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De las muy pocas cosas buenas que ha supuesto la pandemia es que ha contenido el gasto público. Lo ha paralizado todo. Lo bueno y lo malo. Incluida la capacidad de la Administración de endeudarse. O casi. Los datos del primer semestre del año señalan respecto a la caja fija de la Generalitat (variados gastos no previstos en el presupuesto), que el coste total ha descendido en relación a la primera mitad del año pasado. Sin embargo, se registran incrementos en tres consellerias en lo relativo a dietas de altos cargos, y otras cuatro en lo relacionado con dietas del personal eventual (los asesores del Consell), además de registrarse también incremento en tres departamentos en cuanto a los gastos de locomoción de esos asesores, o personal eventual.
A pesar de que la tónica general es de descenso, y de que la web de Transparencia del Consell apenas dispone más que de las facturas del primer trimestre, de abril y algunas de mayo, ya hay algunos departamentos donde se ha gastado más que hace un año. Y eso que buena parte de la Generalitat entró en estado de parálisis en marzo, al igual que el resto de la sociedad valenciana. Ni la pandemia ha logrado frenar algunas partidas vinculadas con protocolo, transporte o dietas de altos cargos. Decía Gandhi que «el verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes». Eso lo decía Gandhi, pero si es un referente mundial es, precisamente, porque se comportaba como una 'rara avis'. Lo habitual es querer siempre un poquito más. O un mucho.
Al respecto de las dietas de los altos cargos, la gran mayoría de las consellerias reflejan un gasto inferior durante la primera mitad de este año que respecto al mismo periodo de 2019, y siempre teniendo en cuenta que gran parte de las facturas de mayo y junio aún no se han reportado a la web de Transparencia y, por tanto, no se han contabilizado. Aún así, tres consellerias ya registraron más dietas de altos cargos que durante toda la primera mitad del ejercicio pasado. En Sanidad, los altos cargos pasaron facturas a la caja fija (comidas, principalmente, así como gastos derivados de reuniones) por valor de 1.436 euros, más del doble que entre enero y junio de 2019, cuando se consignaron en este apartado 652 euros. Lo mismo sucede con Hacienda, que también registra un aumento en las dietas de altos cargos que va de los 138 euros de la primera mitad del año pasado a los 237 euros gastados en lo que va de 2020. Del mismo modo, Transparencia se suma a este grupo de mayores gastadores, y pasa de 341 euros a 354 un año más tarde. De las tres, Transparencia es la única conselleria que ha cambiado de responsable (antes era Manuel Alcaraz y ahora es Rosa Pérez Garijo) y de partido que la gestiona (durante la legislatura pasada la llevaba Compromís y ahora la lidera EU).
El resto de altos cargos han moderado el gasto en dietas. Mención aparte merece la Conselleria de Vivienda, de nuevo cuño, con el podemista Rubén Martínez Dalmau al frente. Aporta facturas por dietas de su cúpula dirigente por valor de 224 euros en lo que va de año, una cantidad de las más bajas en la Generalitat, pero obviamente muchísimo mayor que lo que se gastaba cuando, en vez de una conselleria, era una dirección general integrada en otra conselleria, la de Infraestructuras.
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Al respecto de las dietas del personal eventual, los asesores y miembros de los gabinetes de las consellerias, también son mayoría las consellerias que entre enero y junio de 2019 gastaron más que ahora. No obstante, en cuatro de las diez que ya operaban hace un año ( Educación, Sanidad, Transparencia y Obras Públicas) ha aumentado el gasto. También ahí hay que sumar la del podemista Dalmau, nueva, y cuyo personal eventual reportó facturas por valor de 317 euros en concepto de dietas. La pandemia tampoco ha logrado frenar el aumento del gasto en locomoción de ese personal eventual en tres consellerias (Educación, Sanidad y Transparencia), que también, como con las dietas, han experimentado un aumento respecto al año pasado del gasto entre su personal nombrado a dedo.
Al margen de los datos globales por consellerías, en cada departamento existen mundos compartimentos estanco donde se desentienden de esa reducción generalizada del gasto en caja fija.
En Presidencia, las dietas del personal de la Abogacía de la Generalitat se han incrementado. A pesar de que la Abogacía sólo registra gastos (desde asistencia a cursos en el Consejo General del Poder Judicial de Madrid a conferencias internacionales en Cuenca o comisiones en Bruselas) hasta marzo de este año, mientras que en el ejercicio anterior sí se computan facturas registradas en todo el semestre. Con todo, el gasto en dietas es mayor, y pasa de 1.080 euros hace un año a 1.268 en el primer semestre del actual.
El coste de la locomoción de altos cargos en la Conselleria de Justicia, en el área de la Subsecretaría, se incrementó en cantidades mínimas (este año, 80 euros, y el pasado, 47), pero son prácticamente en su totalidad los taxis empleados por la consellera Bravo para acudir a actos en Madrid durante el primer trimestre del año. Igualmente, la partida destinada a atenciones protocolarias y representación se ha disparado de manera notable en Justicia: en los primeros seis meses de 2019 se empleó la caja fija para pagar una comida de Bravo con periodistas: 46 euros. Esa cantidad se ha multiplicado por 16 este año. Hasta superar los 700 euros, para sufragar facturas por la comida de la consellera con motivo de la toma de posesión del ministro de Interior, una comida con su gabinete cuando todos se desplazaron al pleno del Consell en Alicante, otra comida de Bravo con magistrados de la Audiencia Nacional, de la consellera y su equipo por un acto de homenaje a un jefe de la Policía Nacional, o con una delegación del Tribunal Supremo de Cuba, así como cerca de 300 euros para suministros en la máquina de café. Total: 760,96 euros este año, cuando en 2019 fueron 46 euros.
Cada vez que un presidente de la Generalitat (del signo que sea y en la década que se quiera mirar) acude a Madrid a dar una conferencia se produce el mismo fenómeno: una ingente cantidad de miembros del Consell asiste al acto. De tal modo que la mayoría de los presentes en el evento de Madrid suelen ser subordinados del jefe del Consell. Los presidentes de la Generalitat nunca caminan solos por Madrid, donde se supone que acuden para que se oiga la voz de los valencianos en ámbitos estatales. Sin embargo, la mayoría de los oyentes de esos discursos son, también, valencianos. Y lo pagamos. Ximo Puig protagonizó en la capital un desayuno de trabajo el 27 de enero. Gran parte de sus consellers le arroparon. Entre ellos, el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau, que pasó una factura a la caja fija de la Generalitat donde queda probado que acudió al evento. No gastó mucho, aunque tampoco se lo gastó él, sino el erario público, bajo el epígrafe 'Restauración Vicepresidente (Madrid) Conferencia Forum Europa MHP 27/01/2020'. Es decir, un gasto en algún local de restauración con motivo del acto de Puig (Molt Honorable Presidente, MHP) el 27 de enero. Dalmau reporta 3,90 euros a las arcas valencianas por su piscolabis madrileño. El conseller de Economía, Rafael Climent, también pasó factura de su presencia en Madrid para ver a Puig tan en vivo y en directo como cuando se lo cruza en Les Corts, o todos los viernes en el Consell. Climent trasladó a las arcas públicas una factura de 31,10 euros.
Los consellers no acuden a Madrid sólo a aplaudir al presidente de la Generalitat. También lo hacen cuando hay nombramiento de ministros. Es el caso de Gabriela Bravo. A su nombre se registra una dieta con el concepto 'Taxi Madrid asistencia toma posesión ministro Interior'. Que la consellera viera a Grande Marlaska llegar a ministro nos costó 6,45 euros en el taxi, aparte de la comida a la que también acudió. Dalmau, por su parte, ha protagonizado alguna foto con sus compañeros podemistas cuando Iglesias y el resto de morados tomaron los cielos ministeriales. Dalmau pasó tres facturas de 5, 27 y 12 euros de aquel día tan ansiado por Podemos, y que en la caja fija valenciana quedó reflejado en los tres asientos contables como 'Restauración Vicepresidente (Madrid) nombramiento altos cargos Gobierno'.
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Javier Bienzobas (Gráficos) y Bruno Parcero
Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
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