SR. García

El PP de Mazón empieza de cero

Génova. La caída de Pablo Casado y García Egea, y la llegada de Núñez Feijóo, obligan al líder valenciano a «resetear» su relación con la dirección nacional del partido

JC. Ferriol Moya

Valencia

Domingo, 27 de febrero 2022, 00:34

El 3 de julio del año pasado Carlos Mazón era proclamado oficialmente como nuevo líder del PP valenciano. El también presidente de la Diputación de Alicante, flanqueado por Pablo Casado y Teodoro García Egea, presentaba sus credenciales para recuperar el ánimo ... de un partido deprimido desde 2015, incapaz de dar con la tecla para acabar con la hegemonía del tripartito que encabeza Ximo Puig. La salida unas semanas antes de Isabel Bonig, con lágrimas en los ojos, arrinconada por los dos dirigentes nacionales en una tormentosa reunión en la séptima planta de la calle Génova, marcaba el inicio de una nueva etapa. El PP saboreaba la victoria en Madrid de Isabel Díaz Ayuso, con esa extraña estrategia por la que parecía más un éxito de otra formación política que de la propia.

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Han pasado poco más de siete meses y medio desde aquel congreso valenciano. García Egea presentó el pasado martes su dimisión como secretario general del partido, y Casado formalizó el miércoles su rendición frente a los barones populares, como paso previo a la entronización a principios del próximo mes de abril de Alberto Núñez Feijóo. En los últimos diez días el partido ha perdido votos y simpatías a capazos, con un enfrentamiento descarnado con Ayuso, primero, y una vertiginosa pérdida de apoyos de Casado y Egea, después, que han forzado su rendición.

El PP está obligado a cambiar, y el PP valenciano de Carlos Mazón también. El nuevo liderazgo en el partido resitúa la relación y la complicidad entre la dirección valenciana y la que se da por seguro que encabezará Feijóo dentro de pocas semanas. Mazón ha perdido la carta blanca de la que disponía con Casado y García Egea, precisamente los dos dirigentes que le convencieron para que cogiera las riendas del partido.

Pero el principal cambio, probablemente, tiene que ver con la misma necesidad que los populares tienen a nivel nacional. Poner punto y final a esa sensación de haberse desinflado después de la convención nacional en Valencia y el mitin de la plaza de toros, al impulso que brindó la arrolladora victoria de Ayuso. El PPCV no es un partido distinto del PP. De hecho, probablemente sufre tanto o más que la media del partido sus caídas, y también recupera terreno en mayor medida. La forma descarnada en que se ha producido el enfrentamiento en la calle Génova, la tentación de Casado de enrocarse en el partido cuando ya se sabía en clara minoría, también deterioran el entusiasmo del PP en la Comunitat, por más que las expectativas, particularmente en la ciudad de Valencia, sean positivas.

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El perfil de Núñez Feijóo, como el de González Pons, remiten mucho más a la integración que a la contundencia de Egea

Feijóo es el encargado de recuperar el ánimo de un partido alicaído, al que el triunfo en Castilla y León le ha sentado casi peor que una derrota. Y Mazón tiene otro tanto por delante en la Comunitat Valenciana. La exhibición de unidad que viene haciendo el partido, como demostró el comunicado emitido el martes en el que se reclamaba un congreso extraordinario, forma parte de la solución, pero puede que no sea suficiente para afrontar la nueva etapa.

Mazón también empieza de cero porque su relación con la dirección nacional también tendrá que «resetearse», en afortunada expresión utilizada por González Pons para referirse a la necesidad del partido de abrir una nueva etapa. El eurodiputado valenciano, elegido presidente del comité organizador del congreso extraordinario que tendrá lugar a principios de abril, se convierte en nueva pieza clave del tablero del PP valenciano. González Pons (57 años) pertenece a la misma generación de Nuñez Feijóo (60 años). Un salto cualitativo respecto a Casado (41 años) y García Egea (37 años). Mazón tiene 47, tan cerca como lejos de unos y otros.

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El perfil de Feijóo, como el de González Pons, remite a la integración, a la suma más que al castigo, al diálogo antes que a la laminación. «Es gota malaya», aseguran los que le conocen en el PP valenciano. Poco que ver con el carácter expeditivo que siempre mostró García Egea.

Mazón, en los más de siete meses que lleva en el cargo, ha mostrado un perfil integrador, si bien es cierto que la labor de fontanería que provocó la caída de Bonig ya la había llevado a cabo previamente García Egea. La conclusión es que el momento de comprobar el margen y la voluntad de integración del PP de Mazón no llegará hasta la elaboración de las candidaturas electorales. El líder valenciano ya no cuenta con el margen de maniobra absoluto que suponía contar con Casado y su secretario general en la séptima planta de la calle Génova. A la espera de cómo componga Feijóo la nueva dirección del partido, la pista que supone designar a González Pons al frente del COC implica una confianza en el eurodiputado valenciano que, de facto, le convierte en el nuevo hombre fuerte del PP valenciano en Madrid. Un título que, en el caso de tener que atribuírselo a alguien hasta la fecha, tendría que ser al exsecretario general de los populares.

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Mazón pierde el hilo directo que mantenía con la calle Génova, aunque González Pons ya le ha trasladado su apoyo

¿Y Bonig?

Entre las sorpresas que ha deparado lo ocurrido en la calle Génova durante los últimos diez días, una de las más destacadas está relacionada con la reaparición de Isabel Bonig. La expresidenta regional de los populares valencianos publicó un tuit el pasado lunes. «En política, especialmente, hay que tener generosidad. Por respeto a los afiliados, a los ciudadanos y al país al que debemos nuestro servicio. Hay que tomar soluciones urgentes ya», escribió. Palabras muy similares a las que había pronunciado unas horas antes Núñez Feijóo.

El presidente gallego fue, en su momento, uno de los principales apoyos con los que contó Bonig cuando la dirección nacional de Casado y García Egea maniobraron para forzar su destitución. La llegada a la calle Génova del dirigente gallego devuelve el foco a la exlíder del PPCV, apartada ahora de la primera línea política. Los que la conocen dan por hecho que no tiene en mente su regreso a la actividad política, al menos por el momento.

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Sobre la base de este escenario, Mazón tiene además que mover ficha pendiente del calendario electoral que marque Ximo Puig. El presidente valenciano ha negado con tanta reiteración que vaya a adelantar elecciones que ha hecho sospechar que pueda unirlas a las andaluzas. Un calendario ajustado como para no tener un partido cohesionado y con un mismo objetivo. La reunión del comité ejecutivo y la junta directiva del miércoles debe promover ese objetivo.

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