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Imagen del estado del pantano de Guadalest en la tarde de este miércoles Nicolás Van Looy

Altea alerta de la crecida del río Algar ante el inminente desembalse del pantano de Guadalest

El Ayuntamiento, corta varios caminos y puentes, cierra el polideportivo municipal y pide que se extremen las precauciones

Nicolás Van Looy

Altea

Miércoles, 23 de marzo 2022, 20:11

El pantano de Guadalest, principal reserva de agua de la Marina Baixa con una capacidad máxima de 13 hectómetros cúbicos ha alcanzado, gracias a las lluvias que se llevan produciendo en la zona desde hace más de una semana, su nivel máximo de seguridad y por ello, tal y como ha informado el Ayuntamiento de Altea a través de sus redes sociales, se ha decidido una inminente apertura de sus compuertas para desembalsar agua y no alcanzar límites que pudieran suponer un peligro aún mayor para la infraestructura.

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Después de que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) haya informado al Consistorio de la Villa Blanca su decisión de proceder al desembalse de parte del agua que contiene el pantano de Guadalest, los responsables alteanos han determinado el corte de viales y puentes del Sogai y el Matadero por la afección que la crecida del río Algar tendrá sobre esos puntos y ha pedido a la población que no circule ni transite por estos puntos.

Distintas imágenes del embalse en la tarde del miércoles N. Van Looy

Así mismo, el Ayuntamiento de Altea ha procedido al cierre de la ciudad deportiva y a la consiguiente suspensión de todas las actividades previstas en ese recinto «hasta nuevo aviso».

Por último, el Consistorio alteano ha pedido a la población que extreme las precauciones para evitar incidentes o accidentes una vez que la crecida del río Algar llegue al municipio, situado en su desembocadura.

Según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), el pantano de Guadalest alcanzó su nivel más bajo el pasado día 16 de marzo con un total de 4,67 hectómetros cúbicos de agua embalsados. A última hora de este miércoles, sólo una semana después, la reserva hídrica roza los 10 hectómetros cúbicos y sigue recibiendo aportes no sólo del agua de la lluvia, sino también de los muchos acuíferos y pozos que conectan con el mismo y que hace ya días que pasaron de la más absoluta de sus sequías a estar rebosantes de agua.

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