La cheesecake de Lotus que triunfa en Valencia

Ha pasado de ser esa galleta que acompañaba al café a convertirse en el ingrediente estrella de la mayoría de postres. La historia de la famosa galleta Lotus con sabor a canela se remonta al año 1932, cuando en una pequeña panadería belga, Jan Boone redondeó una receta del estilo speculoos (galleta tradicional navideña con especias) y tuvo la prodigiosa idea de envolverla individualmente. Ese detalle fue el detonante para que los bares empezaran a servirla junto al café y, de este modo, se extendiera su sabor por todo el mundo.

Ahora, el sabor de esta galleta ha llevado al Olimpo el último lanzamiento de Tartulia, una pequeña empresa de tartas valenciana. El perfeccionismo y la determinación de Ana García Llácer-Bort hacen que cada nueva receta sea todo un trabajo de investigación hasta dar con la textura y el sabor perfectos. Y después de mucho trabajo, se puede decir que lo ha vuelto a conseguir posicionándose como una de las mejores tartas de la ciudad.

Teniendo en cuenta el furor desmedido en torno a la tarta de queso a nivel nacional y la fiebre por la galleta Lotus, Ana se puso manos a la obra para conseguir el postre perfecto. Pero tenía que destacar. No quería la típica tarta de queso líquida que inunda hoy todas las stories en redes sociales, sino que quería una cremosa que no llegara a derretirse y que destacara por su sabor, explica, pensando en ese sabor tan concreto que tenía en mente cuando se puso a hacer pruebas.

El resultado de su cheesecake de Lotus es un pastel que combina la cremosidad de la tarta de queso con el crujiente y el sabor inconfundible de estas galletas, con ese toque de caramelo y canela. Pero por mucho que te cuente, no hay palabras que hagan justicia a su sabor.

«Es la mejor que he probado nunca», asegura Carlos Rodríguez, uno de sus clientes, quien describe la tarta como una «explosión de sabor». La tarta de lima, junto a la de queso con arándanos y queso con Oreo, son los bestsellers de esta pequeña empresa que elabora todos sus pasteles desde un pequeño obrador ubicado en el barrio de Torrefiel. En total, Ana elabora un total de 15 tartas diferentes además de otras cinco minitartas para los más indecisos.

Actualmente, Tartulia ofrece servicio de delivery para particulares y distribuye sus tartas a algunos restaurantes de la ciudad que ya han incorporado estos postres a sus cartas. De momento, solo hacen envíos a Valencia y alrededores, pero en sus planes está la idea de ampliar pronto las zonas de reparto y llegar al mayor número de personas. Aunque en un futuro le gustaría abrir su primera tienda física en Valencia, por el momento se quiere centrar en seguir creciendo en redes sociales y mantener el nivel de sus postres. Y es que, una vez que pruebes una de sus tartas, te aseguramos que no volverás a conformarte con cualquiera.

• Temas
• Recetas
• Gastronomía
• Restaurantes
• Valencia (Ciudad)
• Valencia (Provincia)
• Recetas de postres