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Chanel durante su actuación en la final de Eurovisión EFE
Benidorm: El Benidorm Fest será un evento más grande el próximo año | El ‘chanelazo’ dispara el interés por un Benidorm Fest que crecerá todavía más en 2023

El 'chanelazo' dispara el interés por un Benidorm Fest que crecerá todavía más en 2023

La capital turística prevé que, además de las tres galas propias del evento, toda la ciudad acoja actuaciones e iniciativas a lo largo de la semana previa a la gran final

Nicolás Van Looy

Benidorm

Lunes, 16 de mayo 2022, 11:21

Creado por Ernest Beaux en 1921, la fama mundial del perfume Chanel nº5 explotó después de que la siempre pícara Marilyn Monroe contestara a un periodista que para dormir lo único que utilizaba eran unas gotitas de esa fragancia. El pasado sábado, otra Chanel, en este caso nacida en La Habana (Cuba) en 1991 rompió audímetros en España y mandó a todo un país a dormir tras un histórico baño de puntos que sólo pudo superar Ucrania –por motivos que van mucho más allá de lo meramente artístico– y Reino Unido.

Más de 6,8 millones de personas siguieron en directo la gran final de Eurovisión, otorgando a La1 de Televisión Española una cuota media de pantalla del 50,8% que se disparó hasta el 61,3% en el llamado ‘minuto de oro’, cuando 7,9 millones de telespectadores sintonizaron el primer canal de la pública para seguir las votaciones de las que Chanel emergió como la tercera clasificada del euroevento, algo que antes sólo había conseguido Bravo con ‘Lady, lady’ en 1984 y mejorado únicamente por los segundos puestos Anabel Conde (1995), Betty Misiego (1979), Mocedades (1973) y Karina (1971) y, por supuesto, las victorias de Salomé (1969) y Massiel (1968).

Con un currículum en el que destacan sus papeles protagonistas en musicales de éxito como ‘El guardaespaldas’ o ‘Flashdance’, Chanel llegó a Benidorm el pasado mes de enero sin ser, de entrada, señalada como una de las favoritas a llevarse el triunfo en el Benidorm Fest, el evento de nueva creación del que debía salir el representante español para Eurovisión. Su victoria, cimentada en el voto del jurado profesional y no en el popular, levantó un gran revuelo en las siempre convulsas aguas de las redes sociales que provocaron que la ahora amada y aclamada artistas tuviera que borrar sus perfiles digitales ante el aluvión de insultos e, incluso, amenazas que recibió en aquellos días.

Su ‘SloMo’, vilipendiando entonces por los defensores del ‘Ay mamá’ de Rigoberta Bandini y el ‘Terra’ de Tanxugueiras fue, sin embargo, ganando enteros entre la prensa especializada en el anual evento eurovisivo y, de su mano, también entre los ‘eurofans’ de todo el planeta.

Tanto es así que, pasada la medianoche del sábado, cuando los más de 4.000 asistentes a la ‘preparty’ organizada en la plaza de la Hispanidad de Benidorm comenzaban ya a mostrar los lógicos y evidentes síntomas del cansancio acumulado desde las 18:00 horas; la sombra del ‘chanelazo’ comenzó a tomar cuerpo insuflando renovadas energías a esos entusiastas y entregados seguidores y también a los casi ocho millones de telespectadores que seguían pegados a la ‘caja tonta’ y a las redes sociales.

Unas fuerzas renovadas que no sólo se dejaron notar en la plaza de la Hispanidad, a los pies del espectacular y nuevo ‘tecnohito’ inaugurado para la ocasión, sino también entre los responsables (con RTVE, el Ayuntamiento de Benidorm y el propio Consell a la cabeza) del Benidorm Fest, a los que el resultado de Chanel (tanto en el propio concurso como en términos de audiencia y visibilidad) sirvió para anunciar, casi antes de que Alessandro Cattelan, Laura Pausini y Mika oficializaran la victoria de Ucrania, que su apuesta por el evento que el año que viene –y, como mínimo, otro más– volverá a la capital turística de la Comunitat Valenciana, se redoblará de cara a esa futura edición.

La primera edición del Benidorm Fest se hubo de celebrar con muchísimas restricciones ya que coincidió con los últimos coletazos de lesa sexta ola pandémica que tanto mermó la campaña turística navideña. Por ello, los organizadores ya se han apresurado a anunciar que para 2023 tienen la intención de aumentar el aforo de público para que el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm presuma, esta vez sí, de un lleno absoluto.

Pero eso no será todo. La repercusión del Benidorm Fest –afianzada ahora con el tercer puesto de Chanel en Eurovisión– ha superado todas las expectativas. Ya en aquel mes de enero, la gran final obtuvo el liderazgo televisivo de la noche y el creciente cariño con el que el público ha ido abrazando a Chanel y su ‘SloMo’ no han hecho más que multiplicar los impactos promocionales de la capital turística en toda España.

Por ello, y ante un panorama previsiblemente normalizado en lo que a la situación sanitaria se refiere, el crecimiento del Benidorm Fest de 2023 irá mucho más allá que el del aforo del recinto en el que se celebrará.

Tanto el Ayuntamiento de la ciudad como Turisme Comunitat Valenciana han manifestado ya, sin oficializar todavía ninguna acción concreta, que para ese mes de enero se trabajará en generar todo un paquete de productos turísticos íntimamente relacionados a un festival que mantendrá su formato de tres días de galas, pero que se vivirá durante toda la semana en distintos puntos de la ciudad.

Para ello, un público clave con el que ya se ha comenzado a trabajar en la propuesta de ideas a implementar el próximo año es el de la comunidad Lgtbi, que aparece en los estudios de mercado como uno de los más interesados en este evento. Además, a las actuaciones musicales de las que emergerá el representante español para la final que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quiere llevar a Mariúpol, Benidorm tiene previsto sumar conciertos y eventos por toda la ciudad.

Y todo, para tratar de superar las espectaculares cifras de una edición inaugural que, a causa de las restricciones sanitarias, hubo de celebrarse a medio gas, pese a lo que la muy mermada planta hotelera local experimentó un buenísimo dato de ocupación durante esa semana que, a su vez, también tuvo su traducción en la hostelería.

¿Y si España tuviera que organizar la gran final de Eurovisión en caso de que Ucrania no pueda hacerlo? ¿Habría opciones de que Benidorm fuera la sede? En principio, como ya se avanzó en este diario, la ciudad se autodescarta por la falta de un recinto adecuado para ello, aunque cuando se cuestiona a varios responsables municipales por la posibilidad de acondicionar alguna de las infraestructuras existentes para posibilitarlo, la respuesta es casi calcada: sonríen y se encogen de hombros. Sólo uno añade una frase que este lunes, un día después de iniciarse el Año Pedro Zaragoza, refleja perfectamente lo que es esta ciudad: “de ilusión también se vive”.

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