El éxito de comer y viajar a otros mundos sin salir de Valencia

¿Cómo se logra este éxito en hostelería? Pablo Calvo junto con su hermano Gonzalo, ayudados por sus socios Juanmi Iborra y Carlos Vera, parieron esta idea donde se fusionan los viajes con la gastronomía. La aventura empezó hace casi cinco años cuando decidieron unir su pasión por la comida con su amor por los destinos lejanos.

El primer restaurante fue 'Voltereta, bienvenido a casa' que abrió sus puertas en la Avenida de las Cortes Valencianas. El lugar recreaba una casa de campo y ya nació con la magia que caracterizaría al resto de locales del grupo. Fue sólo el comienzo pues se superarían con la creación de 'Voltereta Bali'. Situado en la Gran Vía Marqués del Túria, abrió en 2019 jugando con la ambientación de Indonesia. El boca a boca hizo el resto. Las redes sociales se llenaron de imágenes de la entrada del local, provista de una especie de photocall donde todas las influencers y no influencers buscaban hacerse la foto para subirla a Instagram. Pero más allá del postureo, el Voltereta Bali se come bien. Apuestan por una carta que mezcla la gastronomía mediterránea con la tailandesa y a un precio ajustado.

Y si 'Voltereta Bali' nos traslada a Indonesia, el grupo fue un paso más allá al subir la persiana de 'Voltereta Manhattan' en la calle Isabel La Católica. Si no has estado te aviso de que a partir de aquí empiezo a revelar sorpresas de esta fantasía gastronómica. El local recrea un club clandestino del Manhattan del siglo XX, en plena ley seca, a los cuales había que entrar con contraseña. Aquí la puerta de entrada se esconde tras una librería. El misterio comienza desde la entrada. Una vez se ha cruzado el umbral, dentro nos espera una sala ambientada en los años 20 donde se toca jazz en directo. Aquí la comida es de estilo americana y de bar. Una vez más, el precio se ajusta.

Y tras estos tres locales llegó la guinda. La cadena de restauración abrió Voltereta Kioto en enero de 2022 en el paseo de la Albereda, inspirado en la ciudad nipona. Ya en la entrada como los portales de Fushimi Inari, los cerezos en flor o las arquitectura típica del centro histórico de KiotoAunque aquí la magia reside en que al cliente se le propone elegir entre un viaje al pasado u otro al futuro: puede escoger entre una sala ambientada en el Japón de 1640 y otra futurista que viaja hasta 2050. Pero no sólo de la ambientación vive el local, pues la carta propone un disfrute para el paladar a través del sushi, los baos, la tempura, los don, dorayakis o mochi, entre otros platos.

¿Habrá más viajes sin salir de Valencia próximamente? Nos dejaremos sorprender.