De ganaderos a carniceros
EN EL MERCADO ·
Natalia Estellés, la cuarta generación de Palanca Carnissers, describe la situación del sector de la carnicería y la historia de su familia dentro del Mercado Central de ValenciaEN EL MERCADO ·
Natalia Estellés, la cuarta generación de Palanca Carnissers, describe la situación del sector de la carnicería y la historia de su familia dentro del Mercado Central de Valenciapaula moreno
Jueves, 20 de mayo 2021
A través de la puerta que da a la plaza del mercado, se aprecia un día pasado por agua. Un día gris oscuro, de esos que parece noche, asoma por los arcos de la entrada. A mano derecha, una amplia parada totalmente blanca brilla. ... Su arquitectura recta y simple contrasta con las curvas y motivos naturales de los arcos modernistas. En su mostrador minimalista, están protegidas por una cristalera los pocos trozos de carne que le quedan a las diez de la mañana. En la pared del fondo, hay un dibujo en trazo rojo de una ternera y las partes por las que Palanca Carnissers las vende.
Publicidad
A pesar de su amplitud, tras el mostrador se acumulan los empleados, ajetreados. Pocos pueden permitirse tener tantos, pero tal y como afirman desde otras paradas, esta carnicería se encuentra entre las tres mejores del mercado. La dueña del puesto, Natalia Estellés, está centrada en su tablet y ordenador, escondida en un estrecho rincón de la carnicería que hace las veces de despacho.
Cuando se pone de pie, parece materializarse de la nada, como si fuese un elemento más de la carnicería. Y es que su familia directa ha estado ligada a carnicerías desde hace 4 generaciones: el resto de ramas de la familia Palanca también se ha dedicado tradicionalmente al oficio, pero ahora solo la suya continua.
No solo sigue en la profesión familiar, sino que está también en el mismo barrio: El Carmen. «Nosotros venimos del Mercat de Mossén Sorell», explica. Abierta en 1914, la carnicería y obrador de sus abuelos estaba cerca de ese mercado antes de que inaugurasen el Mercado Central. Antes, sus bisabuelos se habían dedicado a la venta de ganado en la Calle de la Purísima, específicamente reses. Más tarde, sus abuelos compraron una pequeña caseta que ha crecido hasta el puesto que es hoy en día. Después de tanto tiempo, la carne de vacuno sigue ocupando un espacio relevante en Palanca Carnissers.
Publicidad
Natalia y su hermana, dueñas actuales de la carnicería, han sido las únicas que han seguido con este negocio. Y eso que ella nunca pensó que acabaría llevando la carnicería, e incluso estudio una carrera, pero siguió yendo a ayudar a la tienda. «Sin darme cuenta, poco a poco me fui metiendo y aquí estoy», rememora, riéndose.
Algunos de los motivos por los que no dejó el puesto fue porque era el trabajo de generaciones de su familia, que además continúa siendo exitoso. «Los negocios familiares es complicado dejarlos perder», declara. Este vínculo emocional fue el que la animó a trabajar allí, pero eso sí: es próspero no por su reputación o historia, sino por el trabajo y dedicación que la familia Palanca sigue poniendo a la tienda.
Publicidad
Un factor que juega a su favor y en su contra a la vez es el hecho de que cada vez hay menos carniceros, debido a que es un oficio sin formación reglada. Mientras que esto permite a aquellos que hacen un trabajo de calidad a prosperar, pues siempre hay demanda que cubrir, es posible que el oficio se acabe perdiendo en favor de la carne en bandejas de los supermercados. Natalia advierte a todo el que quiera meterse en el sector: «El nuestro es un negocio que o lo amas o no te gusta nada». Ella es optimista en cuanto al futuro de su carnicería: «Al final, cuando el consumidor busca algo de calidad, se vienen todos a este mercado».
No obstante, el comprador no busca solo un producto de calidad en el Mercado Central, sino también el trato cercano que no hay en las grandes superficies. Estos clientes ya no acuden tan a menudo como antes, y aunque regresen, lo hacen más esporádicamente. Natalia no desiste, y resume las claves de su negocio para convertir al cliente ocasional en fijo: «Darle lo que él quiere, tratarlo bien, e intentar que vuelva».
Publicidad
La innovación y el seguimiento de las tendencias han sido otros de los factores que han permitido a los puestos del mercado seguir teniendo relevancia en la ciudad y haberla ganado a nivel europeo. «Los comerciantes siempre hemos apostado mucho por el trabajo y es un mercado puntero», argumenta.
Solo por el diseño del mercado y la arquitectura, el visitante puede adivinar que se trata de un lugar importante. La monumental altura de las bóvedas y sus intrincados diseños contrastan con la domesticidad que se respira entre clientes y vendedores, que se saludan por su nombre de pila. Es aquí a donde vienen cuando buscan productos específicos, algunos que no se pueden encontrar ni en otros mercados municipales.
Publicidad
La gran variedad de productos, desde herboristería a bodegas, pasando por charcuterías y fruterías, es el resultado del esfuerzo de los comerciantes por estar al pie del cañón. «Estás muy pendiente y adaptándote a as nuevas circunstancias» e insiste «Adaptación, adaptación siempre».
A pesar de esta visión positiva, también es pragmática y no se suele plantear el futuro. «No sé lo que va a pasar de aquí a muchos años», afirma. Tanto ella como su hermana tienen hijos, dos cada una, pero queda por ver si alguno querrá seguir el negocio familiar y convertirse en la quinta generación de carniceros. De momento, ella no se hace ilusiones con que vaya a ser así, pero tiene clara una cosa: «Seguiremos luchando para que exista Palanca».
Noticia Patrocinada
¿Cuánto tiempo llevan en el mercado? ¿Son la primera generación de este negocio?
Llevamos desde que abrió el mercado, somos la tercera generación. Somos la cuarta de la familia Palanca: mis bisabuelos abrieron una carnicería en 1914.
¿Cuál es el producto que más vende?
Por trayectoria familiar, siempre hemos estado más especializados en el vacuno, la ternera. Luego, también hay una parte muy importante que son los elaborados: la elaboración de la longaniza y demás vienen de recetas tradicionales, y tienen bastante fuerza. Ahora, por tendencia, está el tema de las carnes maduradas. Es un tema que siempre me ha apasionado, pero Valencia era una plaza difícil porque no había mucha cultura de este tipo de carnes, pero con mucho esfuerzo se ha ido introduciendo. El público lo ha aceptado muy bien y el resto de carniceros ha apoyado el tema de maduraciones.
¿En qué época del año venden más?
Descartando navidad, que es el mes estrella, los inviernos son más de guisados y de cocidos, y los veranos son más de barbacoas y filetes. Como tengo tanta variedad de producto, todo el año se consume. No me puedo quejar (ríe).
¿Qué producto le gusta más?
A mí me gustan todos: yo soy muy carnicera. Me gusta comer de todo y hacer seguimiento al producto: que no pierda calidad. En mi dieta como de todo lo de la parada.
¿Cuál es el cambio más notorio que ha visto en el mercado en los últimos años?
Creo que el vendedor del mercado se ha especializado en su producto, mima el producto y al cliente. Sobre todo, la profesionalidad y la especialización.
¿Qué otra parada del mercado recomendaría que no fuera la suya?
Sería un atrevimiento decir una parada que me encanta, porque la verdad es que hay muy buenos profesionales. Puedes encontrar de todo. Yo solamente compro en el mercado central: producto fresco, porque otra cosa tampoco hay. No compro nunca nada en otro sitio porque me siento muy afortunada de estar aquí dentro.
Tras terminar de hablar, su expresión es pensativa. Acaba de repasar toda la historia familiar reciente, que cabe entre el '1914' grabado junto al nombre de la tienda, y el 2021 que marca el calendario. Se despide y se dirige de nuevo a su despacho improvisado. Tras pocos minutos, desaparece tras el mostrador, entre la tablet y el ordenador. A estas horas, el lugar ya está funcionando a máxima capacidad: los clientes más madrugadores ya han hecho sus compras y se dedican a pasear por la zona, mientras que los recién llegados acuden a ver qué producto hay ese día. Fuera del mercado, el día parece ganar más luz. El agua sigue cayendo torrencial.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.