Ximo Puig, el vicesecretario del PSPV, Manolo Mata, y Mónica Oltra, el jueves en Les Corts. JUANJO MONZÓ

La determinación de Puig de adelantar elecciones choca con el rechazo de Oltra

El Consell está activando ya los mecanismos técnicos y administrativos para que las autonómicas se celebren el 28 de abril

JC. F. M./BURGUERA

Sábado, 2 de marzo 2019, 00:25

Ximo Puig está decidido a adelantar las elecciones autonómicas para que coincidan con las generales el próximo 28 de abril, si bien el rechazo de su socio Compromís es un freno muy fuerte. Presidencia de la Generalitat está activando ya todos los mecanismos técnicos y administrativos que certifican esa decisión histórica: por primera vez la Comunitat se saldrá del grupo de las regiones que celebran sus comicios autonómicos el cuarto domingo de mayo de cada cuatro años. Salvo sorpresa cada vez menos probable, el pleno del Consell se reunirá el lunes con carácter extraordinario para dar luz verde al decreto que certificará la disolución de Les Corts y la convocatoria de comicios.

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La decisión de Puig, que cuenta con el respaldo unánime de sus más estrechos colaboradores y con un apoyo cada vez mayor entre el resto de formaciones políticas -con la única excepción de Compromís- se certifica en las últimas decisiones adoptadas desde Presidencia. Tal y como ha venido detallando este diario, el Palau ya ha trasladado las órdenes oportunas para trabajar en el escenario de un adelanto electoral. «Ya es la única hoja de ruta con la que trabajamos», admitió ayer una fuente del entorno de la Generalitat. El equipo del presidente tramita ya la asistencia necesaria para la jornada electoral, y el escenario sobre el que se han realizado esas gestiones es el del 28 de abril. Con esos mimbres, y con el extendido convencimiento de que la actividad en Les Corts ha llegado a su fin -tal y como revelaron las fotos de 'fin de curso' que se hicieron el jueves la mayor parte de los grupos parlamentarios-, el escenario del adelanto electoral resulta cada vez más indiscutible. «Al 90% seguro», remachó ayer un cargo socialista.

La decisión definitiva de Puig, que no se conocerá hasta el lunes, reviste un carácter histórico -y así se lo han reconocido en privado algunos destacados cargos del PP valenciano-. Pero también se cimenta en la determinación de lograr una participación lo más alta posible, desde el argumento de que cuántos más ciudadanos acudan a las urnas, mayor valor democrático tendrá el resultado que salga de ellas.

Con el adelanto electoral la Comunitat deja el grupo de regiones que convocan el cuarto domingo de mayo

Ese factor, el de la participación, encaja como un guante con el que vienen revelando los sondeos. El polémico CIS, sin ir más lejos, elevó el jueves las expectativas de voto de los socialistas en la Comunitat Valenciana, para unas generales, por encima del 28%. Datos similares han venido siendo ratificados por otros estudios demoscópicos. La fortaleza que exhibe la marca PSOE en los últimos meses reforzaría las expectativas de los socialistas valencianos, más que convencidos de que la diferencia de voto -la teoría que hace alusión a que los votantes distinguen entre comicios y que respaldan a partidos distintos en función de la cita electoral- tendría una incidencia mínima.

La decisión de Puig, no obstante, recibió un empujón definitivo a partir de los contactos mantenidos con la dirección federal del PSOE. El presidente valenciano sondeó esta misma semana a la calle Ferraz para plantear la posibilidad de un adelanto electoral. Y la respuesta que la dirección federal le dio al dirigente valenciano -que en ese encuentro ya mostró una decidida voluntad de adelantar los comicios- fue positiva. Madrid trasladó a Puig que vería con buenos ojos el adelanto electoral, que no pondría inconveniente alguno a que coincidieran con las generales y que la decisión que adoptara el presidente del Consell sería, en cualquier caso, respaldada.

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Con el adelanto electoral, Puig se apunta al argumento de la movilización del voto progresista -que se viene construyendo desde las andaluzas del 2 de diciembre- y trata de extenderlo a toda la izquierda valenciana. Un razonamiento que, no obstante, Compromís está lejos de compartir. Pese a ello, las declaraciones ayer de la líder nacionalista en las que rechaza el adelanto hacen ya imposible la vuelta atrás por parte de Puig. «Parecería que no se atreve», se señaló desde su entorno.

Oltra no ve razones «políticas»

El pasado jueves, a las 11 horas, en los pasillos de Les Corts el presidente aseguró que «no hay novedad» sobre el tema, si bien aseguró que se encuentra en un proceso de «reflexión, deliberación y decisión». Apenas 24 horas más tarde, ayer, la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, en su calidad de portavoz del Consell señaló que «no concurren» ninguna de las tres «razones políticas» por las que normalmente se adelantan unas elecciones, que son la inestabilidad, la falta de apoyo parlamentario o la imposibilidad de sacar adelante los proyectos legislativos del Ejecutivo.

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Cuando se convocan elecciones la razón «ha de ser política, y no partidista», según Oltra, quien añadió: «Como tenemos ahí plena sintonía, el presidente y yo nos mantenemos en este marco ético y político que es que las elecciones se adelantan cuando hay razones políticas».

«El partidismo no debería determinar convocatorias electorales que afecten a la totalidad de la población y que como digo han de tener razones políticas poderosas detrás», precisó Oltra, quien insistió en que no le gusta especular, por lo que «tiempo al tiempo».

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Sin embargo, si fuera cierto que no se dan razones políticas, ¿por qué Puig está en un periodo de «reflexión»? ¿Cuál es el motivo qué incita al presidente a plantearse el adelanto si en la Comunitat no se dan las circunstancias que lo podrían propiciar, desde un «marco ético y político? Preguntada por esta situación aparentemente contradictoria, Oltra señaló que que ella es portavoz del gobierno valenciano y no «comenta el pensamiento del presidente». Da la sensación, que la «reflexión» y la «deliberación» de Puig se realizan de puertas hacia dentro, y no con su vicepresidenta. Oltra consideró que esas cuestiones debería responderlas el jefe del Consell, aunque puntualizó que ella es de las que cree que «siempre es positivo» reflexionar».

«Yo siempre reivindico el derecho del presidente a reflexionar, deliberar y decidir porque, como he dicho en muchas ocasiones y me estoy repitiendo más que el alioli, la prerrogativa de la propuesta es del presidente y es él quien tienen que reflexionar, deliberar y decidir», zanjó la vicepresidenta y líder de Compromís, quien resaltó que «este ha sido el gobierno más estable de la historia del autogobierno valenciano», por lo que insistió en que, por tanto, «en principio no concurren las razones políticas» para convocar elecciones antes del 26 de mayo. En cualquier caso, Oltra recalcó que es una prerrogativa presidencial «previo acuerdo» del Consell autonómico, según marca el Estatut y la ley de Gobierno valenciano.

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