![Cocina íntima y personal para disfrutar sin prisa en Gandia](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/12/05/HCD_gastro.jpg)
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A. Talavera
Alzira
Jueves, 5 de diciembre 2024, 20:54
Cuando pensamos en la cocina de un restaurante seguramente nos venga a la mente un grupo de personas de un lado para otro, ruido de cacerolas y voces cantando las comandas. Nada que ver con lo que pasa en la cocina de Ona Cuina Oberta, ... un restaurante de Gandia que abrió hace casi un año con un concepto diferente al tradicional.
El nombre de este establecimiento ya es una declaración de intenciones ya que Paco Castelló, el jefe de cocina de Ona, prepara los platos ante la mirada atenta de los clientes. Una forma de introducir a los comensales en esta experiencia gastronómica desde el inicio.
Además, otro de los puntos diferenciales de este restaurante es que se atiende a un máximo de diez o doce personas en cada turno. «Es un proyecto pequeño, íntimo, con un ambiente muy tranquilo y especial», destaca Paco sobre Ona.
Un proyecto tan pequeño y personal en el que tan sólo trabajan dos personas, él en la cocina y su pareja, Gabriela Tarín, en la sala. Ellos dos se encargan de todo, de las compras, de preparar los menús, de la atención, de la limpieza... Una dedicación exclusiva y muy cuidada que se refleja en el amor por su restaurante.
Desde hace tiempo tenían claro que querían apostar por este tipo de propuesta gastronómica y en su casa, en Gandia. Por ello durante el año anterior a la apertura de Ona Cuina Oberta, Paco ya estuvo trabajando en proyectos similares en otras localidades para reafirmarse en su idea. «Es algo diferente en Gandia y por tanto también una oportunidad», destaca el jefe de cocina.
En su caso, además de ser un proyecto íntimo es totalmente personal al formar parte la pareja, por ello ha habido un tiempo de adaptación para conseguir que todo funcione a la perfección. «Siempre hemos trabajado en equipo y ha costado un poco estar cada uno en su lugar, además tenemos la dificultad de que todo pasa por nosotros», explica el cocinero.
Paco y Gabriela se formaron en otros campos antes de introducirse en la hostelería. Él, publicista, ella, periodista. Ahora aprovechan esta experiencia para otorgar un valor añadido a su negocio. «Se saca partido de una forma diferente, por ejemplo, Gabriela tiene una gran capacidad de comunicación que usa en el trato con la gente», destaca Paco que también añade que ahora ambos están realizando la formación de sumiller.
Ona Cuina Oberta ofrece un menú único de degustación basado en el pescado y la verdura de proximidad, ingredientes que provienen de la lonja de Gandia y de proveedores locales.
Una máxima de Paco Castelló es que todos los platos que sirve en su restaurante le tienen que gustar mucho a él, así que es difícil elegir tan sólo uno. «Si tengo que quedarme con uno, destacaría un prepostre de chantilly con vinagre de Chardonnay, tomate y huevas de trucha», una mezcla de sabores muy especial.
La propuesta de Ona Cuina Oberta está siendo muy bien recibida por los clientes en este primer año. Gabriela y Paco destacan que el feedback está siendo «fantástico» y que son muy pocos los comensales que pasan por este restaurante sin alabar esta experiencia gastronómica.
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Después de esta primera etapa, la pareja ya piensa en introducir algunos cambios, sobre todo, en el horario ya que destacan que es un proyecto a largo plazo por lo que tienen que conseguir una estabilidad. En este sentido, a partir de 2025 se abrirá de miércoles a domingo con servicio de medio día, ahora se está doblando por las noches. «Tenemos que disfrutar del tiempo que estamos aquí para poder transmitir la felicidad a los comensales», subraya Paco.
Paco y Gabriela ya piensan en el futuro y mantener la estabilidad de su restaurante y continuar realizando su trabajo con la misma pasión que hasta el momento, pero también se plantean retos más importantes como conseguir el reconocimiento a través de los premios gastronómicos. «Nos gustaría poder demostrar que este tipo de espacios íntimos pueden tener cabida en ciudades más pequeñas y darles más visibilidad», comenta Paco como ha pasado recientemente con la Estrella Michelin que se ha otorgado al Origen Carcaixent, un restaurante pequeño y en una localidad de poco más de 20.000 habitantes.
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