La falta de lluvias reduce en un 20% las reservas hídricas en los pantanos de la Marina Baixa

La cantidad de agua embalsada en los dos pantanos que abastecen a la Marina Baixa se ha reducido en 3,8 hm3 durante el último año. Así, según los datos que se reflejan en la web de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la merma ha sido de 2,2 hm3 en el embalse del Amadorio (La Vila Joiosa) y de 1,6 hm3 en el de Guadalest a lo largo de doce meses.

Pese a ello, los responsables de la CHJ han asegurado a LAS PROVINCIAS que ese descenso no es alarmante ya que «ambos se encuentran por encima del 50% del máximo de su volumen».

En concreto, la CHJ cifra en 5,4 hm3 el agua embalsada en el pantano del Amadorio y en 5,8 hm3 en el de Guadalest, lo que supone que se encuentran a un 52,3% y 55,8% del «volumen máximo que es posible almacenar en el mes de noviembre», respectivamente.

Esa especificación es muy relevante ya que el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del organismo refleja que, si se toma como referencia la capacidad total de ambos pantanos, el volumen embalsado se reduce drásticamente hasta el 44% para el de Guadalest y sólo el 34% para el Amadorio. O, lo que es lo mismo, el pantano vilero únicamente podría alcanzar la cota de los 10,3 hm3 frente a los 15,8 hm3 de su capacidad teórica y el de Guadalest 10,5 hm3 y no los 13 hm3 que refleja su ficha técnica.

Pese a ello, la CHJ ha confirmado a este medio que «con estos volúmenes y esperando que se produzcan las precipitaciones habituales», el abastecimiento a las poblaciones de la zona está garantizado.

Lo cierto es que la garantía de suministro para la población de la comarca de la Marina Baixa dependerá, en gran medida, de las lluvias que puedan caer durante los próximos meses ya que el consumo medio anual de los dos embalses para el abastecimiento humano es de 7 hm3 en el caso del pantano vilero y de 9 hm3 para el de Guadalest, es decir, una cifra mayor que el volumen embalsado en la actualidad.

En cualquier caso, desde la CHJ se insiste en que «el sistema de la Marina Baixa dispone de otros recursos para el abastecimiento, tanto subterráneos internos del propio sistema, como externos provenientes de la planta desalinizadora (IDAM) de Mutxamel, que garantizan el suministro en el supuesto de carencia o deficiencia de precipitaciones».

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