad en unas fiestas que le reportan un enorme impacto económico a la ciudad que, según un estudio de la Cámara de Comercio de Castellón, está cifrado en dos millones de euros. El resto, 12 toros, están patrocinados por las distintas peñas taurinas. Si a ello le sumamos los animales de corro de las ganaderías autóctonas, la cifra se triplica.
Tras el parón del jueves, hoy viernes se reanuda la segunda parte de los festejos taurinos con dos jornadas que han despertado una expectación fuera de lo normal. Se espera una gran afluencia de aficionados de otras comunidades y sobre todo de experimentados corredores de Madrid, Navarra o Castilla y León, que no se quieren perder una de las señas de identidad de este municipio: los encierros con toros cerriles. Uno de ellos, con toros de El Pilar, tuvo lugar el pasado miércoles. Hoy viernes el turno es para los toros de Palha, encierro patrocinado por la ATC Guarismo 2, pioneros en esta modalidad ya que fue esta peña la que inició e impulsó los encierros en 2002 con seis toros de Samuel Flores. Y mañana sábado serán seis ejemplares de Adolfo Martín los que corran a lo largo de los casi 800 metros por los que transcurre este encierro, que cuenta con enormes partidarios debido a sus muchos atractivos y su cuidada organización. Y es que además, la seguridad, que siempre se queda corta, en este municipio se tiene muy en cuenta. Un hospital de campaña con médico situado en la calle Cervantes y diversas ambulancias repartidas por todo el recorrido de los encierros, así como un quirófano portátil como complemento de la enfermería ubicada en el Ayuntamiento, que estará presente durante todas las exhibiciones taurinas, es el gran dispositivo preparado por el consistorio para garantizar todo lo posible la seguridad, algo que agradecen especialmente los que se ponen delante.
Hasta el momento, de las tres jornadas iniciales solo cabe destacar el juego ofrecido por algunos ejemplares de la divisa salmantina de El Pilar, que protagonizaron el primer encierro de toros cerriles el pasado miércoles. Especialmente bravo fue el ejemplar castaño que inauguró la jornada, un toro con transmisión y que dejó satisfechos a los que lo disfrutaron. El mismo miércoles, la ATC Pañuelito Verde patrocinó un astado de Victorino Martín con un comportamiento avispado que, quizá con otra manera de tocarle las teclas, su juego hubiese sido más interesante.
Las fiestas se iniciaron el sábado nada menos que con dos toros de Cuadri de impecable presentación. Dos láminas, dos toros hondos y serios, con trapío. Pero el juego no fue el esperado. Uno de ellos sí se vino arriba por la noche en la embolada y logró protagonizar algunas arrancadas de largo. La Asociación Taurina Cultural Les 300 Torres exhibió un toro de pelo burraco de Madroñiz que quiso más que pudo, al lesionarse de las patas en el asfalto.
El martes, la peña Aficionats al Bou soltó un toro de Adolfo Martín que ni la pavorosa cornamenta, punto cornipaso, tapó su terciada presentación. Poca raza sacó el animal. Posteriormente fue el turno de las peñas Ti-K y Recorte, que patrocinaron dos astados de Las Ramblas y Luís Terrón, respectivamente, que dejaron cumplida nota.
Onda no deja indiferente a nadie. Su efusividad ante la fiesta taurina, su alto nivel de participación y la gran cantidad de recortadores que parió a lo largo de su historia son fruto de ese amor hacia el toro. La salida de los toros en la plaza del Rabal es toda una estampa que ya forma parte del patrimonio de los aficionados al bou al carrer.
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