Enrique monfort
Jueves, 17 de marzo 2022, 19:25
Valencia llama la atención a cientos de miles de curiosos de todas partes del mundo. No es de extrañar si se tiene en cuenta el sinfín de opciones que ofrece en todos los aspectos y ámbitos que nutren a esta espléndida región. Uno de estos ... aspectos fundamentales es el apartado gastronómico. En esta ciudad no se concibe no haber hecho ninguna parada en zonas tan representativas e importantes de la gastronomía valenciana como son el Mercado Central, el de Ruzafa o el Mercado de Colón. Sin embargo, existen diversos mercados que gozan de una importancia histórica incuestionable que por diversas razones les está costando sobrevivir en la época reciente. Uno de ellos es el Mercado Municipal de Mossén Sorell, ubicado en el Barrio del Carmen.
Publicidad
En el Mercado Mossén Sorel se combina la venta tradicional con la venta de degustación. Según el libro 'Mercados de Valencia', obra de César Guardeño, Esteban Longares y Sara Bono, la construcción de este mercado data del año 1932, siendo en ese entonces «un mercado de madera con columnas asimétricas en la colocación y de distinta anchura, y una cubierta ligera, siguiendo los modelos de los mercadillos franceses del siglo XIX». Desde entonces, el mercado ha sufrido un par de remodelaciones en el transcurso del siglo XX, pero la más sustancial fue la que se realizó en el año 2008 por el arquitecto Rafael Ligorit: «Se intervinieron las cubiertas, conformadas por cinco prismas octogonales, uno central de grandes dimensiones y otros cuatro pequeños en las esquinas. Se renovó el sistema eléctrico, se instaló aire acondicionado, nuevos desagües y pavimentos». Todo esto otorgó una vitalidad nueva y vistosa al mercado. Esta remodelación produjo un notable aumento en el atractivo del lugar de cara al público y durante varios años tuvo una buena acogida y popularidad entre los valencianos, un factor que lamentablemente a día de hoy es difícil observar en una jornada ordinaria.
El puesto Carnes Viadel es la primera parada, donde atiende María Luisa, propietaria desde hace más de 15 años. Su puesto se podría considerar, sin reparo, toda una tradición familiar, puesto que su abuelo ya vendía allí cuando era un mercado abierto. En la carnicería se venden productos gourmets y de alta calidad. Destaca la ternera que es de granja propia y que las hamburguesas son 100% caseras a base de la carne anterior nombrada. Además, María Luisa es también la presidenta del mercado. Incide en la creciente preocupación que existe en la actualidad por la completa ausencia de clientes; ausencia que ha provocado el cierre de dos establecimientos en los últimos meses. Explica que los primeros meses de pandemia el volumen de ventas fue extraordinario, pero que cuando se volvió a una cierta normalidad los clientes fueron disminuyendo poco a poco hasta una situación casi insostenible.
Noticias Relacionadas
Enrique monfort
enrique monfort
La charcutería de José Verdeguer es otro punto de venta típico del lugar. «Yo entré en 2012 en plena crisis y me tachaban de loco. Hice una inversión muy importante aquí de la que no me arrepiento, pero es una época difícil», asegura José. Especializado en productos cárnicos y una gran variedad de jamones y salazón, no es debatible no comprar alguna de los manjares que ofrece. Sin embargo, también pasa por una situación delicada: «Los últimos 8 meses estamos muy muy mal. Tengo estadísticas desde 2012 y te puedo asegurar que hace tres años justo vendía muchísimo más que ahora». Además, indica que su mujer antes solo descansaba domingo y lunes; ahora únicamente vienen tres días porque no hay faena para los dos.
Publicidad
Años atrás, las ostras eran un producto para contadas excepciones y con un gran prestigio en los restaurantes de la más alta influencia. Sin embargo, La Ostrería del Carmen las pone a disposición de todo el mundo a la entrada del mercado. «Fuimos el primer puesto con epígrafe para hacer degustación de ostras, además de salazones», asegura Nuria, la dueña del establecimiento. Además, poder sentarte con una copa de vino mientras disfrutas de estas ostras no tiene precio. La Ostrería del Carmen Nuria es otro de los puestos que llevan casi 10 años resistiendo en el emblemático mercado. Al ser un puesto de degustación, se han visto envueltos en diferentes cuestiones: «La pandemia nos hizo mucho daño porque para unas cosas nos consideran hostelería y para otros puestos de mercado y estábamos en tierra de nadie», lamenta la dueña.
Los problemas económicos y estructurales del lugar no pasan desapercibidos. Existe un cierto descontento entre los comerciantes del mercado como se ha podido observar durante el transcurso del texto. No consiguen encontrar una razón lógica para la disminución de las ventas y de los clientes, aunque sí han barajado diferentes causas. La apertura de un supermercado hace unos años con precios más baratos aumentó la competencia y además la restricción al acceso de los vehículos ha sido un problema añadido. «El Ayuntamiento no fomenta ni nuestro mercado ni nuestro producto, nos tienen totalmente desamparados», claman desde el mercado. Se quejan de que la apariencia del sitio parece más un «tanatorio» que lo que verdaderamente es; un mercado histórico. «Falta que se sepa que es un mercado y que la gente sepa de su existencia».
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.