Un diputado de Compromís llama «miserable» a otro del PP por aludir al Caso Oltra. La réplica: «Miserable es su silencio cómplice»

A partir de ahí, durante algo más de diez minutos, la situación se ha tornado especialmente desagradable, con reclamaciones de turno de palabra por alusiones, defensa del decoro de diputados e interpelaciones directas al presidente de Les Corts, Enric Morera, que se las ha visto y deseado para moderar un ambiente muy espeso, de violencia verbal apenas contenida.

El pleno ha arrancado de un modo extraordinariamente duro. El primer punto era una moción al conseller de Movilidad por la decisión de Adif de trasladar los AVE de la Comunitat desde Atocha a la estación de Chamartín, presentada por el PP, por boca de Barrachina. Desde Compromís, la diputada Belén Bachero, reprochó a los populares «la falta de inversión y el maltrato sistemático» a la Comunitat por parte del Gobierno central cuando está en manos de los populares.

«Cuando escucho a Compromís hablar de maltrato le presto atención. Saben de lo que hablan. A la niña abusada reiteradamente sólo la juez le pidió perdón, ustedes nunca. Por tanto, cuando escucho hablar de maltrato, con trece personas imputadas y Mónica Oltra camino del banquillo, les presto atención. Ustedes saben de qué hablan», ha respondido Barrachina a Bachero, mientras los diputados del PP aplaudían. No es la primera vez, ni mucho menos, que el Caso Oltra, es aludido por parte de la oposición cuando se comentan otros temas: ya sean los relacionados con el feminismo, con los servicios sociales o en los debates en los que se enzarzan las bancadas acusándose de no querer asumir responsabilidades. En esta ocasión, de un modo claro y nítido, se escuchó al diputado de Compromís, Josep Nadal, exclamar: «Eres un miserable».

Barrachina levantó los brazos y se giró apelando a la intervención de Morera. Una bronca comenzó a brotar entre las bancadas. El presidente de Les Corts se dirigió a Nadal: «Hemos oído todo el hemiciclo lo que acaba de decir. ¿Retira lo que acaba de decir?». El diputado nacionalista, lejos de retirar sus palabras, comenzó a hacer nuevos comentarios dirigidos a Barrachina, ante lo cual Morera le advirtió que no estaba en el uso de la palabra.

«No se pueden admitir palabras que ofenden y que faltan al decoro de este hemiciclo», indicó el presidente de Les Corts, mientras Nadal señalaba reiteradamente con el dedo a Barrachina, que permanecía derecho y a un lado de la trona. Morera, de Compromís, le pidió disculpas por la interrupción y le conmino a seguir con su intervención. Ante las quejas del vicepresidente segundo, Jorge Bellver, del PP, el presidente de la Cámara señaló sobre Nadal: «No estaba en el uso de la palabra y por tanto no constará en ningún acta».

Barrachina tomó la palabra: «Lo miserable, señor Nadal, lo miserable es que usted guarde silencio cómplice cuando se abusa reiteradamente de una niña de 14 años, cuando su conselleria tiene 13 imputados, cuando a la niña la llevan esposada y un juez le dice a Mónica Oltra que estaría imputada si no estuviera aforada, y usted guarda un miserable silencio cómplice, señor Nadal, eso es ser miserable».

El diputado nacionalista seguía diciéndole cosas al del PP, ya inaudibles, entre la mascarilla, algunas llamadas a la calma de sus compañeros de Compromís, y los aplausos de todos los grupos de la oposición a la réplica de Barrachina. Morera reclamó a Barrachina que se ciñera al tema, pero el diputado del PP continuó hilando: «Es que estoy respondiendo a lo de miserable, porque parece que usted (Morera) no lo ha oído. Miserable, insisto, es aquellos que dicen una cosa en la oposición y hacen otra cosa en el Gobierno. Miserable es...»

Y de nuevo otra interrupción desde la bancada del tripartito. Oleada de increpaciones, el presidente de Les Corts, otra vez, pidiendo silencio e instando a Barrachina a «ceñirse al tema del debate». El diputado del PP, aparentemente muy tranquilo, había dado un paso a un lado ante la bronca generada, recuperó el espacio en la trona de oradores, y siguió: «Miserable es decir que la infrafinanciación es cosa de Rajoy», y continuó con ejemplos misérrimos: el mantenimiento de los Cercanías, la eliminación de líneas de media distancia, la pérdida de paradas en Atocha.

La portavoz de Compromís, Papi Robles, pidió intervenir por «decoro a mi grupo». Nuevas interrupciones, esta vez desde la bancada del PP. Morera, ya, un poco fuera de sí, pidiendo silencio. «Compromís tiene la cabeza muy alta de entrar en los juzgados porque salimos absueltos a pesar de sus denuncias», aseguró Robles. Barrachina pidió hablar por alusiones. Morera no le dio la palabra, Bellver, a su lado, le pidió ecuanimidad. «Por favor, por favor», le espetaba al presidente al vicepresidente segundo de la Cámara, ante lo que Morera le reclamó: «Sea usted miembro de la Mesa de Les Corts o póngase allí», señalando a la bancada del PP, ante lo que Bellver le respondió: «Y usted presida». Mientras, en las bancadas se multiplicaban los gritos, Barrachina se dirigía a Morera con el micrófono cerrado, y así se quedó, cerrado, porque el presidente del parlamento valenciano no le dio la palabra por alusiones.

Pero no quedó la cosa ahí. El presidente de Les Corts, pidió a sus señorías «que ayuden un poco a conducir el debate para que tengamos una vida parlamentaria que esté a la altura de la Cámara», y aclaró: «Es una reflexión que hago en conjunto». Pero los populares, tras denegarle el uso de la palabra a Barrachina, se sentían agraviados, si bien el diputado del PP recordó con cierto humor que «estoy debatiendo con tres miembros de Compromís, incluido el presidente». Carcajadas por parte de los populares.

Morera, ciertamente, no le quiso dejar sin contestación: «Usted no está en el uso de la palabra y no le respondo, prefiero ahorrármelo porque entiendo que entre todos nos hemos de esforzar por elevar el nivel de Les Corts, no de degradarlo». Y ahí de nuevo se lió la mundial, porque los parlamentarios populares comenzaron a señalarle: «Nivel el tuyo, tú sí que tienes que mejorar tu nivel». Alfredo Castelló y Rubén Ibáñez, del PP, se dirigían a Morera completamente soliviantados. Ya, por fin, tras doce minutos de bronca áspera de verdad, Bachero replicó a Barrachina que lo «miserable» son las inversiones en Cercanías. Detrás de ella, Bellver y Morera hacían aspavientos y discutían sobre la manera en que se había moderado el debate.

Solo eran las 11.30 horas de la mañana de un pleno cualquiera en Les Corts... de un pleno cualquiera, pero en las actuales circunstancias. Apenas había comenzado la sesión en la Cámara valenciana y ya se habían insultado abiertamente desde las bancadas del tripartito y la oposición. «Se ha quedado un bonito pleno», ironizó en ese momento un diputado del PP al comentar 'la jugada' con un periodista.