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Antoine Blondiaux pasó por multinacionales alimentarias como Nestlé o Pepsico antes de pararse a repensar su futuro profesional. Fue en 2019 cuando este belga decidió ... abrir su primer restaurante, Salad Planet, en Valencia, un local que tenía mucho que ver con su forma de entender la alimentación como vehículo para cuidar el planeta y, a la vez, adaptándose al concepto de 'fast food'.
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La premisa de Salad Planet tiene que ver precisamente con que esas dos ideas, la de la rapidez y lo saludable, no tienen por qué ser antagónicas y pueden convivir perfectamente. «Nacimos con la idea de paliar la falta de restaurantes que cuenten con un servicio rápido y de comida saludable al mismo tiempo», explica. La idea era tan buena que Lanzadera, la aceleradora de empresas de Juan Roig, se fijó en el proyecto y decidió invertir en él.
Su propuesta gastronómica se basa en las ensaladas y los 'wrap' (burritos) que se pueden elaborar con más de 50 ingredientes a combinar como quiera el cliente. El resultado es una comida rápida muy saludable que ha conseguido no sólo el reconocimiento de Lanzadera, sino también del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
Los productos de Salad Planet son siempre frescos y se compran directamente a los productores locales, una decisión que tiene varias consecuencias: una materia prima de primera calidad que no ha pasado por intermediarios, un impacto positivo en el desarrollo sostenible y el objetivo de ir más allá y ejercer una labor de concienciación sobre la importancia de cuidar el planeta con un ejercicio que hacemos a diario, la alimentación.
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Con estas sencillas ideas como filosofía del proyecto, Salad Planet se ha convertido en uno de los locales de comida saludable más valorados de Valencia, en su céntrica ubicación en la calle Doctor Romagosa. Los clientes se reparten entre aquellas personas que valoran cada vez más la necesidad de alimentarse de forma saludable y los turistas, principalmente europeos y americanos, acostumbrados a comer un plato frío y rápido a mediodía.
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