Francis Montesinos: «En mi primer viaje a Japón acabé comiendo en un McDonald's»

- ¿Qué nota se pondría como cocinero?

- Pues me pongo buena nota, la verdad es que soy bastante cocinillas. Me relaja mucho.

- ¿Cuál es su especialidad?

- La fideuá.

- ¿Qué suele hacer mientras cocina?

- Nada más, me centro en cocinar. Lo utilizo como una vía de escape. Aunque es cierto que a veces me bebo un vinito.

- ¿Existe alguna relación entre diseñar moda y cocinar y emplatar la comida? 

- Sí, desde poner la mesa hasta servir el plato. Yo soy muy cuidadoso con los detalles, incluso podría decirse que un poco maniático. Los cubiertos siempre tienen que estar alineados por ejemplo.

- ¿Qué otras manías tiene?

- Soy incapaz de comer dos días seguidos lo mismo. Me gusta mucho variar, igual que en la moda, es un defecto o una virtud, quien sabe...

- ¿Es cuidadoso con el emplatado de sus recetas?

- Necesito que el plato esté bien presentado, incluso cuando me preparo algo solo para mí. El plato ha de estar siempre bonito.

- En 1972, abrió su primera tienda de moda en el barrio del Carmen, ¿recuerda los restaurantes o los bares que solía frecuentar en aquella época? 

- Hombre, ¡¡¡claro!!! Casa Vermell o Casa Mario, por ejemplo. Eran restaurantes muy distintos a los que hay ahora, que son más modernos, pero guardo muy buenos recuerdos de ellos, se comía muy bien.

- Comida que le sepa a invierno

- Una crema de alcachofa o un cocido. En general, todos los platos de cuchara.

- Algo que le quite el apetito

- ¡¡Ojalá!! Ojalá hubiese algo que me lo quitara.

- Comida para celebrar buenas noticias

- Viviendo en Valencia, desde luego la paella.

- Algo que no puede faltar en su nevera

- Ahora mismo, el kefir.

- ¿Le gusta la comida extravagante? 

- Cuando voy a un restaurante me gusta probar las mezclas exóticas pero en mi casa es todo lo contrario, prefiero cocinar la comida de mi madre, simple y de cuchara.

- ¿Se ha sorprendido alguna vez por las costumbres gastronómicas de alguno de los países a los que ha viajado a lo largo de su carrera profesional? 

- Hace unos treinta años, en mi primer viaje a Japón acabé comiendo en un McDonald's. Fue un choque cultural, no estaba acostumbrado a ese tipo de recetas y todo el mundo me advertía de los supuestos peligros de la comida cruda. Sin embargo ahora, los restaurantes japoneses son los que más disfruto.