Benidorm no se cierra en invierno y apunta a datos máximos de plazas disponibles

El presidente de Hosbec, Toni Mayor, llegó a asegurar, en una entrevista concedida a este medio a principios del verano pasado, que el programa de vacaciones sociales del Imserso no era, al menos para Benidorm, una cuestión de vida o muerte para la planta hotelera de la capital turística ya que «tiene atractivo internacional también en invierno, pero eso no sucede en otros destinos turísticos».

Pese a ello, Mayor no negaba que ese programa facilitaba no sólo buena parte de la desestacionalización de la que presume la ciudad, sino, sobre todo, el mantenimiento de una inmensa cantidad de puestos de trabajo en la principal y, quizás, única industria de Benidorm.

Por ello, la lucha, todavía inconclusa, entre la patronal hotelera y la ministra Ioane Belarra obligó a posicionarse no sólo a los dos bandos en conflicto, sino también a otros miembros del Gabinete de Pedro Sánchez, al gobierno autonómico y a las administraciones locales, con un consenso abrumador señalando la necesidad urgente de subir los precios de licitación del Imserso. Un consenso al que únicamente no se ha sumado aquella persona que debe decidirlo: Ioane Belarra.

Ante esta tesitura, fue el Consell el que movió ficha y aprobó unas ayudas de contingencia para aquellos establecimientos hoteleros que participasen este otoño-invierno en el programa del Imserso, algo que no sólo ha salvado la campaña para los hoteles y los empleos, sino que ha colocado a la Comunitat Valenciana en una posición realmente privilegiada para la ya comenzada temporada baja.

Así, los datos hechos públicos por Hosbec demuestran ese punto ya que se espera que en el conjunto de la región se mantengan activas, durante todo el invierno, el 88% de las camas disponibles, con las provincias de València y Alicante colocándose en datos máximos de apertura en hoteles, campings y apartamentos turísticos.

En lo que se refiere al mascarón de proa del turismo valenciano, Benidorm mantendrá abierta, entre septiembre de 2022 y marzo de 2023, el 88,4% de su planta hotelera, el 88,3% de su planta de apartamentos turísticos y el 90,3% de sus campings.

Además, buena parte de los establecimientos turísticos que apuestan por el parón invernal, lo hacen para realizar reformas en sus instalaciones, lo que, en opinión de Hosbec, “refleja una clara apuesta por la renovación de las infraestructuras”.

En ese mismo sentido, los datos ahora avanzados muestran que el punto más importante de estacionalidad va a ocurrir durante el mes de enero 2023, periodo en el que el cierre de establecimientos hoteleros va a afectar a más de 7.900 plazas en la ciudad.

Para conseguir este logro, desde la patronal hotelera se ha destacado “el trabajo que realiza Turisme Comunitat Valenciana sobre todo con el programa Bono Viaje, extendido al año 2023 y con el apoyo a los hoteles del Imserso”.

Ambas iniciativas, ampliamente aplaudidas por el sector, “contribuyen a estos datos de aperturas y serán decisivos para los datos de ocupación”.

Sin embargo, no todo es un camino de rosas en la relación entre la Administración autonómica y los hoteleros, que recuerdan que no se debe olvidar que “el 25% de los turistas en la Comunitat Valenciana son los propios valencianos. Sobre ellos se proyecta la sombra de la tasa turística, que continúa su tramitación parlamentaria y que es completamente contradictoria con las políticas de estímulo y de apoyo fiscal en la actual situación económica tan complicada después de dos años de parálisis sanitaria”.

Además, y aunque el sector confía en la temporada, sobre todo por el tirón de los mercados internacionales; la sombra de la inflación, de la recesión económica y de la crisis energética son ahora mismo los factores que más preocupan.

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