Fiscalía sospecha que Rubio pudo cobrar hasta 750.000 en mordidas

Una de las grandes sorpresas en el plantel de detenidos de la operación Azud en su día fue la presencia del exportavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia Rafael Rubio. No pocos compañeros de la clase política mostraron su asombro por la detención y posterior entrada en prisión provisional de Rubio, que había supuesto uno de los principales azotes contra la corrupción en los años más duros para los populares. Sin embargo, el sumario del caso deja poco lugar a dudas respecto a la participación del también exsubdelegado del Gobierno en Valencia en el presunto cobro de comisiones de la trama urbanística.

A lo largo de todo el sumario se cuantifica en alrededor de 300.000 euros la cantidad que el socialista pudo recibir en efectivo, como contraprestación por no fiscalizar las operaciones urbanísticas del consistorio. Esta cifra se obtiene de la agenda del empresario Jaime Febrer, un documento que ha permitido reconstruir a la juez todos los hitos de la trama delictiva. Sin embargo, en un informe de la Fiscalía se amplía la cantidad que se sospecha pudo recibir, hasta los 750.000 euros en metálico para efectuar un acto ilícito en el ejercicio de sus funciones públicas de manera directa. Su imputación, recuerda el Ministerio Público, no es sólo por delito de blanqueo, sino también por cohecho y prevaricación.

La investigación se encuentra todavía en una fase intermedia. La Fiscalía sitúa la comisión de Rubio en un mínimo de 300.000. Pero aclara que existen indicios para que esta cifra se dispare a más del doble. El avance de las pesquisas terminará por concretar el montante definitivo.

En 2007, fecha en la que presuntamente comenzó a recibir el presunto soborno por parte del empresario Jaime Febrer, Rubio abrió una caja de seguridad y comenzó a ingresar dinero en pequeñas cantidades en sus cuentas bancarias, compartidas con su mujer, también investigada.

Anticorrupción sospecha que Rubio usó el conocido como método del pitufeo para tratar de reintroducir su comisión de al menos 300.000 euros en el circuito económico. Se trata de efectuar ingresos periódicos en las cuentas bancarias, siempre por debajo de los 3.000 euros para evitar que se activen las alarmas del sistema bancario sobre ese depósito. Llama la atención que ese sistema, que también emplea Alfonso Grau en esta operativa, fue el que se investigó una década más tarde en el conocido como caso del pitufeo del PP, archivado recientemente por la Audiencia, decisión que ha ratificado el Tribunal Supremo.

Y, precisamente, con parte de ese dinero aflorado, los investigadores sospechan que Rubio adquirió varios vehículos que posteriormente les fueron intervenidos. En una de las cuentas se ingresaron 10.000 euros para que adquiriera un vehículo Ford Kuga. Dicha cuenta se nutría de otra abierta en 2008 en la que desde su apertura hasta 2012 se fueron haciendo ingresos de 45.000 euros, cuya procedencia eran las varias cuentas donde se ingresaba el dinero en metálico de origen delictivo. «Como la trazabilidad de los fondos está totalmente delimitada y su origen es ilícito, ese dinero afloró con la adquisición del vehículo». Ese Ford, junto con un Mercedes, obra en posesión de la UCO porque los investigadores creen que se compraron con «fondos sucios». Los investigados han pedido en varias ocasiones que se les devuelvan los utilitarios para poder ir a trabajar, pero la Fiscalía se ha opuesto porque forman parte de lo presuntamente defraudado. de hecho, han llegado a ofrecer como opción que se acojan al teletrabajo si no tienen manera de desplazarse.