La Ruta del Agua, el tesoro de Chelva

La Ruta del Agua de Chelva es un recorrido circular, de ocho kilómetros de longitud, que combina naturaleza y cultura en un agradable paseo de tres horas. Su principal atractivo es el rumor constante del agua que corre por las fuentes y manantiales que hay a lo largo del camino pero, sobre todo por las aguas cristalinas del río Tuéjar, un cauce que se le conoce como río de Chelva a su paso por el propio municipio.

El recorrido comienza cerca de la plaza mayor del núcleo histórico de Chelva. Durante toda la ruta hay señales que indican los puntos de interés y paneles informativos que los explican. Desde este punto, hay que atravesar la Judería, el barrio Morisco y la ermita de Santa Cruz. Una vez aquí, hay que cruzar el pueblo y descender al lecho del río por el camino hacia Fuente del Cuco, una pequeña área recreativa en la que descansar unos minutos.

El camino continúa subiendo unas escaleras siguiendo las indicaciones dirección a la Fábrica de la Luz. Esta subida lleva hasta el mirador de las Cuevas de Montecico, disfruta de la vista panorámica que abarca casi todo el municipio de Chelva. Tras contemplar las vistas del mirador, hay que bajar los escalones y caminar 800 metros hasta llegar a las ruinas del molino y la Fábrica de la Luz, uno de los puntos de interés culturales de esta senda. Una central hidroeléctrica construida en los años 20 que abasteció de luz a Chelva y los pueblos vecinos.

Para continuar el recorrido hay que volver sobre nuestros pasos hacia Fuente del Cuco y tomar el desvío hacia el otro extremo del recorrido. Camina 800 metros hasta llegar al Puente de Reatillo, muy cerca del Área Recreativa de Molino Puerto, una zona con fuentes y merenderos para reponer fuerzas y descansar unos minutos. En este punto se ha alcanzado la mitad de la ruta.

Tras coger fuerzas en Molino Puerto, camina 500 metros para encontrar el gran punto de interés que tiene este paseo, La Playeta. Un paraje natural que se ha convertido en un lugar habitual de baño, en primavera y verano por su paisaje y el remanso de paz que se respira. La siguiente parada es el Tunel de Olinches. Al salir de La Playeta, toma la intersección en dirección al Paso de Olinches, un tunel de 107 metros de longitud por el que discurría el agua desde un extremo a otro del recorrido, la entrada al Salto de Olinches.

Un paraje maravilloso del río que cuenta con una pequeña área de descanso. Todavía se puede observar el tradicional mecanismo de compuertas que regulaba el caudal desviado para llevar la luz a Chelva y los pueblos que le rodean. Ya hemos visitado todos los puntos de interés del trazado, hay que regresar hasta Molino Puerto para volver al pueblo, esta vez, por el barrio árabe y llegar al punto de inicio.

El ayuntamiento de Chelva está aplicando unos precios para controlar el acceso a la Playeta y Olinches y por utilizar el parking cercano al área recreativa de Molino Puerto. El precio para acceder a pie a los dos parajes es de un euro por persona, el acceso es gratuito para los menores de diez años.

La entrada al parking tiene dos tarifas. En la tarifa mañanera los coches y las furgonetas pagan cinco euros mientras que las motos pagan dos. En la tarifa de tarde los vehículos de cuatro ruedas deben abonar dos euros y las motocicletas un euro. Las tasas se aplican únicamente en fines de semana, festivos y temporada alta.

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