![Puig, en Les Corts.](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202209/27/media/cortadas/puigcorts-ReKP2tkqEajCR26dJSoiVEJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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El debate de los impuestos ha hecho parada este martes en la Comunitat Valenciana. En concreto con una deflactación del IRPF, el término de moda estos días para combatir los efectos de la inflación, pero que no deja de ser una bajada de los tramos autonómicos del impuesto que grava las rentas del trabajo con efecto retroactivo a este año. El Consell bajará los impuestos a todas las rentas de menos de 60.000 euros, según ha detallado el presidente Puig durante su discurso en el debate de política general. Una manera de distanciarse de la doctrina del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para tratar de salvar la Generalitat en las próximas elecciones.
Así, según la reforma fiscal que prepara el Consell, y que entrará en vigor ya en 2023, cuando los valencianos hagan la renta, en plena precampaña electoral, se aumentará en un 10% la cuantía exenta de tributación a todos los ciudadanos. Es el máximo que permite la normativa, dijo el presidente, y «beneficiará a todos los ciudadanos». En concreto, quienes superen los 60.000 euros de ingresos mantendrán su esfuerzo fiscal en el conjunto de la reforma, ha dicho Puig, que ha relatado un nuevo tramo de IRPF autonómico, adaptado a la situación actual. Los socialistas no hablan de una deflactación del IRPF, porque es un término vinculado a las bajadas de impuestos que estos días vienen anunciando las autonomías gobernadas por el PP. De hecho, el enuncio del jefe del Consell fue ayer aplaudido por todo el arco del centro derecha nacional. Empezando por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y siguiendo por Edmundo Bal, de de Ciudadanos. Y es que, en la práctica, las medidas de Puig son similares a las iniciadas por autonomías populares, excepto que en la Comunitat no se toca el impuesto de sucesiones ni el de patrimonio. Sólo el IRPF, con una nueva escala.
Esa es la parte a la que se agarran en el Consell para justificar que el viernes Puig pidiera penalizar a las autonomías que bajaban impuestos a los más pudientes. Ese es el matiz, dicen, que la Generalitat lo hará, precisamente, a los de rentas más bajas y dejará igual a los que más tienen.
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Y, atendiendo al detalle, eolo por la nueva escala del IRPF autonómico las rentas de 10.000 euros al año se ahorrarán un 21 % (94,5 € al año), aunque según la escala de IRPF de la Generalitat están exentas hasta los 12.450 euros. Las de 20.000 se ahorrarán el 7,3 % (117 euros), las de 30.000 se ahorrarán el 2,2 % (67 euros), mientras que las superiores a 60.000 euros mantendrán su esfuerzo tributario. «Esto mejorará la progresividad del impuesto», dijo el jefe del Consell.
Eso, en cuanto a los impuestos, porque el Consell ha metido también mano a las deducciones fiscales. Para ello, se ampliarán todas las deducciones y bonificaciones fiscales con las siguientes medidas: Todas las deducciones aumentan un 10%: (la deducción fiscal por hijo, por arrendamiento de vivienda, la deducción por familia numerosa o monoparental, la deducción por conciliación del trabajo con la vida familiar, o la deducción por gastos en guardería o colegio de hijos menores de 3 años). Pero también se amplía la renta que permite acogerse a las deducciones. A partir de ahora, pasarán de 25.000 a 30.000 euros las rentas que pueden beneficiarse de la deducción.
Además, Puig anunció que el transporte público de la Generalitat será gratuito para los menores de 30 años desde el 9 de octubre hasta el 31 de diciembre y una nueva deducción de 100 euros para las hipotecas de las rentas individuales de hasta 30.000 € y para la tributación conjunta de 47.000 €.
En el ambito sanitario también se produjeron anuncios de calado. Y es que las listas de espera son un «motivo de preocupación» para los ciudadanos y para el Gobierno». «La primera», dijo ayer Puig, debido a la «excepcional situación» tras la pandemia, por lo que el Consell modificarál decreto 97/1996 para que un paciente que tenga que ser operado de las patologías más prevalentes, y vaya a tener que esperar más de 60 días, pueda elegir la opción «desde el primer día» de ser intervenido en la sanidad privada. «Esta medida excepcional entrará en vigor en diciembre y durará el periodo necesario hasta que se normalice la lista de espera», detalló. También como novedad, el Consell implantará una una deducción fiscal para tratamientos de fertilidad.
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