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SR. GARCÍA
El Botánico, enredado con el catalanismo

El Botánico, enredado con el catalanismo

Debate. Ayudas a entidades culturales, cumbres con Aragonés, los 'països'... la izquierda valenciana no se sacude la sombra de la complicidad con Cataluña

JC. Ferriol Moya

Valencia

Domingo, 28 de noviembre 2021, 00:13

El Tribunal Supremo acaba de poner punto y final al recorrido judicial del decreto de creación de la Oficina de Derechos Lingüísticos (ODL) del Gobierno valenciano. El alto tribunal dictó esta semana un fallo por el que desestima el recurso presentado por el Gobierno valenciano contra el fallo del TSJ de la Comunitat que declaraba la nulidad total o parcial de 13 de los 16 artículos de la propuesta. Todo un portazo a la iniciativa del departamento que dirige Vicent Marzà que, pese al pronunciamiento del tribunal valenciano, quiso pleitear hasta el Supremo para tratar de salvar su propuesta. Y no tuvo éxito.

La creación de esa ODL del Gobierno valenciano, con su correspondiente registro para identificar aquellas entidades públicas o privadas, también individuales, que vulneraran los derechos lingüísticos constituía una suerte de policía lingüística, un organismo encargado de vigilar el respeto a esos derechos, y de apercibir a aquellos malos valencianos que no atendieran sus recomendaciones.

El tribunal, en realidad los tribunales, se cargaron por abusiva una iniciativa que tiene su inspiración en la Oficina de Garanties Lingüístiques del Govern catalán. Una decisión en la misma línea que la adoptada con el decreto de usos del valenciano, la norma que sostenía que los territorios que dispusieran de una lengua común pudieran comunicarse únicamente con ella.

Las ayudas públicas a las entidades encargadas de promover el catalán en la Comunitat se multiplican desde 2015

Cataluña era el nuevo el ejemplo en el que miró el Gobierno valenciano y, más en concreto, la conselleria de Vicent Marzà. De Cataluña acaba de llegar al Congreso de los Diputados una iniciativa de la CUP que rechaza la ampliación norte del Puerto de Valencia, la ZAL, no duplicar la V-30, tampoco el by-pass... El eterno debate de la relación entre la Comunitat Valenciana y Cataluña, que tantas aristas genera, continúa siendo uno de los asuntos en los que el Botánico se enreda con más frecuencia. El PP ha presentado en las últimas semanas varias iniciativas en el Senado y en Les Corts, dirigidas a erradicar el uso de los términos 'país valencià' y 'països catalans'. La izquierda se ha posicionado en contra de la iniciativa, y no ha tardado en concluir que los populares tratan únicamente de generar desgaste con debates que no tienen interés.

Ayudas al catalanismo

Está por ver que el catalanismo tenga o no interés en la Comunitat Valenciana. Lo cierto es que el Gobierno del Botánico, igual que los del resto de las principales instituciones públicas dirigidas desde la izquierda, continúa financiando a las entidades encargadas de difundir el catalanismo en la región. Ayudas millonarias, que en el caso de Acció Cultural del País Valencià (ACPV) resultan sonrojantes, y que derrumban esa conclusión de que el debate sólo lo promueve el PP y no tiene mayor trascendencia. Al impulsor de la entidad, el polémico editor Eliseu Climent, aún se le vio en octubre de 2019 de visita en el Palau de la Generalitat.

Discurso del PP

El PP, es cierto, ha movido ficha respecto a ese debate, porque es consciente de que genera desgaste en el adversario. Los populares disponen de estudios sociológicos que sostienen, en contra de algunas voces del propio partido, que el discurso valencianista, la defensa de los símbolos y las señas de identidad y la oposición frontal al catalanismo, constituyen uno de los pilares sobre los que se debe asentar su acción política. «Pero que haya un interés estratégico no significa que además no exista una voluntad real de defender lo valenciano frente a Cataluña», admite un destacado cargo de la dirección del PPCV.

Puig se mostró partidario de promover una Commonwealth con Cataluña y Baleares de la que no ha vuelto a hablar

Durante la última convención de los populares, sin ir más lejos, todos los dirigentes de ese partido que intervinieron en el mitin celebrado en la plaza de toros realizaron menciones explícitas respecto al perfil catalanista del Botánico y su defensa de los països catalans. Alusiones recibidas por grandes ovaciones por parte de los asistentes.

'Països catalans'

La posición de los populares, en todo caso, viene retroalimentada por la del propio Botánico. En el debate sobre el uso de los 'països catalans' la izquierda se limita a constatar que es un asunto sin trascendencia. La vicepresidenta Mónica Oltra, en una comparecencia ante los medios de comunicación, subrayó que en la Cámara Alta sólo se había utilizado esa expresión media docena de veces en legislatura y media. El dato sirvió de excusa para rechazar la propuesta de los populares cuando, en realidad, votar en contra del uso de esa expresión tampoco debía suponer mayor desgaste.

Y sin embargo, ninguno de los tres partidos del Botánico siquiera se planteó esa posibilidad.

La izquierda ha rechazado las propuestas del PP para impedir el uso del término 'països catalans' para aludir a la Comunitat

Relación con Cataluña

Que el Botánico y la izquierda valenciana miran a Cataluña de forma muy distinta a cómo lo hacen con otras CCAA lo dejó meridianamente claro la última reunión entre Ximo Puig y el presidente catalán, Pere Aragonés. La cita, el pasado mes de septiembre, sirvió para constatar el desinterés del líder republicano por el debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. Un hecho que podía darse por seguro a la vista de la fijación desde 2016 del independentismo catalán por evitar cualquier debate que no sea el del soberanismo. Y que no impidió que Puig y Aragonés mostraran aspecto cordial. De aquella cita se dijo que había servido para romper el bloqueo y sellar alianzas entre ambas regiones.

Del presidente valenciano es también la propuesta de crear una commonwealth, una suerte de contrapoder periférico frente a la Comunidad de Madrid que, más allá de la pomposa denominación, no se ha traducido en nada concreto hasta la fecha.

Cumbre con Aragonés

Con la declaración de 2022 como 'Any Joan Fuster', el Botánico ha decidido rendir homenaje al indiscutible referente del nacionalismo valenciano. Una figura reconocida y controvertida, y que en la conmemoración del centenario de su nacimiento recibe un homenaje que, probablemente, acentúe ese debate sobre la personalidad de la Comunitat y su relación con las regiones vecinas. Puig, por ejemplo, se reunió con Aragonés hace unas pocas semanas mientras, en paralelo, mantiene una crítica afilada hacia la Comunidad de Madrid y defiende la descentralización institucional de la capital y el final del dumping fiscal que, a su juicio, mantiene el Gobierno de Isabel Diaz Ayuso.

Mazón alerta del 'procés' que trae el Consell a la Comunitat

El presidente del PPCV, Carlos Mazón, anunció ayer que el PP seguirá recurriendo a los tribunales «si es necesario para frenar iniciativas como la policía lingüística de Puig» en referencia a la anulación por parte del TS del decreto de la Oficina de Derechos Lingüísticos aprobada por el gobierno de Puig. Mazón se expresó así ayer en Alicante en el congreso local del PP. «El PP ya advirtió que en lugar de ganar espacios de libertad, se restringen con esta de la policía lingüística que se ha inventado el tripartito de izquierda en la Comunitat. Esa policía lingüística no hace más que romper la convivencia. No deben seguir por ahí», dijo tras ganar en los tribunales con la defensa del letrado Jorge Carbó en representración del PPCV. «El gobierno no puede fiscalizar la libertad y controlar en qué lengua hablan los ciudadanos. Pedimos que dejen a la gente que se exprese en libertad. Pido que pare ya este 'procés' que padecemos», dijo.

Bon dia TV

Ni PSPV, ni Compromís ni Unides Podemos hacen bandera de la defensa de ese concepto de 'països catalans'. Otra cosa son las vías de colaboración elegidas con Cataluña y Baleares. Esta misma semana la televisión pública valenciana À Punt presentaba junto a los canales de Cataluña y Baleares el proyecto Bon Dia TV, una «plataforma de continguts audiovisuals de caràcter social i cultural». La página web de la iniciativa señala que la programación está conformada «per documentals, sèries, llargmetratges, programes de viatges, cuina, literatura, cultura, ciència, tradicions i esports, en una llengua que es manifesta en diferents variants segons el territori». Y algunos medios digitales catalanes la han bautizado como la «televisió a mig gas dels països catalans».

Incidentes de 2019

La izquierda valenciana es consciente de que no puede afrontar de cara según qué terminologías. Desde aquella famosa entrevista a Mónica Oltra en la que reconocía que el uso de 'països catalans' quedaba restringido a ámbitos prácticamente privados, el discurso oficial del Botánico ha sido el de tratar de sostener posiciones institucionales claramente diferenciadas. Especialmente cuando el independentismo mostró su cara más violenta con los incidentes que sacudieron las calles de Barcelona y de las principales capitales catalanas en 2019.

Pero al mismo tiempo, los guiños y la financiación hacia entidades que también reciben subvenciones del Govern para promover el catalán en la Comunitat se han mantenido.

Los tribunales han tumbado algunas de las iniciativas lingüísticas paralelas a las catalanas que impulsaba el Consell

El creciente peso de ERC

La posición que mantiene la izquierda valenciana en relación con Cataluña coincide con la influencia que ERC, la formación del presidente del Govern, Pere Aragonés, mantiene sobre el Ejecutivo de Pedro Sánchez. El respaldo de los republicanos a los Presupuestos Generales del Estado para 2022 se ha saldado con una buena inyección de millones en inversiones en Cataluña. Para el presidente del Gobierno el apoyo de una parte del independentismo resulta determinante para sostener la mayoría parlamentaria que apuntala su Gobierno.

La reunión entre Puig y Aragonés, más allá del regate corto con la reforma de la financiación, tuvo mucho también de mediación con un Govern empeñado en no ver más allá del discurso soberanista. Puig, reconvertido ya formalmente en uno de los barones socialistas más cercanos a Sánchez, asumió ese papel de engrasar una relación que en algunos momentos ha parecido cerca de saltar por los aires.

Para Cataluña, la Comunitat puede jugar ese papel clave de normalidad institucional que, sin embargo, esconde un proyecto rupturista con España. Un discurso que en la Comunitat encuentra una presencia anecdótica, pero sí algunas simpatías.

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