El multazo que puede ponerte la DGT por tener los cristales del coche sucios

Ahora que la borrasca Isaack ha llegado a nuestras vidas, una de las cosas que suelen provocar las grandes tormentas son fuertes precipitaciones y vientos, además de calles encharcadas y sucias. Como consecuencia, los coches acaban cubiertos de suciedad y llenos de barro o porquería, una razón más que suficiente para que la Dirección General de Tráfico pueda llegar a sancionar al conductor si se da el caso.

En este sentido, llevar la carrocería del coche embarrada no es sancionable, pero sí lo es llevar el parabrisas tan sucio que no nos permita ver con claridad la carretera, un problema que, además, repercute en una mala visibilidad, condición básica para la conducción. Según el Reglamento General de Circulación, «la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circula».

La multa puede oscilar desde los 80 hasta los 200 euros, dependiendo de la gravedad. Los supuestos, relacionados con los cristales, por los que nos pueden sancionar además de por llevar las lunas sucias son los siguientes:

- El parabrisas y las lunas tienen una capa de hielo o suciedad que impide la correcta visibilidad.

- El parabrisas y lunas tienen daños o roturas que impidan ver bien al conducir.

- Llevar un soporte para móvil o GPS colocado de manera que dificulte la visibilidad.

- Uso indebido de láminas, adhesivos u otros elementos de forma que dificulten al conductor la visibilidad.

Además, si estos daños fueran extremos, las autoridades podrían llegar a inmovilizar nuestro vehículo al considerarlo un peligro para la seguridad vial.

Por otro lado, no llevar las escobillas del limpiaparabrisas en buenas condiciones nos acabará costando 80 euros de multa.

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