Eduardo Zaplana, en el juzgado de guardia. lp

La jueza de Erial descarta la declaración de Villarejo y Benavent

La Fiscalía Anticorrupción considera «endebles» las peticiones del expresidente y la jueza subraya que el comisario respondió a una pregunta de un miembro del PP

A. Rallo

Valencia

Miércoles, 1 de diciembre 2021, 19:37

La jueza del caso Erial ha denegado dos de las principales diligencias que en los últimos meses había solicitado el expresidente Eduardo Zaplana para defenderse de las acusaciones de una supuesta fortuna oculta en el extranjero.

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Se trataba, por un lado, de la ... comparecencia del comisario José Manuel Villarejo quien en una comparecencia en el Senado reveló que existía un plan del PSOE, en connivencia con un confidente sirio, para destruir al exministro.

La instructora rechaza la petición. No cree necesario convocar al comisario por «unas simples manifestaciones ante una pregunta de un componente del PP, y sin base objetiva alguna».

Anticorrupción, en su informe, apuntó que debió ser en el marco de esa comisión en el Senado donde se le interrogara en profundidad acerca de esa revelación, pero nunca en este procedimiento judicial.

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Idéntico rechazo ha tenido la otra diligencia interesada por el expresidente, la comparecencia de Marcos Benavent. Esta solicitud se basaba en el testimonio del exgerente de Imelsa en el juzgado de Instrucción 18 de Valencia, el que investiga la supuesta trama de Alfonso Rus, donde admitió que había manipulado los audios incriminatorios y que llegó «a acusar por acusar» en un intento a la desesperada de protegerse.

En ese mismo acto, además, reveló que el registro del despacho de su abogado no contaba con su consentimiento y le dejó desprotegido frente a la investigación. Fue en aquel registro donde aparecieron los papeles clave en este asunto, la denominada hoja de ruta, que llevó a los investigadores a las empresas pantalla en Luxemburgo, el verdadero germen del caso Erial.

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La jueza niega la declaración de Benavent en este procedimiento. Anticorrupción precisa que no fue ni una declaración, sino más bien un monólogo porque se negó a contestar preguntas del resto de partes. La instructora no considera necesario que declare de nuevo en el juzgado. Es más, recuerda que es en el juicio -en caso de llegar a esa fase- donde estas declaraciones cobran su especial vigor.

El auto, por otra parte, apunta a que las consecuencias de una declaración como la de Benavent deberán dirimirse en el juzgado donde se realizan, en Instrucción 18 donde se tramita la causa de Imelsa, pero no se pueden traer a este otro procedimiento cuando no han generado ninguna consecuencia, razona la jueza.

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De igual modo, contesta a las defensas que están atribuyendo una «inmerecida importancia a la temporalidad» de las declaraciones de Benavent y el confidente sirio. Estas comparecencias se registraron después de las detenciones de los principales implicados, añade.

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