Blasco, condenado a ocho años de inhabilitación por el amaño de los contratos de informática

Pero ante la ausencia de otros ilícitos sólo se le puede imponer una pena de inhabilitación, en este caso, de ocho años. Un castigo que resulta indiferente en el supuesto de Blasco, jubilado ya de cualquier actividad política o profesional. Otros procesados, la secretaria general Tina Sanjuán y el informático Javier Murcia han sido condenados a dos años de inhabilitación. Exactamente igual que al empresario Tauroni. En todos estos supuestos se ha tenido en cuenta su confesión.

Todos los acusados llegaron en su día a acuerdos de conformidad con las acusaciones. Únicamente el conseller se negó en su día a aceptar su responsabilidad penal en los hechos. De ahí la celebración de la vista. En su turno de última palabra, Blasco insistió en su inocencia. «Me ratifico. He sido escrupulosamente seguidor de la normativa en este caso». Añadió que no hay prueba alguna en la causa, «ni una firma mía o indicación a mis subordinados». «Nadie es capaz de entender el sufrimiento cuando se llevan 11 años con estas cosas y las secuelas que esto deja», resumió. Las afirmaciones de los otros acusados, efectuadas tras el acuerdo de colaboración, son «falsas», indicó tajante.

Esta idea, la de la relativizar las conformidades, ya había sido defendida con anterioridad por el abogado de Blasco durante su informe. «Dije que eran de conveniencia –en referencia a las confesiones– y quiero recordar las palabras de Tauroni en otro de los juicios de este caso: 'Todo no vale. Hay gente que actúa en defensa de su pellejo y si le dicen que tiene que entrar en la cárcel, dice todo menos la verdad...'».

El letrado subrayó la absoluta falta de pruebas contra su representado. De igual modo, recordó que los servicios –la asistencia informática– se prestaron y que su precio era de mercado. Por tanto, no existió malversación, incidió durante la exposición.