R. González
Xàbia
Martes, 25 de julio 2023, 21:44
El tripartito de Xàbia y el PSPV han protagonizado este martes un cruce de críticas y reproches a raíz del «KO técnico» en el que los socialistas han dejado el Ayuntamiento, según palabras de la alcaldesa, la popular Rosa Cardona.
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El equipo de gobierno local (formado por PP, Ciudadanos por Jávea y Vox ha anunciado en un comunicado que al contar con un presupuesto prorrogado, las partidas de 2023 agotadas y el remanente bloqueado, «con carácter forzoso» se veía obligado a cancelar o posponer actividades planificadas por el anterior ejecutivo y que carecían de consignación.
Según ha explicado, el no estar todavía liquidado el presupuesto del pasado año hace que el Consistorio no pueda disponer de un remanente de más de 50 millones para gestionar las necesidades municipales. Por ello, ha avanzado que «se ha tomado la dura decisión de ajustar las contrataciones a la consignación presupuestaria existente».
Asimismo, el gobierno local ha admitido que el retraso de la liquidación del presupuesto del pasado año puede afectar a la liquidación de las cuentas de 2023 y que «la actual situación económica se pueda prolongar para el próximo año». Ante este panorama, ha insistido en que «vamos a poner todo nuestro empeño para cumplir al máximo con lo comprometido».
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Desde las filas socialistas han replicado que lamentaban la «nula capacidad de gestión» del tripartito, que en un mes «ya asume que está KO y que no va a ser capaz de cumplir con la población ni con sus propias expectativas». El PSPV ha asegurado que los partidos del nuevo gobierno han heredado unas cuentas «mucho más que saneadas» que las que él se encontró, puesto que el Ayuntamiento «arrastraba una deuda del 43 millones» y no por ello dejó de prestar servicios y realizar actividades.
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También ha remarcado que el nuevo gobierno posee el mismo dinero que los socialistas tenían en mayo y que entonces el Consistorio «funcionaba con normalidad». Para el PSPV, este «caos» de inicio de legislatura responde a que «el equipo de Rosa Cardona no sabe nada de gestión». Es más, considera que después de que en los últimos cuatro años se dedicaran desde la oposición a «frivolizar nuestro trabajo y a hacer política de barra de bar» ahora comprenderán la «complejidad burocrática» y el déficit de personal con el que los socialistas tuvieron que lidiar mientras gobernaron.
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