Feijóo, Catalá y Mazón, en el mitín de la plaza de toros de Valencia. EP
Análisis

El resultado gallego: tranquilidad para Mazón y alerta para Sumar ante una candidatura propia en la Comunitat

La mayoría absoluta llevará al cierre de filas de todos los barones ante Feijóo

A. Rallo

Valencia

Lunes, 19 de febrero 2024, 08:16

No hubo sorpresa. Ni sorpasso en Galicia. Salvo pequeños matices, todo terminó, finalmente, según lo previsto. Mayoría absoluta para el PP. El resultado encajaría en aquella mítica frase de la televisión de los noventa: «Me encanta que los planes salgan bien». Ni el pálpito socialista, ... ni el enredo de Feijóo con la amnistía y el indulto que en algún momento estudió, ni el amargo recuerdo de la etapa final de la campaña en las generales...

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Las urnas no cambiaron el guion. Y esa ausencia de novedades es también una inmejorable tranquilidad para el PP valenciano. Un vuelco electoral hubiera situado al presidente Mazón en una tesitura algo complicada. Sería la segunda debacle del líder nacional -ganar los comicios, pero no poder gobernar- y quizá la unión que hoy impera en los barones territoriales comenzaría a agrietarse.

Es ese cúmulo de voces discordantes aparecería, tarde o temprano, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Y en ese incipiente nuevo escenario, Mazón debería posicionarse. Recordemos algunas circunstancias. Mazón aunque mantiene buena relación con Feijóo no es un hombre de su equipo como sí lo era del de Pablo Casado. Además, el dirigente valenciano ha establecido una especial alianza con Ayuso, en ese intento de reeditar el famoso eje de la prosperidad de hace 15 años. Pero nada de esto, por suerte para los populares, ocurrió. Mazón se felicitó en las redes sociales por el resultado: «Buenos gobiernos y proyectos ganan elecciones. Feijóo avanza firme».

La distancia y el electorado tampoco permiten grandes interpretaciones en clave valenciana. El resultado de los socialistas gallegos con la pérdida de cinco escaños es un varapalo para Pedro Sánchez y por extensión para su Gobierno. Evidentemente esto no beneficia a Diana Morant para su inicio al frente de la dirección socialista.

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Lo de Sumar sí permite aventurar que el partido de la vicepresidenta Yolanda Diaz no lo va a tener fácil en sus aventuras autonómicas si pretende presentar lista propia. O al menos en las elecciones más inmediatas. La falta de estrucutura ha pasado factura. Una posibilidad que se había planteado también para la Comunitat y que generaba cierta inquietud en Compromís por el miedo a verse amenazado. El resultado, sin embargo, transmite calma a la formación nacionalista. El batacazo de la formación de izquierdas ha sido considerable y más en la tierra de su principal activo electoral. Podemos, que se presentaba en solitario, ha pasado a ser irrelevante. Las luchas internas sólo causan pérdidas.

BNG puede trasladar también una lección a Compromís. Tras unos años de cierta crisis, la formación nacionalista de la mano de Ana Pontón toma oxígeno. Montón rescató al partido en 2016 y lo ha llevado a triplicar el número de votos. Un liderazgo joven y fuerte que le ha permitido obtener los mejores resultados de su historia y convertirse en una alternativa al Gobierno de los populares.

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Precisamente la falta de liderazgo es uno de los lastres de Compromís. Desde la salida de Mónica Oltra, la formación no ha encontrado un activo de su rentabilidada ni un proyecto a medio plazo. Joan Baldoví empeoró los resultados de su antecesora y parece, hoy por hoy, un líder de paso. La coalición nacionalista ya tiene un referente de un modelo exitoso.

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